Sweet Chaos; [KTH & JJK]

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ㅡJun me puedes pasar la salsa de tomate, por favor.

Yeonjun colocó lo solicitado en la pequeña mesa ubicada en la sala de estar del departamento. Su idea fue hablar con su hermano de una manera más relajada.

ㅡLa primera vez que vi esa salsa, pensé que era sangre ㅡdijo tomando una papitaㅡ. Entré en crisis.

ㅡMe pasó lo mismo. Imaginé que los humanos de esta época estaban evolucionando o algo así.

ㅡBueno si lo vemos por ese lado, ellos han evolucionado bastante e incluso su tecnología en algún punto superará a la nuestra.

Y Taehyung no podía explicar la sensación que tenía en ese momento, el volver a encontrarse con su hermano menor era una idea muy lejana e incluso que ya daba por perdido. Había muchas noches en la que soñaba con él o con sus padres que era incapaz de no sentirse en plena soledad, y más aún en los últimos días donde sentía que todo estaba volviéndose gris.

ㅡEntonces me debes comentar como llegaste hasta aquí, jovencito ㅡlo miró con una sonrisa tras manchar la nariz del otro con un poco de salsa, haciendo que frunciera su ceñoㅡ. Aunque primero quiero disculparme por no volver ese día, aun cuando todos ustedes me pidieron que no lo hiciera.

ㅡSi tocamos ese tema voy a enojarme, pero también deberías saber lo que sucedió con ese humano.

ㅡJungkook ㅡcorrigió.

ㅡTae, tu sabías al riesgo que los dos iban a entrar por estar juntos e incluso esa estúpida ley aun no cambia, a pesar que papá y mamá trataron de convencer a los demás del Consejo ㅡsuspiró con pesadezㅡ. El día en que los capturaron, dimos todo por perdido. Tratamos de interceder al menos por ti, pero fue demasiado tarde porque te habían llevado a otro lugar y los responsables mintieron por un lado que ustedes lograron escapar, aunque luego encontramos pistas que ese humano, es decir Jungkook, estaba muerto.

El mayor no pudo evitar esa gran tristeza que empezó a invadirlo, puesto que hasta ese punto él ya recordaba todo con claridad y el hecho de escuchar que la persona que más amó en algún momento de la historia, había tenido un final tan trágico y nunca pudo cumplir su promesa de protegerlo.

ㅡLo último que recuerdo fue estar en una habitación, no había luz y lo único que me mantenía un poco consciente era el olor a alcohol que empezó a nublar mis sentidos hasta que caí dormido. A veces escuchaba voces e incluso quería levantarme, pero no podía.

ㅡFue tan injusto porque cuando estábamos a punto de recuperarte, el estúpido presidente del consejo nos amenazó en que surgiría una guerra entre los dos mundos y lo mejor era dejar las cosas como estaban ㅡYeonjun mantenía su mirada decaídaㅡ. Sabes, encontramos que quienes te tenían formaban parte de una secta ilegal que proporcionaba algunos de nuestros recursos a este mundo, y aun así nadie nos creyó.

ㅡNo quiero alivianar las cosas, pero al menos pude salir de ahí ㅡEl peliazul lo envolvió en un abrazoㅡ. Bueno, aunque creo que ahora soy un fugitivo.

ㅡJusto eso quiero evitar. Después de tantos años, logré venir a este lado porque sabía que tu seguirías vivo.

ㅡ¿Cómo lo hiciste?

Yeonjun le explicó que su mundo también cambió ciertas reglas, aunque las tradicionales se mantienen. Una de las nuevas ventajas era el contacto directo y menos restringido con el mundo humano puesto que ambas partes habían firmado un pacto para transferencia de conocimiento que iba a beneficiar a ambas partes. No obstante, ese pequeño detalle solo lo sabían pocas personas y vampiros, era algo confidencial.