|12|Sentimientos

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El sonido de la tele prendida, el silbido de la tetera sonando, hizo despertar al pelicastaño.

—-¿Jaekyung? —- la noche anterior el pelinegro había dormido en su habitación, asegurando que si le dolía o quería algo, él tendría que llevárselo.

Pero, contrario a lo que pensaba, Jaekyung durmió plácidamente y no lo molestó durante toda la noche.

Ahora, el menor se encontraba en la cocina, probablemente preparando el desayuno.

Era realmente extraño, considerando que se iba casi todas las mañanas en los últimos 3 meses y desaparecía sin dejar rastro hasta la hora del almuerzo.

Esos últimos meses, al estar fracturado, el pelinegro se volvió más quisquilloso con cada cosa que probaba, hacía y más.

Los días de descanso eran cortos, exceptuando las mañanas, que aprovechando la salida a "correr" del menor en cocinar y llevar los postres que Chan-woo le pedía.

Porque si, Dan trabajaba secretamente en la cafetería de Chan-woo, donde era proveedor de pasteles.

—- ¿Qué hace aquí, señor Jaekyung? —- preguntó con duda Dan, sobandose los ojos y bostezando un poco.

Solo recibió una mirada fulminante, que lo hizo despertar rápidamente y temblar ligeramente.

—-¿Tengo que pedir permiso para estar en mi propia casa? —- preguntó el menor apretando los puños.

Dan negó inmediatamente y bajo la mirada avergonzado.

—-Es que, suele irse... Supuse que es por algo importante que se quedó —- susurro el mayor.

Jaekyung suspiro, él sabía que se encontraba más fastidiado que antes, pero tenía sus motivos, su fractura definitivamente lo estaba jodiendo.
Tanto, laboralmente como mentalmente.

Agradecía, que su entrenador logró hacer un esfuerzo por reclamar a la Junta de boxeadores profesionales, el Ministerio de Cultura y más entidades para lograr no sólo conservar un puesto para ingresar a pelear si no, mantener su título de campeón.

Logrando, incluso posponer sus combates más importantes, hasta 6 meses.

El único, pero más problemático dilema, era que después de quitar el yeso con la fractura curada, él en una semana tenía que volver a pelear para defender su título.
Algo, que muchos boxeadores aprovecharían, porque el pelinegro se encontraba algo "débil"

—-Hoy me quitan el yeso, ¿acaso lo olvidaste? —- preguntó Jaekyung —-¿No se supone que eres mi fisioterapeuta? Estos meses ni siquiera trabajaste, aún así te pagué.

Dan se encontraba realmente avergonzado, ¡había olvidado por completo ese hecho!

¿Qué haría?

Tenía un pedido súper importante, para una fiesta que debía hacer aproximadamente unos 500 bocaditos, pedido especial de Dong Gyun.

—-Umm, Jaekyung —-susurro el pelicastaño —-Creo que no voy a poder acompañarlo.

La mirada del pelinegro se hizo más oscura, su respiración lenta intentando comprender las palabras del mayor

—-¿Acaso tienes algo más importante qué hacer? —-preguntó el menor —-¿No es tu deber acompañarme?

Dan suspiro levemente, aunque quisiera negarlo, el pelinegro tenía la razón.

—-O... ¿Es que haces algo en las mañanas que te niegas a decirme? —- preguntó con duda el boxeador —- ¡Responde!

El pelicastaño tembló ligeramente, odiaba cuando el pelinegro se ponía en ese plan.
Realmente no entendía, pero a su parecer esos últimos meses se habían vuelto más... ¿Controlador?
Esa situación lo hacía sentir asfixiado.

—-No tengo que ocultarle nada señor —- susurro con desagrado Dan —- Solo no quería tardarme al preparar el almuerzo.

Jaekyung nuevamente suspiro, lleno de irritación.
Se supone que debería estar contento por volver a los combates, pero su mente estaba rebosante de sentimientos confusos que solo lograban llenarlo de malhumor.

Una parte de él no podía controlar el modo en que trataba al pelicastaño, pero otra no quería verlo lejos ni sentir que el mayor era indiferente.

Su corazón latía con más velocidad cada que veía el rostro sonrojado del mayor, y eso lo fastidiaba con demasía.

Su respiración se cortaba cuando Dan sonreía, sintiendo calidez y regocijo en su corazón.

Todo eso, solo lograba exasperarlo, porque solo significaba una cosa.
Se estaba enamorando de Dan.

Y eso no podía ser posible, porqué él, no servirá para querer, ni mucho menos, alguien podría quererlo.

Golpeó la mesa con la única mano que tenía libre, para luego levantarse abruptamente.

—-Mejor me voy —- dijo el pelinegro —- No me sigas y puedes hacer lo que deseas.

El pelicastaño solo lo miró confundido y asintió, realmente no entendía el cambio de humor del menor.

Algo bueno pasaba de esa situación, podría terminar con los pedidos que tenía sin ningún problema y no fallar la confianza que tenía con Dong Gyun.

Luego una pregunta cruzó por su mente, ahora que Jaekyung lo empezaba a tratar un poco peor que antes... "¿Le seguía gustando?"

¿A qué estaba aferrándose?
¿Acaso tenía la idea de un amor lindo y tranquilo al lado del boxeador?

Esas cosas eran absurdas, incluso parecía que Jaekyung lo odiaba.
Entonces... ¿Por qué su corazón aún latía buscando qué el menor este bien?

Suspiro de manera cansada, definitivamente no le hacía bien tener esa clase de sentimientos.
Así que se propondría algo que cambiaría su vida.

Mataría cualquier mínimo sentimiento que tenía de Jaekyung, se alejaría lo más posible de él y viviría libre teniendo una pastelería.

No era tan difícil, ¿verdad?


Continuará...

¿Dan logrará superar sus sentimientos por Jaekyung?

Caballo de la sabanaaaaaa cambia por fa 😩

| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant