Parte 4

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Jeon Yu estaba cansado de la tensión que envolvía la mansión Jeon, por lo que se preparó para salir de fiesta esa noche

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Jeon Yu estaba cansado de la tensión que envolvía la mansión Jeon, por lo que se preparó para salir de fiesta esa noche. Invitó a algunos amigos y les contó sus planes, pero ninguno accedió, dijeron que salir a bailar justo cuando el hermano Qi pasaba por un mal momento no dejaría bien parada a sus familias.

—El hermano Qi esto, el hermano Qi aquello —apretó la plancha de cabello en su mano al recordar el rostro sonrojado de su hermano mientras se aferraba a los brazos de Rong Wei y como este lo sostenía como si fuese un tesoro preciado.

El único tesoro de Rong Wei debía ser él, nadie más.

¿Entonces, por qué todo parecía estar equivocado?

El omega soltó un gruñido y la plancha cayó de sus manos. Entró en el baño y frotó rápidamente la piel enrojecida bajo el agua, maldiciendo y llorando por el ardor de la quemadura.

Estos días era como si simplemente nada le saliera bien. Sus notas habían bajado, las inversiones a las que había apostado se desplomaban, incluso algo tan intangible como el aprecio de su familia llegaba al punto que ni siquiera le dejaron conservar el asistente que lo ayudaba en estas cosas ¡Todo porque su hermano había sido atacado por alfa heredero de la familia Seong, y pese no ocurrió nada grave, su familia necesitaba todo el personal de la mansión para atenderlo!

Se dirigió a la cochera y se sorprendió al ver a uno de sus amigos bajando de un auto. Una sonrisa alentó su sombrío rostro. El otro omega no sonrió al verlo, sino levantó el ramo se rosas y explicó que venía a visitar al primer joven maestro.

La sonrisa en los labios de Jeon Yu se tensó, volviéndose una mueca. Claro, si el primer joven maestro sufría una pequeña cosa todo resulta así para el segundo. Jeon Yu pasó por su lado en silencio y siguió adelante.

En el recorrido del enorme estacionamiento de la villa, lo único que se escuchaba eran los consuelos de sus propios amigos y familiares dentro de la habitación principal de Jeon Qi. Y en el camino fuera del aparcado escuchó que la Señora Seong había ido a pedir disculpas como cabeza de la familia Seong.

—Y ese bastardo seguramente esta planeando otra estupidez mientras organiza un bufet para los abandonados —dijo Jeon Yu mientras conducía.

El hijo de la familia Seong, Seong Ho, era un alfa irresponsable y despreocupado que solía perder el tiempo bebiendo y drogándose con prostitutas. Esto, por supuesto, debajo del ojo público. A simple vista vendía la imagen de príncipe encantador flechando los corazones de miles de fanáticos que incluso habían colocado sus trincheras frente al juzgado para protestar por la inocencia del alfa. Pero si se investigaba un poco, se descubría que en realidad era una persona promiscua y desagradable, del tipo déspota y arrogante que creía estar sobre los demás por haber nacido para ser el líder de una gran familia.

El cómo esta persona había desarrollado una obsesión por perseguir a Jeon Qi luego de la ruptura cuatro años atrás, a Jeon Yu no le interesaba saberlo. Solo recordaba haberlo visto a lo lejos, usando ridículos anteojos y peinado hacia atrás, irrumpiendo en la villa con regalos de mal gusto y extravagantes.

Trasmigrando como alfa carne de cañón |OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora