XVI

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La luz del sol despertaba a un Alfa un tanto débil, después de pasar su calentura con el Omega que de alguna manera era virgen, se sentía muy cansado cómo si la noche anterior le hubieran dado una golpiza.

Tenía tantas ganas de volver a hacerlo con ese pecoso, ese Omega que se encontraba a su lado, acurrucado bajo su brazo y los labios ligeramente entre abiertos.

El celo no debía durar mucho, si a caso menos de una semana, pero se sentía cómo el infierno estar ahí dentro y no tocarlo.

Después de pasarse de copas tuvo relaciones, pero acaso estaba mal? No tenía ningún tipo de remordimiento. Además Sergio se había metido en su habitación sin permiso ¿Qué quería ahí en primer lugar?

Max se acomodó para estar frente a frente con Michel, bajo su mano a las caderas y le dio un leve apretón, acercó su boca a la del pecoso y le robo un beso suave y apasionado. Las manos de Sergio empezaron a viajar sobre las manos de Max, se estaba removiendo inquieto a la ves que se despertaba desconcertado.

— No te muevas. — la voz de Max salió ronca

— Qué pasó?..— Sergio estaba confundido? O no entendía la situación de lo que había pasado antes?

El rubio bajó una vez más su mano apretando los muslos del pelinegro, se inclinó sobre su cuello besando con deseo y dejando varias marcas cómo las de la noche anterior.

— umm — Sergio tomó a Max del cabello con fuerza y lo separó de su cuello, cómo si de un bebé hambriento se tratará.

— Ah...Auch... — Soltó un quejido de dolor que al instante tomó la mano del pecoso para que dejara de jalar su cabello.

— Qué te pasa? Porqué me tocas así?! — el rostro de Michel estaba rojo y su respiración precipitada

— Quiero hacerlo, déjame... — Max apretó de nuevo sus muslos con intensiones de hacer ceder al contrario, de nuevo recibió un jalón de cabello con más fuerza. — Ya ya ya, lo siento, basta...

Tomó la mano de Sergio abriendo sus dedos con cuidado y se libero del agarre.

— Mierda... si que tienes fuerza — acercó la mano del pecoso a su boca y le dio suaves besos en el dorso de la misma.

Michel alejó su mano con rapidez y se envolvió en las sabanas, alejándose de Max.

— Qué te pasa? Ayer estabas tan convencido de que te tocará, por que ahora no quieres? — se acercó con suavidad al mexicano y tocó su cabello. — Ya olvidaste lo que hicimos?

El silencio se volvía incómodo además empezaba a irritar al neerlandés.

— Podrías decir algo?

— No te das cuenta? Esto no está bien, tú.. y yo, solo... nisiquiera somos algo — Sergio hablaba rápido mientras se sentaba en la cama y cubría su cuerpo con las sábanas.

— Hablemos esto, pero... tampoco es mi culpa, tú estabas en mi closet, tu aroma es muy fuerte y además ambos teníamos nuestro celo, se desató y...—

— Se supone qué eres un Alfa dominante, dónde quedó tu autocontrol?! — el Omega empezó a levantar la voz interrumpiendo al Alfa.

— Dónde quedó el tuyo? Yo también sé que eres un Omega dominante — encaró a Sergio manteniendo su irritación escondida

— Yo?! Tu me detuviste cuándo iba a salir de la habitación! Tu me... — Michel se quedó mudo al sentir la mano de Max cubriendo su boca.

— No me hagas quedar cómo el malo, los dos hicimos esto, además no te marqué nisiquiera anude dentro de ti, eso es tener autocontrol, no? — Max estaba siendo sincero pero no sabía si estaba usando las palabras correctas.

Tutor Privado / ChestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora