te regalo - juantin

008

Terminaron de ordenar la habitación y Juanjo ayudo a Martin con algunas cosas de la casa, ya que Ruslana se había ido y Chiara no estaba, solo quedaban ellos y tenía que matar el tiempo.

– Bueno, pues esto ya está, ahora solo descansa, te vendrá bien, vale? – el vasco asintió con la cabeza.

– Te vas a ir?

– Pues, es lo que tenía pensado. – Martin agachó la cabeza al escuchar esas palabras, a lo que Juanjo rió un poco – Quieres que me quede, bigotes?

– Si – sonrió de oreja a oreja – ya echaba de menos ese mote.  – intentó susurrando flojo pero no sirvió de nada, Juanjo le había escuchado.

– Si? Pues te llamaré así más a menudo. Cual te gusta más, bigotes o bohemio? – Juanjo se acercó al vasco acariciando su bigote con suavidad y cariño

Martin odiaba que le tocarán el bigote, pero por alguna razón que desconocía, cuando Juanjo lo hacia, le encantaba. Mientras el mayor miraba su bigote, y puede que tambien sus labios, Martin aprovecho para observar más a fondo sus ojos marrones. Eran perfectos, transmitían demasiado, y tenían pequeñas motas verdes. Perdió la nación del tiempo mientras le miraba a los ojos, embobado, ni siquiera se dio cuenta de que Juanjo le miraba fijamente.

– Que mono eres. –  murmuró Juanjo subiendo poco a poco su mano a la mejilla del menor, acariciando esta con cariño.

Martin notó la sangre subiendo por sus mejillas a toda velocidad cuando escuchó al jotero decir eso. No tenía palabras. No sabía que decir respecto a eso.

– Eres tontisimo.. – se le escapo una risa nerviosa y se tapo la cara con una mano para que el jotero no viera su sonrojo.

– Te has puesto nervioso? – Juanjo se unió a la risa, quitando la mano que cubría la cara del vasco.

No soltó su mano en ningún momento, entrelazaban sus dedos y el mayor acariciaba su palma.

Amigos, Martin, amigos...

Da igual cuantas veces se repitiera esa palabra, no podía dejar de mirarle a los labios y pensar en lo guapo y lo buena persona que era Juanjo. ¿Porque tenía que ser tan perfecto?

Minutos. Pasaron minutos mirándose a los ojos, y quizás estos en algún momento pasaran la mirada a los labios. Los dos pensando en sí dejarse llevar o simplemente encerrar las ganas que tenían de besarse, aunque sabían que no debían. Que no podían.

– Venga, vamos a la cama.

Juanjo apartó la mano que seguía en su mejilla y le arrastró de la mano llevándole a la habitación, si seguía mirándole así no se podría contener por mucho más tiempo. Tenía tantas ganas de probar esos labios otra vez, de volver a sentir ese sabor dulce, de luchar con sus lenguas hasta que hubiera un ganador..., joder, tenía ganas de hacerle de todo.

Pero que estas diciendo Juanjo? Amigos. Solo amigos.

Cerraron la puerta de la habitación detrás de ellos, Martin ya tenía el pijama puesto, asique no tenía que cambiarse. Se acostó en la cama directamente, Juanjo le arropó y le dio un beso en la cabeza, a lo que él menor respondió con una sonrisa.

– Me voy al sofá a dejarte descansar.. – Martin le agarró de la muñeca cuando le escucho decir eso.

– No te vayas. Duerme conmigo, por favor. – le miró con cara de bebé intentando darle pena.

– Venga, solo porque eres tu. – Martin sonrió victorioso y se deshizo del agarre.

Juanjo se acostó a su lado, quedado frente a frente con Martin, de nuevo se miraban a los ojos fijamente.

– Gracias – murmuró el menor acercándose a él

– No tienes que darlas. Haría lo que fuera para que tu estuvieras bien. – pasó una mano por el pelo del vasco, haciéndole un pequeño masaje ahí.

– Como me sigas diciendo esas cosas me pongo a llorar, eh. – los dos rieron

Juanjo bajo la mano hasta su nuca, cada vez acortando más la distancia entre ellos dos. Otros 10 minutos disfrutando de las obras de arte que tenían en frente.

– Martin..

– Si?

– Puedo besarte? – susurró flojito, mirando los labios del menor. Intentaba contenerse, pero esque simplemente no podía. No era capaz de dejar su relación con un chico tan perfecto así.

Martin asintió casi al instante. Llevaba esperando esto toda la tarde. Juanjo le hizo esperar más y se acercó a él, jutando sus labios en un tierno beso.

Este no fue como su primer eso, no, no había desespero ni pasión. Había amor. Había magia. Los dos se sentían en la pura gloria. Sus labios encajaban perfectamente, como si fueran dos piezas de un puzle perdidas que se habían vuelto a encontrar. Sus labios se movían sincronizados, lentamente, disfrutando de cada sabor que se regalaban mutuamente. Llevaban tanto, tanto esperando este momento, y por fin había llegado. Era, probablemente, la primera vez que Juanjo se había sentido seguro con un beso. Se sentía en casa. Sentía que no existía nada más, solo el y Martin. Y tenía claro una cosa, no quería separarse nunca de él.

Cada vez se hacía más lento ese beso, hasta que separaron sus labios. Juanjo dejaba algunos picos en sus labios, a lo que Martin solo podía sonreír. Sonreír. Eso era lo que le transmitía Juanjo, felicidad. No sé imaginaba una vida sin el.

– Te quiero mucho. – murmuró Martin dejando la cabeza apoyada en su pecho.

– Yo te quiero mucho más. – sonrió el jotero y le acarició la cabeza a Martin, hasta que los dos quedaron profundamente dormidos.

Pero claro, solo eran amigos.

PORFIN NUEVO CAPITULO. Pido mil disculpas por dejaros abandonados, he estado escribiendo esto en Andorra y lo he terminado ahora, lo he subido lo antes posible. No prometo estar actualizando diariamente, más que nada porque no me da tiempo. Tengo muchísimas ganas de que lleguen las vacaciones y estar actualizando todo el día.

Como llevamos esto de que Marruski se ha separado y han nominado a Martin? Porque yo bastante mal, la verdad.

En fin, como siempre, espero que os haya gustado muchísimo este capítulo, y recordad que un voto y un comentario ayudan MUCHÍSIMO. Pero mil veces más importante #SALVARAMARTIN (yo me quiero morir, no llego a España hasta el viernes y mientras este en Andorra no puedo votar ya que estoy en otro país :( )

OS AMOO, MIL GRACIAS POR TODO EL APOYO!! ♡