𝐒𝐞𝐯𝐞𝐧

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El proceso de recuperación de un trastorno alimenticio es una cosa bastante compleja, nada fácil para la persona que tiene que pasar por ello

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El proceso de recuperación de un trastorno alimenticio es una cosa bastante compleja, nada fácil para la persona que tiene que pasar por ello.

Porque, contrario a lo que muchas personas piensan, la cosa no va simplemente de volver a comer y dejar de sentir inseguridades sobre tu imagen.

En realidad, la recuperación es mucho más que solo eso.

Llega un momento de esta en la que tienes que cambiar tu forma de pensar por completo para poder entender que lo que haces no es para nada bueno para ti, ni para la gente a tu al rededor, durante esto tienes que lograr una relación estable, buena y saludable con la comida, para lograr ingerir algo sin que una nube de culpabilidad te carcoma hasta hacerte sentir insuficiente.

La recuperación muchas veces se siente como dejar de hacer una disciplina en la que llevas trabajando mucho tiempo. Aun más cuando se habla de la recuperación de un trastorno tan especifico como la anorexia, uno en el que te acostumbras a las sensaciones y te planteas objetivos específicos para lograr lo que quieres. Dejar de hacerlo, dejar de matarte de hambre continuamente y empezar a romper la rutina que esto conlleva, dejar de pensar que esta mal el comer algo, consumir azúcar, o cualquier cosa en general.

Y Diego, no estaba seguro de querer pasar por todas esas cosas que lo harían sentir peor de lo que lo hacía sentir la misma enfermedad. No se sentía del todo preparado para tener todos esos sentimientos.

Pero tenía a Edson a su lado, lo tuvo en cada momento.
Edson estaba ahí cuando salió del hospital bajo la condición de asistir a una consulta nutricional. Estuvo ahí cuando hicieron a sus padres firmar una carta qué lo obligaba a acudir a algunas reuniones con un especialista en personas que se sentían de la misma forma que el. Estuvo ahí cuando sus padres lo regañaron por verse de la forma en la que se veía.

Y eso, era suficiente para el. Con Edson a su lado, se sentía capaz de intentarlo, intentar pasar por todo eso y lograr sanar.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Edson en cuanto ambos estuvieron en su habitación

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- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Edson en cuanto ambos estuvieron en su habitación.

Había sido uno de esos días que son agotadores para ambos gracias a las terapias grupales de Diego.

- Estoy mejor, supongo. - Respondió de forma simple mientras se acercaba a abrazarlo para recibir un beso en sus labios. Era su premio por asistir a sus terapias.

Ninguno habia querido discutir su relación aun, lo único importante por el momento era la salud de Diego, los tecnicismos del porque se besaban los discutirian una vez que se sintiera bien consigo mismo, Edson no quería agregarle una carga más al menor.

- ¿Quieres que salgamos a algún lado para aumentar tu humor? Puede ser al parque, o a algún lugar que te guste. - Sugirió después de su pequeña sesión de besos inocentes, sacando una pequeña sonrisa de parte de Diego.

- Supongo que es buena idea... No he comido aún, ¿vamos a comer? - Sugirió usando su tono más natural posible, como si hablara de algo tan básico como el clima o su serie favorita.

Edson asintió de forma emocionada. - Claro bonito, a donde tu quieras. - Beso sus labios de forma casta. - ¿A qué lugar quieres ir?

- Uhm... Hoy en la terapia grupal una chica dijo que fue a McDonald's y se me antojo algo así ¿Porque no vamos? Tengo años sin comer una cajita feliz - Río emocionado contagiando un poco al más alto quien asintió tomando su mano.

- Vamos a allí. Creo que los juguetes son de animalitos, mamá le compro una a Hallie la semana pasada. - Señaló de forma amable evitando el grito de emoción ante que Diego realmente quería ir a comer. Como si no fuera un paso enorme en su recuperación.

Edson estaba amando la forma en la que Diego llevaba todo el proceso, estaba demasiado agradecido con el universo por hacer que las cosas fuesen tan diferentes esta vez, que Diego aceptará recuperarse, ir a terapias, en privado y grupales, tener las citas con un nutriólogo, y lo más importante; Regresar a comer.

Sabe lo difícil que puede ser para el, lo horrible que es pasar por todo eso, y por ello quiere estar con el en todo lo haga, porque odiaría que a Diego le pasará lo mismo que le paso a Alex.

Así que lo acompaña a comer McDonald's, compra dos "Cajita Feliz", una para cada uno, y lo observa comer con una sonrisa, acaricia su mano de forma suave para mostrar su apoyo, y comen como si no fuese algo complicado.

Como si ambos siguieran siendo dos adolescentes normales, que nunca pasaron por un trastorno alimenticio. Y por primera vez desde que Edson conoce a Diego, no son observados. Porque nadie nota los huesos ya no tan marcados de Diego, porque Edson esta en otro estado, en un lugar en el que nadie conoce su historia.

Y se sienten felices de ese modo.

Sin que las cosas sean tan complicadas como ambos pensaron que serían.

Por que no importa cual sea su peso, o los motivos por los que se metan en eso. Siempre serán suficientes.

Fin.

Bueno, este es el final, un poco corto, pero esperen el Epílogo, y un extra que tengo en mente sobre la historia de Edson y el quien es Alex.

Nos vemos en una o dos Semanitas, love all.

Pd. Si a alguien le interesa tengo 2 fics Larry recién comenzando, una Ochoado por terminar y otras historias en mi perfil 💗

𝘌𝘯𝘰𝘶𝘨𝘩 | 𝘚𝘩𝘰𝘳𝘵 𝘍𝘪𝘤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora