Ella es mi esposa.

Capitulo diez.

Tras el pronunciamiento de la azabache, una figura femenina de cabello castaño emergió por la puerta, portando la bolsa que Kieran había descuidado en el coche. La atmósfera estaba tan densamente cargada de tensión, que apenas cruzó el umbral, se vio compelida a indagar: ¿Qué sucede aquí?

Lena dirigió su mirada hacia ella y Kara podría jurar que ese frío vistazo le puso la piel de gallina. Alexandra, consciente de que había desencadenado un caos, optó por retirarse, anunciando que lo más prudente sería marcharse y que conversaría con Kara más adelante. La rubia asintió en un silencio taciturno.

Lena: Necesito hacerte una pregunta, y espero una respuesta sincera.

Sam: Por supuesto, pregúntame.

Lena: ¿Estás en una relación con mi hermana?

Sam: Sí.

Lena: De todas las personas en el mundo, escogiste involucrarte con mi hermana.

Sam: Entiendo que estás furiosa. Y si sientes la necesidad de golpearme para desahogarte, te aseguro que no me resistiré ni te devolveré el golpe. Pero Lena, ella es una mujer adulta.

Lena: Es una niña.

Sam: Tiene casi la misma edad que tú tenías cuando te casaste.

Lena: ¿Piensas que eso justifica tus acciones?

Kieran: Ella no hizo nada que no quisiera.

Lena: Kieran - pronuncia con una frustración palpable - no te entrometas.

Kieran: Este asunto también me concierne.

Sam - toma la mano de la más joven - Permíteme hablar con Lena en privado. Ve con Kara.

Kieran: No la dejaré sola contigo.

Sam: Estará todo bien, Kara - dirige su mirada a la rubia - Por favor.

Kara: Vamos, pequeña - ambas abandonan la estancia.

Lena: ¿Por qué con mi hermanita?

Sam: No fue algo premeditado, simplemente sucedió.

Lena: ¿Te acostaste con ella? - se levanta de su asiento y se dirige hacia la morena que permanece inmóvil - Responde - demanda.

Sam: Sí, sí me acosté con ella.

Lena: ¿Desde cuándo?

Sam: Ya he perdido la cuenta.

Lena: Espero que entiendas que involucrarte con ella no es un juego banal. Implica compromiso. No toleraré que juegues con sus sentimientos y luego desaparezcas. Porque una sola lágrima de ella transformará tu vida en un caos interminable.

Sam: Lena, entiendo tu preocupación y tu ira. Pero debes entender que no es un juego para mí tampoco. No me metí en esto a la ligera. Tienes razón, involucrarse con Kieran implica compromiso, y estoy dispuesta a asumirlo. No voy a desaparecer y dejarla con el corazón roto. No soy esa clase de persona. Kieran significa mucho para mí. No estoy aquí para causarle dolor, al contrario, quiero hacerla feliz. Y si alguna vez hago que derrame una lágrima, te aseguro que será de felicidad y no de tristeza.

Lena: Sam, escucha bien. No me importa cuánto te hayas involucrado con Kieran, no eres lo suficientemente digna de ella...

Kieran: Quiero volver.

Kara: Pequeña, dejemos que hablen es lo mejor.

Kieran: No, Kara. - Suelta su mano y camina de regreso hacia el lugar para luego abrir la puerta.

Sam: Lena, entiendo que estés molesta y que quieras proteger a tu hermana. Pero permíteme recordarte que Kieran es una adulta capaz de tomar sus propias decisiones. No necesito tu aprobación ni tu autoridad para estar con ella. Lo que tenemos es real y genuino, y no voy a dejar que tu ego y tu orgullo interfieran en nuestra relación. Si alguna vez lastimo a Kieran, puedes estar segura de que seré la primera en enfrentar las consecuencias y hacer todo lo posible por enmendarlo. Pero no subestimes mi compromiso y mi amor por ella. No permitiré que nadie, ni siquiera tú, me haga dudar de lo que tenemos.