¿Sweet or Dick? || Hyunchan ||

Capítulo siete.

[Bangchan]

¿Y con quién creen que Hyunjin escogió irse?

Conmigo.

- Llevamos un rato caminando y no encontramos nada, ¿No cree que es mejor volver? - pregunté, agachando mi torso y poniendo mis manos sobre mis rodillas.

- Tampoco es como si fuéramos a encontrar algo en un segundo. -

Levanté la mirada, encontrándome con la suya - Bien. -

Me enderece comenzando a caminar y observando a todos lados, aunque lo más seguro no encontraríamos nada.

Y hoy que recuerdo no había como un límite de dónde llegar buscando, ni siquiera había algo que nos ayudará a volver si nos perdiamos.

Moriría de hambre o siendo comida para los animales salvajes, porque con la suerte que tengo de seguro me pierdo.

De un momento a otro sentí algo apretar mi mandíbula y un sabor raro posarse en mi garganta.

Espero y no sea lo que creo..

Creí que ya me había curado, estos días no había necesitado de algo para morder o chupar.

Mi expresión rápidamente paso de ser serena a una preocupada, no tenía ningún dulce o algo masticable en la mano, ¿Que haré?

Morir quizás.

- ¿Pasa algo? - pregunto Hyunjin al ver cómo me detuve de golpe.

- Eh.. eh, no no, no pasa nada, solo que... -

- ¿Qué? - alzó una ceja.

- Eh, bueno pues... Mi garganta quiere doler y no traigo nada que pueda ayudarme. -

No respondió, vi como ladeó la cabeza y apretaba sus labios. Pensativo.

- Y no podemos volver porqué... -

- ¿Eh? ¿No le dije que dejáramos piedritas como seña para no perdernos? -

Vi como llevo su mano a su bolsillo y de este saco las piedras que hace rato juntó, - Se me olvidó dejarlas por ahí... -

Lo voy a golpear hasta que se desangre.

Suspiré, rodando los ojos. Lo aparte de mi camino y comencé a caminar en dirección opuesta, no se cómo llegaría a dónde están todos pero de que llegó, llegó.

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[Hyunjin]

- ¡Oye Bang! ¡¿A dónde vas?! ¡Te vas a perder! - grité, a lo que él no le pudo tomar menos importancia.

Solté una bocanada de aire y comencé a trotar, siguiéndolo, pronto comencé a correr porque él iba muy rápido.

Sí, entendía que debía volver a dónde estábamos por su vida, literalmente, pero aún así, él sabía perfectamente que se podía perder y sería aún peor.

Igual si lo alcanzó no se que haré, no tengo nada que meterle a la boca más que ropa. Dios no lo quiere para que le pusiera esa enfermedad.

A lo lejos observé como se detuvo y puso sus manos sobre sus rodillas, pronto lo alcancé escuchando su agitada respiración. Unos segundos después se sentó en el suelo, recostando su espalda en el tronco de un pino.

- N-no estoy bien... - hablo con la voz entrecortada.

Dios ayúdame, ¿Que haré?

- Eh... Bangchan no tengo ni la menor idea de cómo ayudarte.. - mi nerviosismo aumentaba junto a mi pulso.