¿Sweet or Dick? || Hyunchan ||

Capítulo tres.

Esperaba el café sentado en una de las mesas al fondo de la cafetería, viendo muy concentrado su celular, revisaba las cosas que tendría que hacer hoy, si había alguna reunión o eso. Aunque literalmente siempre se aprenda las agendas de memoria, siempre las revisa por la mañana por si se le olvidó algo y lo toma por sorpresa.

Un silbido lo alertó, sonriente se levantó tomo su café y pago, para después despedirse y subir el ascensor. No entendía la necesidad que tenían los jefes por beber café sin azúcar.

Para él es lo peor que existe.

Tocó la puerta y suspiro, formando una sonrisa, abrió al escuchar el sonido de que podía pasar.

Y ahí estaba Hyunjin, viéndose absolutamente guapo con el simple hecho de leer algunos papeles con sus lentes puestos, y él no pudo evitar morderse el labio ante tal imagen.

- ¿Sí? — hablo Hyunjin.

Salió de sus pensamientos y colocó el café en el escritorio, derramando un poco sobre este. Tomo unas servilletas mientras se disculpaba y limpiaba frenéticamente.

- no no, no te preocupes.. — pronunció Hyunjin, mientras también ayudaba a limpiar.

- discúlpeme, no fue mi intención, soy un inútil.. — seguía limpiando.

- Bangchan no, Bang deja eso. — dijo, mientras intentaba que Bang soltará las servilletas y se calmara. Solo era un poco de café en la madera, no había arruinado papeles importantes o algo por el estilo.

Hyunjin dejo de intentar ayudarle a limpiar.

Y Bangchan dejo de limpiar como loco cuando lo vio con un semblante serio y las manos en la cintura.

- ¿Tienes algún problema mental? — soltó Hyunjin después de unos minutos en silencio.

- ¿Eh..? — alzó una ceja — no, no tengo problemas mentales, ¿Por qué? —

Bangchan seguía con con las manos juntas al altor de la cintura, sintiéndose apenado. Mientras Hyunjin seguía siempre con el semblante serio, y un poco enojado quizá, y las manos en cada lado de la cintura.

- Por como te comportaste se puede decir que tienes algún problema. —

Bangchan paso de sentirse apenado a enojado.

Le estaba diciendo loco.

- pues no, no tengo ni un problema mental señor Hyunjin — remarcó el 'señor' — como sea, si no desea algo más ya me voy. —

Aunque la taza quedó medio vacía, no pensaba volver a la cafetería después de que le dijera loco sin pelos en la lengua.

Hyunjin solo movió la cabeza y eso le indico a Bangchan que ya se podía ir. Y así lo hizo, salió del despacho cerrando la puerta de un portazo.

- Es muy tierno cuando se enoja. — dijo Hyunjin para él mismo, una vez Bangchan salió.

Sonreía mientras volvía a lo que estaba.

(...)

El mediodía llegó pronto, y la calor también, Bang sentía que se estaba asando dentro de la empresa, el aire acondicionado estaba averiado por lo que solo quedaba beber agua helada para no morir de calor.

La puerta se abrió, sacándole un susto, se paró con las manos detrás de su espalda y una sonrisa dibujada en su rostro, Hyunjin se veía cansado.

- ¿Pasa algo Hyunjin? — habló. Encuentra raro decirle solamente Hyunjin pero está bien porque él lo quiere así.

- Eh.. no, no pasa nada lindo..  Bangchan, perdón... — carraspeó, mientras se rescaba nervioso la nuca. — uh, dile a los trabajadores que se reúnan en el mismo lugar que se reunieron el día que vine. — sonrió y volvió entrar a su oficina.

¿Mismo lugar? ¿No era más fácil decir que en la salida de la empresa?

Pensó Bang rodando los ojos, caminando dispuesto a avisarles a los trabajadores que se reunieron ahí.

Pero se detuvo en cuanto se dió cuenta de o tonto que estaba siendo, ¿Cómo les avisaría a más doscientos trabajadores que se reunieron en la salida de la empresa? Negó con la cabeza riendo mientras sacaba su celular del bolsillo, entro a KakaoTalk y aviso a través del grupo de trabajo, la mayoría de trabajadores enviaron un stickers y otros simplemente leyeron el mensaje.

Pronto todos estaban casi corriendo hacia donde les dijo.

Y Bang también por supuesto.

Llegó justo a tiempo, Hyunjin estaba esperándole al parecer. Cuando le vio entre la multitud le sonrió y comenzó su discurso.

- Eh.. bueno, los mandé a llamar a todos aquí por una razón en específico, les puedo jurar que en todos estos años no han tenido vacaciones o han ido a algún viaje pagado por la empresa, ¿Cierto? — todos negaron ante esto, incluyendo a Bang. — pues bueno, la gran noticia es, todos los trabajadores están invitados a un viaje todo pagado a una zona rural turística y sumamente hermosa, el que desee ir será bienvenido, y el que no puede quedarse en su casa. — sonrió.

Aplausos, voces e incluso gritos se escucharon en cuanto terminó su discurso. Bangchan por supuesto aplaudió con una gran sonrisa, su sueño siempre fue ese.

Un viaje en autobús a una zona rural.

Divino.

Todos los trabajadores volvieron a dispersarse, pero no sin antes pasar junto a Hyunjin a agradecerle, o eso creía que hicieron.

Bangchan volvió en sí cuando escucho la voz de Hyunjin llamándolo, comenzando a caminar junto a él, subieron el ascensor. Todo quedó en silencio, Bangchan quería salir corriendo, y Hyunjin quería estamparlo contra la pared y besarlo.

Personas diferentes, pensamientos diferentes, iguales deseos.

Las puertas se abrieron, saliendo primero Bangchan y después Hyunjin, ahora sí respetando la costumbre coreana de la edad.

Bangchan lo seguía con una sonrisa detrás de la espalda, y Hyunjin iba muy metido en sus pensamientos. Los pocos trabajadores de ese piso, los quedaron viendo.

Veían mucha conexión entre ellos, además de que se veía el interés.

Ya hasta se quería crear un chisme.

Bangchan al notar esto, borro su sonrisa, arreglando su postura.

Se sentó en su lugar y Hyunjin estaba por abrir la puerta de su oficina cuando se detuvo y dió la vuelta.

- Ah, Bangchan, hoy me quedaré hasta tarde, ¿Me esperas por favor? Necesito decirte algo. — guiñó.

Bang alzó una ceja mientras asentía lentamente. Hyunjin sonrió y entro a su oficina, dejando a Bang tieso y con la vista de media empresa sobre él.

Estiró su cuello mientras abría su computador, intentando no desmayarse ahí mismo.

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hamswin!¡