Una hermana como Kyouka

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Sólo soy rutina para ti.

Chuuya apuñala un par de guisantes, con los ojos fijos en el moretón descolorido en forma de dedos en su brazo.

Y eso es todo lo que también eres para mí.

Cuando Chuuya presiona el moretón, ya no duele.

Él desearía que doliera.

Sólo me necesitas porque siempre he estado ahí.

Chuuya se siente como un prisionero. Uno real. Aunque no hizo nada malo, todas las personas que le importan lo tratan como una mierda.

Eres tan estúpido.

¿Qué hizo Chuuya para merecer esto?

No fue él quien se empujó del edificio. Y sin embargo es él el que tiene su teléfono vigilado, el que no puede salir de su casa, el que fue abandonado por la persona que provocó todo esto.

El que está encerrado en su casa durante las vacaciones de verano.

"Chuuya".

El pelirrojo se sobresalta un poco.

Levanta la cabeza para mirar a Kouyou, quien lo observa con cara preocupada y las cejas fruncidas. Cuando mira su plato, se da cuenta de que, distraídamente, ha aplastado la mitad de los guisantes hasta convertirlos en pure.

"Es la cuarta vez que llamo tu nombre", afirma Kouyou, dejando el tenedor.

No recibe respuesta, y mucho menos una disculpa. Chuuya simplemente sigue triturando los guisantes.

"Deja de hacerle eso a tu comida", espeta la mujer. "Mira, Chuuya, no sé qué pretendes estando tanto tiempo en silencio, pero no me gusta".

Chuuya aprieta la mandíbula. "Es de buena educación permanecer en silencio durante la cena", murmura con amargura.

Kouyou se burla, sacudiendo la cabeza. "Tú y yo sabemos que a ti no te importa un carajo la buena educación", dice, recostándose en su asiento. "Has estado actuando así durante la última semana. Ya basta."

Chuuya parpadea ante su plato.

Realmente no tiene apetito.

Después de un momento, el pelirrojo empuja el plato lejos de él, poniéndose de pie. "Se ve delicioso", dice sin emoción. "Sin embargo, no puedo molestarme en comer ahora".

"Siéntate y come, Chuuya", ordena Kansuke en su habitual tono aburrido desde donde se sienta, siempre más cerca de Kouyou que de Chuuya.

Chuuya tiene que abstenerse de mirar a su padre; después de todo, él es su padre, le haya estado fallando durante mucho tiempo o no, así que tal vez merezca al menos algo de respeto. "No, gracias", dice Chuuya, levantando su plato y caminando hacia la cocina conjunta. Allí, pone la comida restante en el recipiente de plástico que probablemente irá al refrigerador para comerla como sobras más tarde, y luego lava su plato y cubiertos, colocándolos en la rejilla para secar.

Mientras pasa junto a la mesa del comedor en dirección a las escaleras, dice: "Mañana iré al parque".

"¿Con quién?" pregunta Kouyou.

"Solo"

"No."

"¿Cómo que no?" pregunta el pelirrojo, deteniéndose para darse la vuelta y mirar a la mujer.

Kouyou pone los ojos en blanco. "Como escuchaste. No saldrás solo de la casa".

Chuuya se burla, sacudiendo la cabeza. "Tengo dieciocho años. Es mi último verano en la escuela secundaria. Dame un maldito descanso. Estás actuando como si Dazai fuera a aparecer en el parque exactamente a la misma hora que yo para apuñalarme con un puto cuchillo de cocina".

Inseparable • SoukokuWhere stories live. Discover now