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Estaban en clase de teatro. Martin no había tenido la oportunidad de ver a Juanjo en todo el día, y tampoco de hablarle. Lo bueno esque, había conocido a una chica muy maja que se llamaba a Almudena, estaba muy perdido y al menos ya tenía a una amiga en teatro.

– Una pregunta así un poco rara. – Almudena miró atenta al menor – Tu que harías si una persona que te gusta te deja tirado en el baño de una discoteca, borracho y medio desnudo?

Denna estaba pensando en irse corriendo de allí, creía que Martin no estaba muy bien de la cabeza.

– Pues.. – pensó un rato – mandarle a la mierda, sinceramente.

– No, no.. no es tan sencillo como eso. Es una persona muy especial para mi, y en muy pocas semanas me he enamorado de él. – el vasco miró al suelo después decir eso

– Martin.. – la chica le acarició el brazo, mostrándole confianza – intenta hablar con el. Alomejor no sabía donde meterse, estaría nervioso o preocupado por si pensara que había hecho algo mal. Pero, si no te da una explicación coherente, ahí es cuando tienes que mandarlo a la mierda. Vales mucho, y no mereces que un don nadie te trate así. Me has oído?

Martin sonrió un poco mirando a la chica, dándole un abrazo reconfortante.

– Gracias, Almu. – el timbre de comienzo de la clase de teatro les interrumpió

Se separaron del abrazo y fueron a una pequeña sala detrás del plató donde estaba su profesora, Abril, y sus demás compañeros.

Había comenzado la clase de interpretación. Empezaron dos compañeros interpretando una escena en la que eran una pareja y los dos discutían por una infidelidad. Antes de acabar la actuación, la puerta del teatro se abre de golpe, interrumpiendo la pequeña obra y haciendo que todo el mundo se gire para mirar a la persona que había en la puerta. Martin se giro, y deseo no haberlo hecho. Simplemente deseo no haber venido a esa clase, deseo que la tierra le tragara en ese mismo instante.

– Lo siento, lo siento por interrumpir y por llegar tarde – escucho la inconfundible voz de Juanjo acercarse cada vez más. Parece no haberse dado cuenta de la existencia de Martin en la sala

La cara de Martin era un cuadro. Estaba confundido, nervioso, preocupado, enfadado, triste, pero sobretodo, tenía rabia en el cuerpo. Rabia porque Juanjo sabía perfectamente que Martin estaba en las clases de teatro, fue el mismo el que le dijo que se apuntara. Y aún así, tiene los huevos de presentarse ahí en medio después de lo que le hizo anoche. No fue que Juanjo se dio cuenta de que Martin estaba ahí hasta que los dos cruzaron miradas.

Juanjo se disculpo con Abril, dejó continuar la clase y se sentó al lado del vasco. Le miraba fijamente, pero Martin hacía todo lo posible para no mirarle.

– Tenemos que hablar.

– No quiero hablar contigo – respondió con rapidez, y eso que hace media hora lo estaba deseando – De echo, no quiero ni que te acerques a mi.

– Abril, puedo ir al aseo? – preguntó Juanjo

– Si, pero por favor, no interrumpas más, cariño – Abril le dedicó una sonrisa amable al jotero y este se levantó de su asiento, agarrando a Martin con fuerza de la muñeca y llevandoselo con el al baño

Martin le decía que le dejara en paz, pero este no hacía caso, hasta que llegaron al baño y le soltó de golpe la muñeca, quedando frente a frente y obligando a Martin a mirarle a los ojos.

– Que mierda te pasa? – Juanjo parecía enfadado, pero a la vez preocupado

Y aún encima, el enfadado era el cuando se supone que tendría que ser Martin el que estuviera cabreado.

te regalo - juantinWhere stories live. Discover now