Martin solo iba a Zaragoza para estar con sus amigas y centrarse en sus estudios y sacar buenas notas, pero algo le distrae en esta aventura. O deberia decir... alguien?
Dormí más de lo planeado. De verdad estaba agotadisimo del viaje el tren, siempre me pasaba lo mismo. Me desperté a las 12 de la mañana, cuando abrí los ojos me quedé procesando un rato donde estaba, hasta que recordé todo lo sucedido ayer. Junto a ese recuerdo, también me vino a la cabeza que Ruslana me había dicho que habíamos quedado hoy para comer en un restaurante que estaba cerca de su edificio con sus amigos, para que los conociera, y yo seguía acostado con el pijama, recién despertado
- Martin! - gritó Chiara entrando de golpe en mi habitación, haciendo que salga de mis pensamientos - que haces aún acostado? Que hemos quedado a las 14:00! Los chicos tienen muchas ganas de conocerte.
La menorquina abrió la maleta de par en par, la cual no había pensado en ordenar aún. La miré desconcertado, poniendome las gafas de la vista. Chiara sacó una camiseta verde, una sudadera cualquiera y los típicos pantalones anchos que representaban a Martin Urrutia, osea, a mi. Me tiro toda la ropa en la cara y solté un quejido de cansancio.
- Venga, date una ducha y vístete que siempre haces lo mismo! - después de decir eso salió de la habitación a decirle algo a Ruslana, que no logré llegar a escuchar
Me levantó de la cama, agotado, pero tenía ganas de ver a sus amigos. Sobretodo a uno en especial. Antes de vestirme, fui a la cocina a hacerme un café, tampoco quería desayunar mucho porque ahora mismo nos iríamos a comer y no me entraría nada. Fui al salón, donde ya estaban Chiara y Ruslana preparadas, de verdad que no sabía cómo lo hacían, ¿no se supone que las chicas tardaban siglos en arreglarse? Suspiré y me senté al lado de la pelirroja, la cual conversaba con Kiki.
- Martin! Alegra esa cara que ya es hora de conocer a gente nueva - Ruslana se giro hacia mi Chiara la siguió con la mirada
- Si, supongo
- "Si supongo..." que depresivo eres de verdad. - me imitó Chiara, a lo que yo rodé los ojos - al final te acabarás hartando de nosotras y acabarás saliendo con nuestros amigos
- Eso es imposible, nunca me separaría de vosotras, tontas - le di un sorbo al café, "indignado" y apoyé la cabeza en el hombro de Ruslana
- Vale, si, basta de ñoñerias y acabate el café que al final no llegamos - se apartó un poco de mi
Ruslana era muy cariñosa, pero por las mañanas no hay quien la toque, siempre se levanta de mala leche y no se le puede dirigir la palabra porque si no es probable que te suerte un guantazo, y a lo mejor un insulto en ucraniano.
Le hice caso y me terminé el café mientras hablaba con mis amigas, lavé la taza y cogí la ropa que me había sacado Chiara con unos calzoncillos. Me metí en el baño directamente y puse una de mis playlist favoritas de spotify y me metí a la ducha, cantando a todo pulmón las canciones que me sabía.
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Al parecer, el que tardaba horas en arreglarse era yo, y no las chicas. No os miento cuando digo que me he tirado dos horas para estar guapo, según yo para dar buena impresión, pero todos, en el fondo, sabemos que no era por eso especialmente. Ni siquiera sabía cómo era aquel chico.. Juanjo? Y ya me estaba haciendo ilusiones, me daba tanta rabia que mis amigas siempre tuvieran razón..
