XII

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— Deberíamos hacer esto más seguido — Daniel habló mientras regresaban al establo

— Suena bien... es divertido — habló Michel un poco bajo

Al llegar al establo Daniel bajo del caballo y ayudo al contrario a bajar, colocó sus manos en la cintura del pecoso y éste se sujeto de sus hombros para bajar con cuidado.

— Gracias por hacer entretenida mi tarde, me diverti mucho — Sergio miro a Daniel con una sonrisa— se me olvidaba, esto es tuyo

Se quitó el sombrero y se lo devolvió a Daniel,

— No es nada, gracias a ti por aceptar venir conmigo— Daniel se colocó el sombrero y le sonrío de vuelta. — ¿Tienes algo que hacer ahora?

— Yo...—

— Si, tiene algo que hacer — Una voz extra interrumpió a ambos

Max caminaba hacia ellos hasta quedar lo suficientemente cerca de del pecoso. Las feromonas salian en advertencia, Daniel lo notó y las olió y no se quedó atrás, las fermonas de ambos salían poco a poco; Sergio las podía inhalar, y eso le revolvía el estómago y la cabeza.

— Max, Hola — Daniel le sonrío pero Max no le regreso la sonrisa

— Daniel.. — Habló el Alfa y miro a Sergio— Necesito hablar contigo

El rubio fue directo, sin importarle en que estaban esos dos.

— Esta bien, vamos — El Omega miro a Daniel— En otro momento retomamos la conversación? adiós Daniel...cuídate

Al escuchar eso el rubio rodó los ojos y miro por otro lado.

— Adiós Sergio, cuídate también — Daniel revolvió el cabello del pecoso, quien soltó una risa.

Max empezó a caminar a paso marcado y rápido de regreso a la casa; Sergio lo siguió, Daniel se quedó mirando a ambos... ¿Qué le pasaba a Max?

(...)

Entraron a la sala de estar y se sentaron uno frente al otro, ninguno decía nada, Michel estaba algo inquietó que empezó a mover sus pies, el rubio lo notó pero no dijo nada

— ¿Sobre qué querías hablar? — Sergio rompió el silenció

Max suspiro y cruzo su pierna arriba de la otra mientras miraba a los ojos al pelinegro.

— ¿Haz tomado el medicamento? — Max fue al grano, como siempre.— Déjame decir que tu aroma sigue siendo intenso, un poco menos pero es intenso y eso es inquietante, no todos en este lugar tienen fuerza de voluntad.

Michel se tenso, cómo iba a decirle que no había encontrado al gato con la caja de pastillas... además; su aroma no le había causado problemas con nadie de la casa.

— Si... bueno, tu gat— el sonido de la puerta robo la atención de ambos, una chica entraba por la sala...

La conversación nisiquiera pudo seguir, Sergio se sintió incómodo, eso es de buena educación? Interrumpir a otros en media conversación importante?. Se sintió algo molesto.

— Max! — una rubia corrió hacia Max y este se levanto a recibirla con un abrazó tan cálido...

— Victoria... ¿Cómo estás? — se separaron del abrazo y se miraron con una sonrisa en la cara.

— Muy bien, he tenido muchas cosas para entretenerme, además hoy vine para planear muchas cosas, ya es mañana y solo tengo la mitad ¿Puedes creerlo? — Victoria era muy sonriente y carismática.

Sergio podía mirarlo la interacción con mucha curiosidad, esa chica fue quien esta en las fotografías con Max..

— Bueno, no podría ayudarte, cambiarías cualquier cosa, así sea un ramo de flores — Max cruzo sus brazos, era evidente que estaban bromeando.

Tutor Privado / ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora