Parte 16

114 18 4
                                    

- Kurama tiene el informe que presenté a las autoridades internacionales cuando me puse en contacto con los padres.

- No quiero leer el informe. Quiero que me lo cuentes.

¡Como había cambiado el mundo! Pasó de no creer ni una sola palabra de lo que decía, a querer que le cuente las cosas personalmente.

Aún no se lo terminaba de creer.

- Está bien. En cuanto llegamos empezamos a buscar en los sitios en los que pensamos que podía estar el niño, pero no lo encontramos. Al final, nos rendimos después de más de una semana y pedimos directamente a un menor para tener sexo. Imagínate nuestra sorpresa cuando nos preguntaron nuestra preferencia de edad. Ahí es cuando nos dimos cuenta que había varios niños. Pedimos un adolescente porque así podíamos hacerles preguntas y cuando nos dijo cuántos eran y donde los tenían, llamamos al barco y los sacamos a todos de allí lo más rápido posible.

Javier dejó salir en aire que estaba conteniendo.

- ¡Qué fácil!

- ¿Fácil? No estoy seguro de que fuera fácil. Te lo preguntaré de nuevo. ¿Qué es lo que quieres saber en realidad?

- Yo... ¿Podría haberlo hecho?

- Ya entiendo. Lo que quieres saber de verdad es si me follé a Miguel.

- Has dicho que mirasteis en los sitios buscando al niño. Creo que eso podría haberlo hecho yo también.

- Lo que no te he dicho es que, a cada sitio que íbamos a mirar, teníamos sexo como conejos. Había zonas como mazmorras donde azoté el culo de Miguel antes de follarlo en público, e incluso me lo tiré en la mesa del restaurante después de haberlo embadurnado de nata. Miguel se la tuvo que chupar a un desconocido en la zona de intercambio de parejas, y por poco no fue follado por otro tío... ¿Crees que nos habrían dejado pasearnos sin más por allí solo mirando y haciendo preguntas? ¿Piensas que esos tipos son estúpidos y no se hubieran dado cuenta de que solo estábamos espiándolos si no hubiéramos hecho nada? La respuesta a tu pregunta es, no... No podrías haberlo hecho.

Dante se levantó de su silla.

- Ahora, si me disculpas, voy a ver a mis hijos.

Unos minutos más tarde, Oscar esta allí y se sentó a su lado.

- ¿Estás bien?

Javier asintió.

- Solo aceptando que no solo soy un padre inútil que consiguió que le rajaran la cara a un niño y lo trató como basura durante años, si no que no soy capaz de ayudar a salvar a nadie.

- En serio, padre ¿Qué respuesta era la que querías? ¿A caso querías que te mintiera?

- No... No lo sé. A lo mejor esperaba eso.

- Dante nunca te mentiría. No en algo tan importante.

- Al fin y al cabo, supongo que llevar a Miguel era la mejor opción.

- No era la mejor opción. Era la única. De todas maneras...

- ¿Qué?

Oscar se tomó un momento para pensar en como decírselo sin decírselo. Su padre había cambiado mucho últimamente pero su lealtad seguía estando con Dante.

- Para Dante no fue fácil tampoco.

- ¿A qué te refieres?

- Quizá te parezca que es fuerte, que puede con todo y no hay nada que se le resista, pero en verdad Dante tiene un corazón muy sensible. Lleva enamorado de un hombre toda su vida... Y cada vez que tiene sexo con alguien, es a él a quien quiere abrazar, así que ni se plantea tener una relación estable porque mentiría y no suele tener aventuras muy a menudo... No quiero ni imaginar lo mal que lo ha pasado allí, fingiendo que deseaba a un hombre por el que no siente nada. Así que no le vuelvas a decir que ha sido fácil. Para él fue todo menos eso.

La protección de un DragónWhere stories live. Discover now