|6| Pastel.

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Jaekyung volvió y vio al pelicastaño durmiendo en el sillón.

Lo movió varias veces, y este simplemente no respondía.

—Oye Kim Dan. —grito el pelinegro. —Levanta.

El mayor parpadeo lentamente, su respiración lenta y un bostezo suave.

—¿Qué pasó? —preguntó Dan.

El menor suspiro fuertemente mientras gruñia suavemente.

—Nada. —dijo él. —¿Comiste?

Nunca diría que se preocupó por el pelicastaño al no escucharlo responder.

No sabía que Dan tenía el sueño pesado.

—No creo que te importe. —susurro Dan. —

Jaekyung sabía que iba a encontrar al mayor "ligeramente enojado" pero realmente no estaba para aguantar tonterías.

Su día de entrenamiento fue "pésimo", o mejor dicho, no fue excelente.

Para alguien tan competitivo como él, tener fallas era algo imperdonable.

Tenía el sentimiento constante de inutilidad y fracaso, que solo lo hacía enojar.

El dolor de su hombro era lo menos importante en su mente, pero deseaba que dejará de fastidiar.
A largo plazo, eso podía perjudicar su "perfecta" carrera como boxeador.

—Tienes razón. —contesto Jaekyung. —No me importa.

Dan, no se encontraba sorprendido ante las palabras del menor.
Pero si, debía encararlo.

—Mañana. —empezó diciendo el pelicastaño sin miedo. —No quiero que vuelva a encerrarme.

Jaekyung volteo los ojos y suspiro con desagrado.

¿Acaso Kim Dan no entendía que no era un encierro?
Solo era un "medio de prevención"

—¿Qué ganó yo con eso? —preguntó el pelinegro, sentándose en el sillón.

Dan lo miro indignado, apretando ligeramente sus labios.

Eso no era un favor, era un derecho.

—Que no lo este fastidiando con esa solicitud todos los días. —habló el mayor, intentando convencerlo. —Puedo ser muy insistente.

Jaekyung sonrió ante el atrevimiento del mayor.
Antes, él no hubiera sido capaz de responder así.

—Bien, como quieras, pero... —habló el pelinegro. —Te quiero aquí toda la tarde y que en la mañana salgas cuando es extremadamente necesario.

Dan rodo los ojos fastidiado, realmente empezaba a sentir algo que antes no.

Ganas de mandar a la mi#### a Jaekyung, luego recordó que el pelinegro le pagaba y se le pasaba.

Pronto el pelinegro comenzo a caminar por la cocina, como si estuviera buscando algo.

—Huele dulce, ¿preparaste algo? —preguntó Jaekyung. —¿Esencia de vainilla?

Dan asintió ligeramente. —Hice un pastel, ¿desea probar un poco?

Sacó el pastel que había guardado, se veía extremadamente exquisito.
Decorado perfectamente con frutas de distintos colores y crema Chantilly.

Contrario a lo que podría esperar, solo vio un semblante frío y de desagrado del menor.

—Eres mi fisioterapeuta, ¿no se supone que debes cuidar mi salud? —pregunto Jaekyung. —¿Sabes la cantidad de harina y azúcar tiene esa tontería?

| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]Where stories live. Discover now