| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]

|23| Encuentro.

Los días pasaron completamente ocupados, el mayor se dedicó a buscar los mejores insumos para proveer lo más excelente en esa boda. 

La preparación empezó desde el momento que diseñaron el pastel personalizado, el diseño de los bocaditos y el horario para hacer lo qué debía. 

Tanto así, que no tuvo el tiempo suficiente para ver las noticias ni informarse de nada más, solo estaba enfocado en dicho evento. 

Hasta que llegó el día, de la entrega completa de todo su trabajo. Ingresando a dicho local, tan inmenso que nunca antes podría imaginar en su vida. 

Había un campo lleno de pasto, luego la sala principal con el piso lleno de luces al igual que las paredes, dando un efecto moderno y futurista. 

La joven recién casada, era una pelinegra ni tan alta ni tan baja, pero con una imponencia y seguridad sorprendente. Sonriendo triunfante ante la mirada atenta de su ahora esposo. 

Ella llevaba un vestido que le llegaba a la rodilla, color blanco, fino con algo de encaje y unas joyas de oro puro, con un anillo con incrustaciones de diamantes. 

Dan suspiro, entregando todas las cosas a los meseros que se encargaron de organizar los postres y el pastel de la mejor manera. 

Chan-woo también ayudó, quedándose al lado del mayor quién solo quería irse a casa. 

—- Dan... —- susurro el menor —- Nuestra contratista, informó explícitamente que debes quedarte hasta el final de la fiesta. 

El pelicastaño fruncio el ceño, ese no era su plan. 

—- Lo siento, fue una condición a última hora —- dijo Chan-woo —- Así que... Disfruta la fiesta, ¿si? 

El fisioterapeuta no tuvo más opción que asentir, arreglando algunas cosas más que le faltaban y sintiendo como el tiempo pasaba tan lento, viendo como cada invitado ingresaba... Más o tan lujosos que los recién casados. 

Cuando la parte más importante de la boda pasó, algunos invitados se encontraban conversando entre ellos y habían dejado de bailar, pasando a un show en vivo de bailarines y cantantes, Dan se alejó lo más que pudo... Llegando hasta el final de las mesas, suspirando continuamente incómodo. 

Una vez que el se alejó, la menor avanzó con pasos firmes y delicados, sonriendo y acercándose cada vez más a Dan. 

—- Hizo un buen trabajo con los postres, joven Dan —- menciono sonriente la menor —- O debería decir... Kim Dan. 

—- Agradezco su amabilidad —- reverenció el mayor con duda —- Señorita Sae Kim. 

La pelinegra detuvo su caminata, observando a su alrededor, asegurándose de que no hubiera nadie a su alrededor. 

—- Eres... Mi medio hermano y ya te enteraste—- mencionó la mujer —- ¿Sabes? Me divertí mucho cuando me enteré de tu encuentro con madre. 

El pelicastaño retrocedió un poco ante tal afirmación, aquella joven sabía del tema y aún así logró contratarlo. 

—- ¿Desea algo de mi? —- preguntó el mayor —- No creo que usted me contrate simplemente por su buena voluntad, hay miles de pasteleros con más credibilidad que yo. 

La menor rió, tomando un sorbo de la copa de champagne que tenía. 

—- Solo quería conocer a la persona que rechazó el dinero de la corporación Kim —- mencionó la pelinegra —- O... ¿Es que ni siquiera lograron informarle del trato? 

El fisioterapeuta suspiro, la situación era extraña pero no notaba falsedad en las palabras de la joven. 

—- Agradezco tu existencia —- dijo la mujer —- Por ti, yo pude casarme con una persona que elegí. Antes de eso, me hubiera casado con el joven Joo, y eso... Ja, sería lo último que haría. 

Ese tema si le concernía al mayor, ¿hablaba de Joo Jaekyung? ¿O existía algún hermano de él? Poco sabia de su vida familiar. 

—- Pareces sorprendido —- sonrió la menor —- Es... Joo Jaekyung, aunque... Él también hubiera detenido ese estúpido compromiso. Pero, yo lo hice primero. 

El pelicastaño se acercó más a su hermana, quién tenía un rostro triunfante en el rostro —- Dime... ¿Por qué me agradeces? ¿Qué hice? 

La menor susurro un "sonríe" cuando vio un pequeño grupo de reporteros acercándose. 

—- Señorita Kim —- mencionó el periodista —- ¿Quién es el joven a su lado? 

—- Gracias por estar aquí —- respondió la heredera Kim —- Es el pastelero que realizó todas las delicias que mis invitados pueden degustar hoy. Estaba agradeciéndole personalmente. 

—- Joven pastelero —- mencionó nuevamente el joven —- Usted no tiene un puesto oficial, ¿cómo conoce a la señorita Kim? 

—- Eh... —- susurro el mayor confundido —- Fueron, unos compañeros de trabajo en común. 

—- Detengan sus preguntas —- hablo firmemente la pelinegra —- Solo limitense a grabar, este es un espacio privado... En primer lugar, no deberían estar en esta fiesta. 

Los reporteros, se disculparon y retrocedieron, caminando a una esquina, quedando en silencio. 

—- Tú... La familia Kim, quiere comprometerte con la hija de una familia adinerada y conveniente —- dijo la menor recordando la pregunta que le hizo su hermano —- Se acordaron de ti, cuándo yo pedí no casarme a la fuerza... Pero el abuelo no me dejaría ir de manera tan simple. 

La pelinegra hizo una pausa, inhalando un rato —- Eres mi reemplazo Kim Dan. Debes asumir el puesto que yo estoy dejando. 

El mayor rió tan confundido como enfadado —- ¿Y qué les hace creer qué haré lo que ustedes me digan? 

La mujer tocó el hombro del pelicastaño —- "Nosotros" No... Son ellos, no me involucres. 

El mayor se quedó pensando un rato esas palabras, ¿por qué parecía que su hermana quería ayudarlo? Tenía tantas dudas en su mente. 

Para empezar, ¿cuánto tiempo llevaban planeando eso? Y... ¿Por qué aseguran qué podría ser el títere de gente así? Incluso... ¿Habían más secretos? 

—- Siempre responde mi llamado —- mencionó la menor entregando una tarjeta —- Aún me faltan averiguar más cosas, pero me emociona ir en contra de mi familia... Así que, te ayudaré. 

Dan quedó sorprendido, pero no pudo hacer más preguntas ya que su hermana se fue tan rápido como llegó, volviendo con sus invitados a la fiesta y tomando de la mano a su novio. 

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚... 

¿Creen que Sae Kim busca algo de Dan? 

¿Ella será buena o mala?

¿Ambiciosa o con ganas de ser libre?