LINTERNA:MIRANDO LA LUZ EN LA BAYONETA

Capitulo 19

Han Yue no tardó en regresar de Qingdao. Prácticamente voló de regreso por la tarde después de terminar de resolver los asuntos por la mañana. Esto hizo que aquellos que lo esperaban chasquearan la lengua con sorpresa.

Hoy en día, tu superior no era diferente de tus antepasados: tenías que tratarlos con respeto y atenderlos. Si fueran extravagantes, prepárense para que sus billeteras sangren.

Antes de que Han Yue llegara a Qingdao, las personas que lo recibieron fueron informadas de que era un gran maestro y también famoso por no soportar tonterías. Por lo tanto, se habían preparado lo mejor que pudieron para él y planearon meticulosamente dónde debían llevarlo a comer; solo tenían dos palabras en mente al planificar: clase alta.

¿Quién hubiera esperado que Han Yue fuera alguien acostumbrado a la vida en el ejército? Dormiría a tiempo y se despertaría en punto. Ni pedía lo mejor de todo ni pedía a las damas más bellas. No necesitaba dinero ni autoridad, lo máximo que pedía eran algunos souvenirs. Rechazó a las damas tan hermosas como muñecas preparadas para él. Al parecer, tenía una pareja íntima en Beijing; lo amaba tanto, que el Segundo Joven Maestro Han decidió abstenerse.

Quienes lo recibieron quedaron tan asombrados que sus ojos estuvieron a punto de caerse. Solo habían oído que el Segundo Joven Maestro Han tenía mal carácter, una personalidad horrible; ¡nunca habían oído que era un tonto!

Cuando Han Yue terminó con sus tareas, se apresuró a regresar a Beijing, aparentemente incapaz de permanecer allí ni siquiera por un segundo. En el momento en que bajó del avión, fue enviado ante la Comisión. Los informes de todos los datos y números continuaron durante tres días continuos. Cuando lo liberaron después de tres días, finalmente escuchó que algo le había sucedido a Zhao Ting.

Pei Zhi le informó de esta noticia, quien lo había llamado. Han Yue tarareó mientras escuchaba . Cuando escuchó que Han Qiang había ido al hospital y había hecho una escena por este asunto, estalló en un ataque: —¡MIERDA! ¿PIENSA QUE LAS COSAS NO SON SUFICIENTEMENTE PROBLEMAS? PRESIONANDO A LA POLICÍA SÓLO POR UN ZHAO TING, ¿POR QUÉ NO CORRE POR LAS CALLES MIENTRAS SE PONE UN SOMBRERO QUE DICE 'IDIOTA DE SEGUNDA GENERACIÓN'!

—¿Vas a volver a casa?— Preguntó Pei Zhi al otro lado de la llamada.

—¿Crees que soy lo suficientemente tonto como para hacer eso?— El otro lado de la llamada permaneció en silencio por un momento:—¿El comandante no lo llamó?

—Él simplemente me llamó. ¿Qué escoria lamebotas fue a informarle? Voy a actuar como si no lo hubiera visto.

Pei Zhi comenzó a reírse: —¿A la casa del ingeniero Chu? 

Han Yue observó el camino llano más allá de la ventanilla del auto, su estado de ánimo mejoró abruptamente, como si hubiera un calor cálido y suave pasando por su corazón. Lo hizo sentir tan cómodo que todos y cada uno de sus poros se abrieron. Cuando habló, su tono no pudo evitar estar lleno de felicidad:—En el camino. A punto de llegar pronto

— ... El viejo Ren dijo que la úlcera de estómago de Chu Ci es bastante grave; no puede permitirse el lujo de cansarse o enojarse; es mejor que no se agite; tiene que descansar . —Pei Zhi hizo una pausa y dijo: —Haz lo que te convenga. A

ntes de que Han Yue pudiera responder, Pei Zhi colgó.

Cuando llegó Han Yue, ya era hora de cenar. El horizonte estaba teñido de rosa, como sangre. Las calles estaban llenas de niños que acababan de terminar la escuela y adultos que acababan de salir del trabajo, y la fragancia que flotaba desde los restaurantes de abajo hacía que cualquiera que presenciara esta escena se calentara el corazón.