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El día fue bastante largo y agotador, habían llegado ocho mujeres y todas venían juntas, ya que tenían una boda y querían todas el mismo peinado, tuviste que cerrar ya que eran muchas las personas que llegaban y no te alcanzaría el tiempo, así que lo cerraste por hoy para atender a esas mujeres.
Cuando terminaste empezaste a limpiar y cerrar el lugar, un auto llegó y tocó bocina, te acercaste y la ventilla bajo dejando ver a Giyuu, que estabas encapuchado otra vez.
──Hola, ¿Ya nos vamos?── pregunto y podías notar sus ojos enchinados, eso significa que estaba sonriendo.
──Amm, estoy toda sudada y desarreglada. Primero iré a mi casa a tomar un baño y a arreglarme── el asintio y luego hizo señas para que subieras.
──Sube, te llevaré a tu casa── negaste pero el insistió y hizo hiciste.
Al llegar a tu casa, le pediste que se quedara hay hasta que te arreglarás, el se negó a quedarse y te siguió. Al entrar el lugar estaba limpio y en orden, así que no se llevaría una mala impresión.
──Espéreme aquí, prometo no tardar── el asintio y te dirigiste al baño y te quitaste la ropa para entrar a la ducha.
Al salir pasaste rápidamente para que no te viera, por suerte estaba de espaldas con sus teléfono. Buscaste tu ropa y te cambiaste, tu cabello seguía húmedo así que lo secaste un poco con el secador. Saliste ya arreglada y el te sonrió.
──Estás muy hermosa, ya vámonos, todo está listo── ambos salieron y volvieron a subir a su auto.
Al llegar quedaste con la boca abierta al ver su enorme casa, era obvio, es actor y modeló. Entraron y su casa brillaba mas que un diamante.
──Esperame aquí, iré a cambiarme de ropa── asentiste y el subió y luego te sentaste en el sofá. Miraste el lugar, estaba muy bien decorado y no había nada de polvo en ningún lado.
Después de unos minutos bajo, tenía una camisa y pantalones negros y zapatos que le hacían juego.
──Ven, vamos a la cocina── lo seguiste y viste la mesa ya lista con la comida. Notaste que no habia nadie en el lugar ──le pedí a mis mayordomos que se tomarán la noche, para respetar tu privacidad── te sirvió vino y luego la comida ──no sabia tu gusto, así que decidí que hagan de todo un poco, pero no para exagerar mucho──.
──Todo se ve delicioso, que me da pena comer── el se rió.
──Anda, sin pena, toma lo que quieras── comenzaron a comer y a beber mientras charlaban. Pero más se interesaba de saber por ti, gustos y otras cosas.
Luego de una larga cena y charla, entre ambos lavaron los platos y guardaron la comida que quedó. Se sentaron en el sofá para seguir bebiendo.
──¿No tienes novia?── el negó ──¿Y porque no? Podrías tener a muchas novias, hasta podrías salir con una modelo o actriz── el negó y bebió de su copa.
