LINTERNA:MIRANDO LA LUZ EN LA BAYONETA

Capitulo 26

Ese día, Chu Ci apoyó a Han Yue y caminó durante más de dos horas antes de salir del sinuoso camino de montaña.

Tan pronto como salieron de la sección de bloqueo de señal, el teléfono celular de Han Yue comenzó a sonar locamente. Hubo más de veinte llamadas perdidas, algunas de la familia Han, algunas de la Comisión Militar, algunas de viejos camaradas del Comandante Han, algunas de Pei Zhi y otras...

Han Yue no tuvo tiempo de recoger a nadie, por que se desmayo debido a la pérdida excesiva de sangre por la herida.

Así que no sabía que durante el tiempo que estuvo atrapado en el valle, el comandante Han había sido medio monitoreado y medio protegido por las personas que estaban encima de él.La esposa del comandante estaba bajo control en Taijiang y  Han Qiang habia sido trasladado en secreto a la casa de su amante A Ling.

Todos estuvieron preocupados por su desaparición durante unas horas.

Han Yue pensó que lo enviarían al hospital, pero cuando despertó, lo que vio cuando abrió los ojos fue el techo de la habitación de Chu Ci.

—¿Despierto?

Pei Zhi se sentó en el borde de la cama con las piernas cruzadas, enviando mensajes de texto a su teléfono sin levantar la cabeza y moviendo los pulgares rápidamente.

—El viejo Ren dijo que deberías despertarte a esta hora. Afortunadamente, estaba diciendo la verdad.

—... ¿Dónde está Chu Ci?

—Estudio.

Han Yue levantó la cabeza con dificultad, solo para ver que su pierna derecha estaba fuertemente atada como una bola de masa de arroz. Respiró hondo y susurró:—Quiero agua.

Pei Zhi envió un mensaje de texto sin levantar la cabeza, diciendo:—Espera hasta que termine.

—Me voy a morir de sed. ¡¿Qué sigues haciendo con tus malditos mensajes de texto?!

—Este no es un maldito mensaje de texto. —Pei Zhi dijo: —La noticia de tu despertar debe ser informada lo antes posible a tus padres, familiares, amigos, camaradas y colegas... incluido a Chu Ci, que está sentado en el estudio y tomando una siesta a esta hora. 

Presionó el botón de envío grupal y dijo: —Me encanta la tecnología moderna.¿Dijiste que tenías sed? 

Pei Zhi tomó el té frío que había estado en la mesita de noche durante quién sabe cuánto tiempo y se lo dio a Han Yue. Han Yue tomó un sorbo y se sintió un poco amargo, y su rostro se puso medio oscuro:—¡Que te jodan, tráeme un poco de agua caliente y fresca!

—Oh, no sé dónde está tu tetera. Si no te importa, ¿le pediré al ingeniero Chu que hierva el agua? El problema es que Chu Ci te cuidó toda la noche de anoche y ahora finalmente tomó una siesta...

La frente de Han Yue se torció por un momento, la expresión de su rostro fue un poco halagada y un poco increíble. Después de un rato, preguntó en voz baja:—Él realmente... ¿me cuidó toda la noche?...

Pei Zhi asintió solemnemente y se dijo a sí mismo: No pienses en eso.  Si realmente te amara ¿por qué me llamo en medio de la noche?

La expresión en el rostro de Han Yue se volvió muy complicada en un instante. Hubo una especie de alegría y emoción incontenibles emergiendo de las comisuras de sus cejas y ojos, y trató desesperadamente de ocultar su expresión frente a Pei Zhi por un tiempo, haciendo que se quede estupefacto. 

—Entonces... entonces olvídalo, déjalo descansar, en realidad no quiero agua, déjalo dormir, déjalo dormir...

Pei Zhixin dijo; Mereces morir de sed, ¿por qué no moriste de sed antes?