Capítulo catorce.

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[Hyunjin]

Antes de que mi padre tomara la decisión de otorgarme por completo su empresa, yo solamente era un chico que recién termino la Universidad mientras disfrutaba de mi vida, antes de iniciar con una vida "responsable".

Alguien inmaduro quien tuvo un novio aún peor.

Lee Felix.

Aquel chico con quien entable una amistad, la cuál termino convirtiéndose en atracción y luego en amor, el cual duró poco. En cuanto la relación inició me demostró que no era más que un jodido interesado.

Técnicamente hablando, puedo decir que recién estoy olvidándolo, si bien nuestra relación termino días previos a la decisión de mi padre sobre la empresa.

Fue demasiado fácil olvidarlo, así como con los otros, lo que hace diferente esta situación es que él volvió, ese desquiciado regreso a joderme la vida de nuevo.

Regreso a cumplir sus amenazas.


- ¿Por qué volviste estúpido? - lo aviento de golpe a la pared del baño, viéndolo a los ojos, me mantengo a una sana distancia.

No pude evitar esta reacción al verlo hablando con su reflejo, hablando de esa manera sobre Bangchan y de mí, como si él fuera buena cosa, como si fuera un ejemplo a seguir. Por esto mismo, tengo ganas de quitarle el derecho a respirar.

- ¿Eh? ¿Por qué me tratas así, bonito? - pronuncia dando unos pasos hacia el frente, lo suficiente como para poder sentir su respiración sobre mi cara.

- Cállate y responde mi pregunta. - ordenó alejandolo de un manotazo.

- ¿Qué pregunta, Hyunjin? -

- No me colmes la paciencia Felix, no te quiero hacer daño. - le señaló con mi dedo índice mientras apretó mi mandíbula.

Suelta una gran carcajada que no hace más que hervir mi sangre - Mira que miedo tengo mi amor, ¡uy! Me orino del terror, ¡que horror! ¡hyunjin me va a hacer daño que alguien me ayude! - grita lo último.

En otra ocasión, en otra situación, en otro caso, esto me hubiera dado un ataque de risa porque reconozco que el sentido de humor de Felix es superior. Pero justo en este preciso momento lo único que me causa es náuseas y unas gigantescas ganas de destrozarle la cara.

No respondo nada, se que si sigo hablando él lo tomara a broma y terminará en lo que he de predecir. Y eso es lo que él quiere, que lo golpee para poder quedar como la víctima ante mi progenitor, y así él me tome un odio universal.

Me doy la vuelta sintiendo mi corazón a mil, el enojo está corriendo como leopardo en caza por mis venas, una simple palabra basta para colmar mi diminuta paciencia en este instante.

Lo último que sentí fue el agarre en mi brazo y el impulso que tuve de soltar un golpe, que se detuvo en el aire al sentir la suavidad, humedad y rudeza con la que mis labios eran atacados, mi cuerpo entró en shock en coordinación con mi cerebro, el cual no me dictaba algo que hacer y se dejaba hacer por esos labios que en un punto de mi vida, en un horripilante punto de mi vida tanto ansíe. Separo mis labios intentando que mi cuerpo reaccione o tener la suficiente fuerza de voluntad para apartarme, pero lo único que logro soltar es un gélido cuando hunde su lengua en mi boca, la mete con una facilidad que parece estuviera limpiando cada rincón.

Mi cerebro se ha divido en dos partes, la izquierda y derecha. La izquierda me dice que debo de apartarme y golpearlo, mientras que la derecha me grita que le corresponda y lo bese con salvajez.

Todo esta apuntando a que la derecha se va a llevar la victoria.

No puedo permitirlo, más no hay algo que pueda hacer. Felix sabe perfectamente cuán de débil soy ante su tacto, en todos estos meses parecía haber superó esa etapa de sumisión ante su simple contacto, pero ahora confirmó que no, y él lo está aprovechando al máximo, lo exprime como naranja.

Siento sus labios separarse bruscamente de los míos en cuanto mis manos se exitienden hasta tener sus glúteos entre mi tacto, mi estómago se retuerce.

Su vista se dirige a la puerta, una expresión de asombro y victoria se mezcla perfectamente en su cara, como si de expresión de película se tratara.

Rápidamente me giro a donde él tiene clavada su vista.

Mi mandíbula casi toca el piso si no es porque esta pegada a mí biológicamente al ver ese rostro tan lindo, que ahora mismo está de la misma forma que yo, parece que ha visto al mismo diablo.

- ¡B-bangchan! - digo en cuanto mis cuerdas vocales se ponen de acuerdo lo suficiente para lograr crear un sonido. Mis manos se alejan de los glúteos de Felix, los cuales estaba apretando con fuerza, el arrepentimiento me llena en todo sentido.

Lo único que se escucha es el sonido del portazo que da la puerta al chocar contra la pared y cerrarse, desapareciendo así Bangchan, dejándome a mí sólo pues Felix fue tras él.

Estoy inmóvil.


hamswin!¡

Unvideomamigente

¿Sweet or Dick? || Hyunchan ||Where stories live. Discover now