𝖪𝗇𝗒: 𝖢𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖷 𝖫𝖾𝖼𝗍𝗈𝗋𝖺 【+𝟣𝟪】

𝖦𝗂𝗒𝗎𝗎 𝖳𝗈𝗆𝗂𝗈𝗄𝖺 𝗉𝗍𝟣/𝟤

𝖯𝖾𝖽𝗂𝖽𝗈 𝖽𝖾:giyuuhazmetuya el mejor nombre, Giyuu tu esposo y el que soporte💋💅. Esto no lo escribí yo, disfrútenlo 😀👍🏻
───✱*.｡:｡✱*.:｡✧*.｡✰*.:｡✧*.｡:｡*.｡✱ ───

Eras una estilista muy buena y famosa en Tokio por tu exelente trabajo. Terminabas de cortarle el cabello a una joven y una de tus ayudantes te llamo, ya que recibiste una llamada.

──Hola, ____ ______, ¿En qué puedo ayudarle?──.

──Hola, mi nombre es Suki. Soy representante de un actor muy famoso, necesito una cita privada con usted y mi jefe, necesita un corte de cabello nuevo y el quedó encantado con su trabajo──.

──Bien, puede venir ahora, no hay tantos clientes──.

──No, no, ¿Usted no entiende? Una cita privada, dónde no haya personas, solo usted y el──.

──Bien, pero no sé. Cerramos a las siete y media──.

──Perfecto, nos vemos a las siete y media── ella colgó y no dejo que le explicarás bien.

──¿Pasa algo señorita ____?── negaste y luego volviste con la clienta.

Las horas pasaron y estabas lista para cerrar el local, tus ayudantes se fueron y terminaste de barrer y trapear el lugar, mientras acomodabas los secadores y las planchitas, alguien tocó la puerta.

Miraste y viste a un hombre encapuchado, y cerca de el habían más personas de traje. Temblaste al imaginar que eras personas que venían a hacerte daño o a destruir tu local, te acercaste y abriste la puerta.

──¿Si?── detrás de el se asomo una chica de cabello rosa, está sonrió y entro al salón junto al hombre que estaba encapuchado. ──Lo siento... Está cerrado ya..──.

──Lastima, mi jefe no gastará su tiempo en vano, ¿No hay otra habitación más cerrada?── empezó a mirar más el lugar ──aquí es perfecto, nadie lo verá señor. Y usted, haga su trabajo y se le pagará bien, esperaremos afuera── sonrió y luego se fue.

Quedaste sola con aquel hombre, empezó a quitarse las lentes y el cubrebocas, y luego se quitó el abrigo que llevaba puesto dejando ver su rostro. Quedaste con la boca abierta al reconocerlo, el famoso actor y modelo, Giyuu Tomioka.

──¡¿Usted es Giy..── el tapo tu boca y puso su dedo en sus labios, señal para que no gritaras, asentiste y luego quito su mano ──lo siento... No sabía que... Iba a atender a un famoso como usted... Mil disculpas── hiciste una reverencia.

──No te preocupes, casi siempre me pasa. Bueno, a lo que venía porfavor── asentiste y le pediste que se sentará.

──¿Que es lo que quiere exactamente?── tomo la revista donde habían muchas referencias para cortes de cabello ──¿Le gusta alguno?── negó y dejo la revista.

──Corta lo, no tan corto, porfavor── asentiste y luego le quitaste la banda que sujetaba su cabello.

Su cabello era bastante largo, al igual que se notaba que nunca se lo tiñó ni se cortó, estaba muy bien cuidado y te daba lastima cortarlo.

──¿Se puede donarlo, verdad?── lo miraste y luego miraste el cartel que habías puesto. ──Me gustaría que lo dones, si es que se puede aún── asentiste y luego buscaste tu bolso con las tijeras y otras cosas que usabas.

Empezaste a mojar su cabello suavemente y a peinar lo desde las puntas hasta arriba. Empezaste a cortarlo lentamente y cada mechón lo ponías sobre la mesita que tenía a tu lado, ya que si caía al piso, no serviría mucho. Después de varios cortes y pasadas de peine, terminaste.

──Ya está señor, espero que le guste── te alejaste y el se miro al espejo, notaste que su rostro se notaba más, y era muy atractivo.

──Me encanta, tienen razón── se giró y te sonrió ──eres muy buena en tu trabajo── te sonrojaste levemente y luego se acercó. ──Voy a recomendarte con mis amigos── tomo sus cosas y ambos se dijieron a la entrada, el se cubrió otra vez y la peli rosa se acercó a ti con un sobre.

──Aquí tiene, muchas gracias por su servicio y disculpe la hora── tomo tu mano y te dió el sobre, luego se acercó y te susurro ──ni una sola palabra, ni con tu familia ni amigos. Nadie debe saber que el estuvo aquí── sonó muy amenazantes y luego se alejo ──¡Cuídate mucho, y ya sabes, ni una sola palabra!── hizo una reverencia y luego subió al auto.

Entraste de nuevo y cerraste con llave, sin antes activar las alarmas, apagaste las luces de la parte de adelante y volviste a dónde estabas con el, limpiaste las cosas que usaste y luego barriste un poco. Te pusiste a arreglar los mechones que le habías cortado, y luego los ataste y los pusiste en una caja donde habían más cabello que la gente donaba.

Los días pasaron con normalidad, el corte de su cabello era tendencia mundial, y muchos hablaban de el. Hasta en las revistas habían artículos de su nuevo corte de cabello.

Se cumplió un mes desde que el se había cortado el cabello, y jamás imaginaste verlo de nuevo.

──¡Oh, señor Giyuu!── hiciste una reverencia al verlo, el lugar estaba vacío para su suerte, el te sonrió y luego se quitó el gorro dejando ver su cabello largo y desordenado.

──Creo, que necesito un tratamiento. Mi cabello se puso así desde que me echaron una cosa rara, en la película que grabé, una marioneta de un mounstro me echo un líquido verde, y mi cabello se puso así. ¿Lo puedes arreglar?── asentiste.

──Así es, venga conmigo── te siguió y se sentó ──con su permiso── comenzaste a tocar su cabello y se podía sentir la sequedad y lo quedado que estaba ──¿No se hizo nada en el cabello?── el iba a negar, pero asintió ──¿Se pasó la plancha?──.

──Si, trataba de arreglarlo para las fotos, pero no cambiaba nada──.

──Bien, voy a arreglar su cabello, pero tomara tiempo── el asintió y te pusiste manos a la obra.

Comenzaste a lavar su cabello y a aplicarle unas cremas y luego una mascarilla, empezaste a peinar lo y empezar a cortar le de nuevo. Dejaste que su cabello se secara al natural y mientras esperaban, se pusieron a tomar té.

──¿Hace cuanto tiempo eres estilista?── pregunto mientras bebía de su té.

──Hace ya cinco años, comencé a los 15── bebió más de su té y te miro.

──¿No tienes pareja verdad?── negaste ──que bueno── dijo en voz baja, lo miraste algo confundida y el se dió cuenta de lo que dijo ──no... No quiero decir... Que me alegre que no tengas novio, es decir, yo... Lo siento── te resiste y no evito ponerse rojo de la vergüenza.

──Tranquilo, no pasa nada. Déjame ver si tú cabello se seco── te pusiste de pie y tocaste su cabello ──ya está algo seco, mientras vaya de camino se secara más rápido── tomaste una bolsa y se la diste ──usa esta crema, es muy buena para el cabello dañado y podría tener su cabello como antes── la tomo y acarcio tu mano.

──Muchas gracias, prometo volver pronto── te sonrojaste y asentiste. ──Por cierto, me encantaría invitarte a cenar a mi casa. Allí tendremos privacidad y nadie molestará, más por los paparazzi── asentiste y el tomo tu mano y la beso ──nos vemos mañana por la noche, enviaré a alguien que te pase a buscar, nos vemos── se volvió a cubrir y salió del salón.

Tu corazón estaba a mil por hora, cerraste el salón y te pusiste a limpiar para calmarte, pero tú corazón seguía acelerado.