No podemos estar separados

570 57 89
                                    


"Mañana iré a la playa con algunos amigos".

Kouyou, desde el otro lado de la cocina, deja de cortar las zanahorias. Aunque no es una gran cocinera, y Kansuke tiende a ser el que cocina (a pesar de ser tan flojo que tienen que pedir delivery al menos tres veces por semana), todavía sabe lo básico, como cómo usar un cuchillo y cómo saben ciertos ingredientes cuando se mezclan. En este momento, está preparando una ensalada como bocadillo nocturno antes de regresar a la cama para descansar y comenzar sus actividades temprano en la mañana.

Su cabello está recogido en un moño apretado que no deja ningún mechón suelto. Define su mandíbula y pómulos afilados hasta un punto que es casi intimidante mientras gira la cabeza para mirar a Chuuya, con los ojos ligeramente entrecerrados.

"Ya veo", Kouyou arrastra las palabras lenta y frustrantemente, como si el tema del que hablan fuera la cosa más ridícula que jamás haya oído. "¿Con qué amigos, exactamente?"

Chuuya parpadea. Bueno, no habló mucho del tema con Yosano, así que no tiene idea de quién irá realmente.

Es prácticamente seguro que Atsushi vendrá, Akutagawa también, sinceramente, es más extrovertido de lo que parece; Kunikida es un caparazón difícil de romper, pero terminará cediendo; Ranpo es una probabilidad del cincuenta por ciento. No tiene idea si Yosano también invitó a sus compañeros de trabajo, como Higuchi, Poe, Kenji y Tachihara. Podría haber una gran posibilidad.

"Sólo... algunos amigos de la escuela", miente Chuuya. Bueno, es sólo media mentira.

Kouyou chasquea la lengua y vuelve a mirar la zanahoria, procediendo a cortarla en pedazos. "¿Estará Dazai ahí?" pregunta monótonamente.

Chuuya duda.

¿Dazai...?

Oh, joder—

Ni siquiera había pensado en que también podría ser invitado.

Y ahora sería un poco sospechoso salir de la cocina y enviarle un mensaje a Yosano preguntándole, porque eso provocaría que Kouyou se diera cuenta que las personas con las que irá son cercanas a Dazai y podrían invitarlo, y entonces no hay manera de que le de permiso a Chuuya de ir a la estúpida playa.

Pero él quiere ir.

Realmente quiere ir.

Y, después de darse cuenta de que Dazai podría haber sido invitado...

Bueno, eso sólo aumenta sus ganas.

"No", miente Chuuya. Casi le asusta lo fácil que la mentira resbala de sus labios, como mantequilla blanda untada sobre pan caliente. "No son amigos de Dazai".

Kouyou se gira por una fracción de segundo para mirar al pelirrojo, sus ojos distantes, pero cálidos. "Está bien. ¿Volverás antes de que oscurezca demasiado?" pregunta suavemente.

Chuuya asiente con demasiado entusiasmo, su corazón late con alivio de que ella haya aceptado, de que pueda haber una pequeña posibilidad de finalmente ver a Dazai. "Sí", dice, girando sobre sus pies y comenzando a caminar. "Intentaré volver durante el atardecer".

Chuuya siente la mirada de Kouyou en la parte posterior de su cabeza como dos cuchillos afilados.

Puntiagudos y filosos,

Empujando hacia su carne y hacia su cerebro.

"Estoy confiando en ti, Chuuya", afirma Kouyou.

El pelirrojo asiente.

Y odia esas palabras, porque una vez que Chuuya está de regreso en la segura soledad de su habitación, siente algo alojarse en su garganta. Algo terriblemente parecido a la culpa.

Inseparable • SoukokuWhere stories live. Discover now