¿Sweet or Dick? || Hyunchan ||

Capítulo doce.

[Bangchan]

La cena pasó con rapidez para mi buena suerte, Hyunjin había logrado sacar un tema de conversación que con los minutos logro fluir una bonita conversación sobre su vida.

Aunque a veces quería hacerse ver cómo alguien pobre pero definitivamente ese papel no le queda.

- Y así es como llevo soltero dos años ya. — finalizó la historia más entretenida que he escuchado.

- Guau..— pronuncie, fue lo único que me salió, quería reírme.

Él me sonrió antes de llamar al mesero con una seña, agradecí por eso en mi cabeza, quería salir corriendo ya.

La chica que hace unos minutos nos atendió se acercó ahora con el datáfono en mano, vi como Hyunjin se apresuraba a sacar una tarjeta de su cartera.

Una tarjeta negra.

Mi corazón golpeó rápidamente contra mi caja torácica y por unos segundos me faltó el aire al observar aquello.

Él es el amor de mi vida.

Me apresure a mostrarle una sonrisa de oreja a oreja en cuando la mesera se fue y él se giró a verme, él me devolvió la sonrisa, segundos antes de levantarse.

Estaba por imitarle, pero me detuve en cuanto ví como se detenía en su intento de ponerse de pie, además de volver a caer al asiento con una cara como si hubiera visto al mismísimo diablo.

Al mirar en dónde él estaba viendo no vi más que un señor fornido y de aspecto maduro (más no viejo) junto a un chico de alto, de pecas y rubio, tomados del brazo.

Dicho señor sonrió en cuanto nos observo, diría lo mismo del chico pero realmente su gran sonrisa no me pareció para nada sincera, muy forzada.

Volví mi vista a Hyunjin, quien ahora se encontraba pálido, frunci mi ceño mientras me movía lentamente, quería fingir que no estaba presente ahí.

- ¡Hijo! ¡Que coincidencia encontrarte por estos lados! — saludo el señor.

¿Entonces es su padre?

- Ah.. padre, sí, me alegra verte. — respondió cabizbajo.

- ¿Y quién es él? — dirigió su mirada a mí.

Yo no existo, okay.

- Eh.. yo soy su secretario, es un gusto. — me levanté, extendiendo mi mano, él acepto, estrechando manos.

- El gusto es mío. —

Asentí tímido, podía jurar que mis mejillas estaban rosadas.

En todo este rato ese chico no hizo más que sonreír malicioso, ni una palabra.

En cuanto lo vi pude sentir perfectamente unas energías horribles, nunca había logrado percibir unas iguales, se podía decir que era una energía tan mala y fuerte que si eso fuera una enfermedad no hubiera quien sobreviviera.

- ¡Ah! Se me fue por completo presentartelo. — pronunció después de unos segundos el señor, quien señalo al chico a su lado.

- Hyunjin, él es Felix, Felix él es Hyunjin, mi hijo. —

Dicho chico extendió su mano a Hyunjin, quien lo ignoro por completo mirando a otro lado.

Auch, que incómodo.

- Eh, bueno... — suspiro — ¿Se lo dices tú o yo? — miro a Felix.

- Yo se lo diré, cariño. — sonrió de lado.

Si Hyunjin antes estaba pálido, ahorita estaba color cemento.

- Tu hermoso padre y yo... Somos pareja, y esperamos no tengas ningún inconveniente con eso y nos podamos llevar bien lindo. — sonrió, para volver a tomar el brazo del padre de Hyun.

Observé como a Hyunjin casi se le salían los ojos y el corazón por la boca, quise reírme como loco en ese momento, pero si lo hacía me asesinaban.

- ¡¡¿Qué?!! — grito, llamando la atención de todos en el lugar — ¡¿Que quieres decir con eso?! ¡No puede ser cierto Felix! — se puso de pie bruscamente, casi lanzando la silla al aire.

- Hyunjin, tranquilízate. — hablo fresco, su padre.

¿Por qué me quiero reír?

Dios, si me río me matan.

Tranquilo.

- ¿Cómo me pides eso padre? ¡Felix es mi ex novio! ¡Además! ¡¿No se supone que eres homofóbico y no creías en el amor después de lo de mi madre? — un poco más y se le veía echando humo.

- En primera, no me grites, en segunda, no veo un inconveniente en que él sea tu ex novio, ¿No terminaron en buenos términos? —

Mucha paciencia tiene señor.

Yo ya le hubiera roto la boca.

Hyunjin no hizo más que quedarse callado, su pecho subía y bajaba de la rabia, yo simplemente estaba como una estatua. Al girarme al ver a las demás personas, todos estaban cuchicheando entre sí, viéndonos de reojo.

En un rápido movimiento sentí como me tomaban del brazo bruscamente haciéndome levantarme de golpe, no tuve ni tiempo de despedirme del padre de Hyunjin cuando esté ya me tenía afuera, casi tirandome dentro del auto.

Al subir al asiento del conductor casi arranca la puerta, lo mismo con las llaves y la palanca al hacer prender el auto. No quería hablar o hacerle una pregunta, de seguro se descargaba conmigo y me terminaba despidiendo.

En el camino no hizo más que morderse las uñas sin ponerle atención al camino.

Accidente asegurado.

Freno de golpe el auto frente a mí casa, por poco y salgo volando, temblando poe alguna razón baje del automóvil, hice una pequeña reverencia que fue totalmente ignorada pues él también bajo, camino por frente del auto parándose frente a mí,  no negare que sentí demasiado miedo pues él es más alto que yo.

- Lo más seguro es que Felix comience a trabajar en la empresa, si te habla ignoralo, ¿sí? — pronunció, viéndome a los ojos.

- E-esta bien.. — baje mi mirada.

Que pronto subió debido al agarre que percibí en mi mentón, logrando chocar nuestras miradas por un segundo antes de que él cerrrara los ojos y matará la distancia entre nuestros rostros, uniendo así nuestros labios en un beso que él conducía por completo. Un ósculo lento y cariñoso, sin doble intención, simplemente una demostración de cariño. Sentía que a mis pulmones les faltaba el aire y a la misma vez no, mis labios no querían despegarse de los suyos, de sus belfos gruesos, suaves y abrasadores que succionaban los míos.

- Buenas noches, que descanses. — pronunció un vez separo nuestros labios, sonriendo.

No pude responder, mi garganta estaba seca y mis cuerdas vocales no lograban crear una sola frase, él sonrió en grande y subió al auto de nuevo, arrancando este y yéndose, yo simplemente pude mover mi mano una vez iba a lo lejos.

- ¿Que fue eso? — oí una voz detrás mío, que me hizo girarme.

Hannah...

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hamswin¡!