Sin poder, ¿hay responsabilidad?

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-Una semana, ¡una semana y no tenemos nada!, parece que la tierra se lo trago- decía furioso Mysterio.

-Quizá fuiste muy duro con el chico aquella vez, lo ahuyentaste- expresaba el camaleón.

-Si ese es el caso, debemos hacer que regrese pero ¿cómo?-

Lincoln estaba acostado en su habitación mirando el techo, no podía dejar de escuchar los gritos de desesperación de la mujer que pedía ayuda para su marido aquella vez de la tienda, ¿por que se sentía tan culpable?, ¿no era su culpa o si?.

-¿Por que no puedo ser feliz?, ¿que necesito?, ¿que es lo que debo hacer?-

Lincoln fue sacado de sus pensamientos cuando recibió una videollamada de su hermana Lori, eso siempre lo animaba:

-Hola Lori, ¿cómo estás?-

-Genial, mi equipo literalmente se ha convertido en el mejor de la universidad. Pero, ¿tú cómo estás?, te veo un poco apagado-

-¿Yo?, creo que bien, ¿por que no lo estaría?- decía Lincoln intentando sonar más alegre, algo que no funcionó.

-Literalmente no lo se, tu dímelo ¿seguro que no quieres hablar con tu hermana mayor?-

-Me siento confundido y agobiado. Se que tengo una responsabilidad por cumplir pero no se si soy capaz de realizarla de forma correcta-

-Creo que todos nos hemos sentido alguna vez así hermano- respondía Lori con una sonrisa.

-¿De verdad?-

-Dímelo a mi, ser la hermana mayor de 10 hermanos no es tarea fácil. Recuerdo que cuando ustedes eran pequeños y les ocurría algo malo me sentía la peor hermana del mundo-

-Pero tu hacías lo que podías-

-A eso quiero llegar Linc. Todos tenemos que afrontar a lo largo de la vida responsabilidades que nos rebasan y que no seremos capaces de cumplir solos. Lo importante es aceptar que nos hemos equivocado y que nos vamos a seguir equivocando, pero debemos ver aquellas errores como oportunidades para levantarnos, ser más fuertes y continuar adelante. Además de que no tenemos que cargar con los problemas nosotros solos, siempre habrá gente que nos ame y estará dispuesta a ayudarnos, como tú hermanito-

-¿Como yo?- preguntaba confundido Lincoln.

-Voy a contarte un secreto y quiero que escuches con atención. Como hermana mayor se supone que debía ser  quien siempre estuviera ahí para ustedes, para apoyarlos, cuidarlos, aconsejarlos y creía que lo hacía bien, pero fue aquella noche en la que todos ustedes hicieron un motín contra mi que la verdad cayó sobre mi como un balde de agua fría. Quizá yo era quien mantenía el orden, pero eras tú quien nos mantenía felices. Eras tú quien conseguía llegar a nuestros corazones y hacernos sentir mejor cuando lo necesitábamos, por mucho que yo conociera los problemas de todas, eras tú quien ideaba los complicados planes para animarlas-

-Pero muchas veces soy yo quien mete a toda la familia en problemas por mi egoísmo-

-Es cierto, pero a pesar de tus errores buscabas formas de corregirlos y con ello demostraste ser el hermano mayor que yo nunca logré ser-

-¡Gracias Lori!, te extraño mucho. Pero sabes algo, siempre serás la mejor hermana mayor- decía un conmovido Lincoln.

-Yo literalmente también te extraño copo de nieve, pero iré a visitarlos en vacaciones. Me saludas a mamá y papá- cuelga la llamada.

Lincoln sabía lo que debía hacer pero ¿cómo regresaría spider-kid si no tenía poderes?. Lo que estaba claro era que no lo sabría quedándose deprimido en su habitación, quizá solo debía actuar y ya, quizá solo era eso, un salto de fe y como diría Lori, literalmente un salto. El peli blanco subió al techo de un edificio, ya antes había brincado edificios, pero la diferencia era que tenía poderes, el viento despeinaba a Lincoln y sus piernas temblaban, de cualquier forma había elegido el edificio más pequeño cercano al hospital por cualquier inconveniente. Lincoln entonces se dirige al lector:

Spider-Kid LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora