te regalo - juantin

007

- Ruslana, por favor...

Juanjo intentaba convencer a Ruslana de que hablará con Martin e intentará darle una nueva oportunidad.

- Que no Juanjo, yo te quiero mucho, y lo sabes. Pero también sabes que esto lo puedes arreglar tu solito. - Ruslana agarró la puerta de su piso, amenazando con cerrarla - Ahora, Martin está en su cuarto, destrozado. Tienes dos opciones, entrar y hablar TU con el o irte por el mismo sitio que has venido y perder tu única oportunidad, si no encuentras otra, claro está.

Juanjo suspiró.

- Anda, quita... - no estaba muy convencido, pero debía hacerlo

Ruslana se apartó sonriendo un poco, dejando al maño entrar, y antes de que fuera a la habitación de Martin, le susurro un "no la cagues otra vez" al oído.

Juanjo fue a la habitación de Martin y tocó con suavidad la puerta.

- Quién es? - escuchó a Martin desde el otro lado, con un hilo de voz

- Martin.. - pensó un poco lo que iba a decir - soy Juanjo, puedo pasar? Solo quiero arreglar las cosas.

Escuchó al vasco levantándose de la cama y yendo con pasos cortos a la puerta, la que abrió lentamente, dejando ver un Martin despeinado, con los ojos rojos de llorar, dedujó Juanjo, y con una camiseta de tirantes blanca y unos pantalones de pijama. La habitación estaba echa un desastre, parecía que en vez de una persona ahí dentro hubieran cuatro.

- Que quieres? - se empezó a desesperar el chico al ver que no hablaba y que solo le miraba a él y a su cuarto

- Pedirte perdón.

- Eso ya lo has hecho antes y no ha servido para nada. - estuvó a punto de cerrarle la puerta en la cara, pero Juanjo pusó un pie, bloqueandole

– Enserio, déjame disculparme en condiciones, por favor. – miró al menor con cara de arrepentimiento por el huequito que había dejado en la puerta

– Bueno... – abrió la puerta y se hizo a un lado – Perdón por el desorden.

– No te preocupes, no hace falta que te disculpes

Juanjo entró con cuidado intentando transmitirle confianza a Martin, cerró la puerta detrás de él, dejando de sentir la mirada que seguramente era de Ruslana clavada en el.

– Bien, habla. – dijo el vasco secamente, cruzandose de brazos delante de él

– A ver por donde empiezo... – susurró más para el que para el chico – Se que te he hecho daño, y de verdad, lo siento, lo siento muchísimo. Y la verdad me sienta fatal saber que, por mi culpa, estás así, porque enserio, mi intención nunca fue hacerte daño. Simplemente, tenía miedo. Y cuando algo me da miedo, me voy corriendo sin dar explicaciones. Y créeme que no quería irme, no sabes lo que hubiera dado por haberme quedado allí contigo, aunque al día siguiente no recordaramos nada, lo hubiera disfrutado de cualquier forma. A ver, me estoy desviando del tema – miró al suelo para procesar mejor sus palabras y su disculpa – Aunque nos conozcamos desde hace menos de un mes, me has caído muy bien y te has convertido en una persona bastante especial para mi, y se que no lo demuestro, pero esque a mi me cuesta mucho expresar mis sentimientos y abrirme, ya es mucho que te estoy diciendo esto ahora mismo. A lo que iba, que tú formas un papel súper importante en mi vida, y no querría, por nada del mundo, dejar que te vayas de mi vida. Ahora que te he conocido no me imagino una vida sin ti, y por décima vez, lo siento. Demasiado, mucho más de lo que te podrías imaginar. Y lo siento por no poder decir mucho más, de verdad que intentaré cambiar, por ti. Y te puedo prometer que no te dejaré solo nunca más, si esque me perdonas, por supuesto.

Juanjo se quedó callado, ya había terminado su "discurso". Miró a los ojos de Martin, y vio que estaban llorosos.

– Estas bien? He dicho algo mal? – dijo Juanjo con un tono preocupado

– Mira que intento estar enfadado contigo, pero me lo pones muy difícil. – antes de que cayeran las primeras lágrimas por sus mejillas el vasco se abalanzó a los brazos del jotero, el cual le daba un abrazo reconfortante

– Entonces.. me perdonas? Podemos volver a ser amigos? – se separaron un poco mientras Juanjo le acariciaba la espalda a Martin con delicadeza

– Claro que si, amigos – Martin le sonrió, en el fondo le dolía ser solo amigos, pero sabía que era lo mejor, al menos por el momento

– Venga, que te ayudo con este desastre de habitación – le devolvió la sonrisa y le limpio algunas lágrimas que caian por sus mejillas

Este capítulo es súper corto comparado con los anteriores, me disculpo de antemano pero esque no me ha dado tiempo a escribir más y quería actualizar ya:(

Bueno, espero que lo poquito que he escrito os haya gustado, y como siempre, un voto y un comentario siempre ayudan muchísimo. Os AMOO. ♡

PD: he publicado una nueva historia en mi perfil que empezaré a escribir cuando acabe esta, ya está el prólogo subido por si queréis echarle un vistazo. UN BESAZOOO ♡♡