LINTERNA:MIRANDO LA LUZ EN LA BAYONETA

Capitulo 13

Chu Ci dio otro medio paso atrás, frunció ligeramente el ceño y miró a Han Yue.

Cuando Han Yue volvió a abrir la boca, ya no tenía paciencia; Con voz severa, dijo: —¡VEN!

Zhao Ting estaba a un lado, temblando de miedo mientras observaba, queriendo calmar las cosas pero deteniéndose antes de que las palabras salieran de su boca, su mirada saltaba incesantemente de un lado a otro de Chu Ci y Han Yue. Su existencia hizo que Han Yue se enfureciera aún más y se apresuró a agarrar a Chu Ci, sus dedos, como alicates de hierro, agarrando con fuerza su hombro, diciendo: —¡Obedientemente, entra conmigo!

Chu Ci hizo una lucha feroz, pero no pudo liberarse. No estaba seguro si era dolor o desdén, sus cejas se arrugaron aún más y el área entre sus ojos mostró una línea profunda.

Han Yue estaba muy familiarizado con esta línea. Chu Ci era una persona que a menudo arrugaba las cejas. La mayoría de las veces, cuando no estaba contento, no hablaba, sino que simplemente se sentaba a un lado y miraba, con el ceño ligeramente arrugado, dando a la gente una especie de sentimiento sereno pero incómodo.

Nunca le había dado a Han Yue una sonrisa, ni siquiera la más mínima cara agradable. Por lo general, en casa, básicamente no hablaba; Incluso si no tuviera otra opción que abrir la boca, haría todo lo posible por utilizar las palabras más concisas para resolver el problema.

Su sensación de presencia era así de débil; a veces no hablaba ni se movía, y simplemente se sentaba allí, mirando por la ventana, con los ojos tranquilos, como si estuviera viviendo una vicisitud. Han Yue se dio cuenta de que Chu Ci estaba muy interesado en la altitud fuera de la ventana. A veces, incluso sentía que cuando Chu Ci miraba por la ventana, en realidad quería saltar y terminar las cosas como estaban.

Este tipo de sentimiento hizo que Han Yue se sintiera muy ansioso, y quería enojarse y tirar cosas, pero también quería obligar a Chu Ci a suavizarse y hablar con él. Por supuesto, si Chu Ci estuviera dispuesto a adoptar una actitud más amable al hablar con él, sonreír más y charlar con él cuando no tenía nada que hacer, entonces definitivamente no perdería los estribos ni arrojaría cosas y cada gramo de su habilidad disponible para convencer a su pequeño amante, dispuesto incluso a agarrar la luna por él.

Han Yue a veces lo encontraba muy sofocante. 

Verás, claramente las cosas serían  m ucho mejores para los dos si suavizaras tu actitud hacia mí; pero tenías que ser testarudo  conmigo. Cuando estás con otras personas eres todo sonrisas, ¿no estás simplemente tratando de hacerme enojar?

—Estamos afuera ahora, no estallaré contigo.—Han Yue tiró con fuerza a Chu Ci y le dio una advertencia llena de amenaza cerca de su oído, antes de volver a darle un tirón feroz: —¡Ven, entra conmigo!

Chu Ci fue arrastrado con tanta fuerza por él que se tambaleó y tropezó cuando lo empujaron hacia la puerta.

El corazón de Han Yue saltaba con fuego, empujándose y jalándolo a través del camino, agarrando con fuerza la mano de Chu Ci mientras caminaba, ignorando por completo el hecho de que los huesos de la mano de Chu Ci fueron agarrados con tanta fuerza por él que estaban emitiendo sonidos. Antes de entrar al salón de banquetes, frente a la puerta, respiró hondo y forzó una cara que no parecía tan aterradora, luego agarró a Chu Ci y entró.

—¡Sí, el ingeniero Chuestá aquí! ¡Todo está bien ahora que estás aquí, todo está bien, solo te estamos esperando para cortar el pastel! —Pei Zhi fue el primero en acercarse, sonriendo mientras saludaba. Inmediatamente después, se dio cuenta de que la atmósfera de los dos no era la adecuada: La cara de Chu Ci parecía mostrar algo de dolor, mientras que Han Yue estaba lleno de ira y la mano agarrando a Chu Ci con tanta fuerza que se le veían las venas.