Capitulo 1

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Olivia
 


¿Han experimentado alguna vez esa sensación que genera la adrenalina al recorrer el cuerpo? ¿Ese sube y baja de emociones que provoca estar en una situación que requiera tu completa atención?

Estar en emergencias a mí me provoca eso y más, es la mejor parte de mi vida poder sentir la sangre recorrer el cuerpo de manera acelerada, es como un campo de batalla, debes ser rápido porque si no alguien podría morir.

El retumbar de mi corazón es algo se puede sentir tan claramente, es lo que más me emociona, el saber que soy de ayuda para alguien más, que su vida está en mis manos y que debo ser lo más precisa en las decisiones que tomo.

Y no es por presumir pero es algo que me sale muy bien.

No por nada me interesaron en los intercambios desde muy temprano en la carrera de medicina, pues siempre me encantaron los desafíos, esa satisfacción de saber que aprendes algo nuevo mientras ayudas a quien lo necesita.

Ser médica es mi primer pasión, mi profesión y lo que da sentido a mi vida. Mas no puedo dejar de lado aquello con lo que crecí, eso que ocupa mis días y me sirve de ayuda para olvidarme un poco de las horas que paso aquí en estas paredes esterilizadas llenas de olor a desinfectante, y es la lectura y escritura, esa que me brinda la libertad que a veces quiero.

Los amo con toda el alma, son un medio para perderme, y olvidarme de las responsabilidades del mundo real.

Es loco pensar que un día tuve que elegir entre ambas, pero mi fuerte instinto de ayudar a las personas hizo darme cuenta que si estudiaba medicina podría llegar a más y no me equivoque, pero no por eso deje de lado aquello que llena mi vida de una manera única.

- Doctora. Hughes a emergencias. Doctora. Hughes a emergencias. - el altavoces retumba en todo el lugar haciendo que entre en un estado de alerta corriendo por el pasillo para ver qué pasa.

- Aquí estoy, ¿Qué tienen para mí?. - la sala de emergencias es mi segundo hogar, uno en el que me desenvuelvo como pez en el agua.

- Joven de 24 años herido de bala. costado izquierdo, la misma atravesó, pero no estamos seguro de si hubo daño de algún órgano. Por lo pronto vitales estables.

El barullo sumado al mundo de gente que realiza atención a los demás pacientes en todo este lugar apenas me permite guiar a los paramédicos a uno de los cubículos para estos casos.

- Llamen a los oficiales. – suelto en lo que coloco mis guantes, ese es el procedimiento que se acostumbra a hacer cuando ingresan con una herida de estas.

- ¡NO!. - grita el joven, retorciéndose en la camilla.

- Lo siento pero es el procedimiento. Y no estás en posición de opinar. – la enfermera se apresura a mantenerlo quieto.

La rapidez con la que el equipo de profesionales con los que trabajo intervienen conectando todo lo necesario me permite dar la orden de llevarlo a quirófano.

- Debemos llevarlo a quirófano cuanto antes. - terminan de alistar al paciente y en menos de un minuto ya nos dirigimos al primero que está libre.

La previa a la entrada al quirófano siempre logra que mi corazón palpite de emoción, el realizar un correcto lavado de manos es parte fundamental del procedimiento, me lo se de memoria y lo disfruto mucho.

Ingresar y ver todo desplegado listo para que realice lo que a veces llamo la magia, es como si fuera una película en la que la protagonista soy yo y todo depende de mí, realizar la cirugía, que todo vaya bien, asegurarme que no hayan daños internos, corroborar que la bala entró y salió, sin encontrar restos de nada, sutura y listo, otro día más, otra vida salvada.

- Ingrésenlo a una habitación y controlen su estado, cualquier cosa me avisan. Veré si llegaron los oficiales. - esto es lo que me da años de vida.

¿Pueden sentirlo conmigo?, la adrenalina, la emoción de saber que has salvado a otra persona, y no solo yo, sino el equipo completo, ellos que están allí siempre listos, haciendo que todo salga perfecto, sin ellos no podría hacerlo, son la parte fundamental en toda esta ecuación.

Al salir de quirófano apresuro el paso volviendo a emergencias donde puedo ver como ingresan dos uniformados a través de las puertas, y... no de nuevo, no él por favor. Hago el intento de girarme para huir pero es tarde, ya me vio, busco algo con que ocuparme, pero parece que las fuerzas del universo no están de mi lado.

- Doctora. Hughes, ¿Cómo ha estado?

- Oficial Johnson,- quiero fingir una sonrisa pero no puedo - vino por el herido de bala me imagino. - mi pregunta es obvia, pero solo hago tiempo mientras observo a todos lados buscando cualquier cosa que me ayude salir de esto, quiero evitar a toda costa a este idiota, lo he logrado las últimas veces que supe que vino.

Cuando me invitó a una cita no esperaba que fuera la peor de todas, no paró de hablar de su madre y lo encantada que estaría de tener a una nuera que sea médica, por dios solo tuvimos una cita y ya dijo cosas como esas, tampoco dejo de hablar de el mismo y lo muy buen partido que es, y ni hablar de cuando comente que me gustaba mucho la lectura y que en mis tiempos libres amaba escribir pequeños fragmentos de mis pensamientos, o inventar novelas y personajes ficticios con los que me encantaría estar si fueran reales, se burló diciendo que eso no es algo que una doctora con trayectoria haría y que mucho menos es una carrera, que no debería perder mi tiempo, fue aun mas idiota cuando dije que debíamos dividir la cuenta se ofendió muchísimo, no lo insulte, pero me parecía correcto que ese fuera el modo, no esta bien que uno solo pague todo.

Pues por eso no, eso sí que no, ya estuve con un idiota como él, y no pienso repetir la misma historia.

El recuerdo de mi relación con Matt invade mi mente, hace unos cuantos años atrás a mis 20 salí por dos años con ese idiota, egocéntrico, golpeador bueno para nada. Que solo se burló de mí, pero le doy un poco de crédito porque yo era joven e inexperta, no sabía nada de la vida.

Cada vez que me veía leer, se burlaba, siempre hacía comentarios como.

- Oh ya estas estudiando de nuevo.

- No, déjenla no la interrumpan, tiene un examen muy importante, y tiene que estar concentrada
.

Al principio solo reía y no decía nada, pero sí que fui tonta, no debí dejar que me trate así, soy una mujer capaz, voluntaria en muchas fundaciones, serví un año completo como médico en el servicio militar, ayudando salvar las vidas a muchos valientes soldados, que se arriesgaron por un bien mayor.

Puedo decir que algo bueno salió de eso y fue que cuestiones obvias tuve que aprender defensa personal y hoy puedo decir que se cómo manejar un arma, el miedo que pude llegar a sentir antes hoy no existe la nueva yo no se deja de ningún idiota.

El pagar mis estudios fue una de las decisiones que la nueva yo tuvo que tomar aunque no fue difícil, sabía que mis padres tenían el poder adquisitivo para hacerlo, pero creía que de esa forma me convertiría en un adulto real, así que yo misma lo haría, lidiaría con esa responsabilidad.

Aunque esa es otra historia que no viene al caso en este momento, a lo que quería llegar con todo esto es que fue una relación de dos años la verdad muy fea, él era un idiota que no hacía nada de su vida, entonces me torturaba a mí, no quería que viviera y si lo hacía que dependiera de él prácticamente, controlaba cada aspecto de mi vida, desde como vestía hasta con quien hablaba, pero como ya les digo, yo era muy tonta, me dejaba de todo, hasta que un día termine en emergencias.

Recuerdo muy bien cómo me golpeo, fue tan brutal que creí no lo contaría, mis padres estaban tan angustiados. Ese fue el punto de quiebre para mí fue ahí que dije, nunca más, ningún hombre me maltratará de ninguna manera; y lo termine aplicando para todo ámbito de mi vida en realidad, no me dejo de nadie.

Todas estas experiencias me hicieron dar cuenta que la única que importa soy yo por lo que me propuse ser la mejor en todo, es por ello que aprendí idiomas y ahora hablo 4 a la perfección, Ruso, Alemán, Italiano y Griego, este último lo aprendí hace unos pocos años atrás, por lo que todavía lo estoy practicando para que se me dé más fluido.

Hoy con mis 28 años puedo decir que sé muy bien lo que quiero, y no es una relación con idiotas que no sepan valorarme. Y es por eso que la soledad ha sido mi mejor amiga desde entonces.

Sí, hace aproximadamente seis años este cuerpo no sale con nadie y no he mantenido intimidad con nadie más que con mis juguetes en mi departamento, por que oye, estoy sola, pero tengo necesidades y no por ellas voy a dejar que cualquiera me toque.

El que Johnson siga parado aquí, seguramente esperando que le diga algo de mi estado de ánimo, solo intensifica mis ganas de salir corriendo, pero una cosa es segura que espere sentado si cree que voy a decirle algo, no me interesa hablarle de ello, solo cumpliré con mi parte profesional e informare respecto de la salud del paciente.

- El paciente es un joven de 24 años, llegó presentando una herida de bala en el costado izquierdo del abdomen – inicio relatando, él solo me observa, en lo que su compañero toma nota de lo que digo - Estaba consciente y no hubo daños internos, el proyectil hizo una entrada limpia, con orificios de entrada y salida. En este momento se encuentra sedado luego de la cirugía, pero en cuanto esté consciente nuevamente, podrán ingresar a hablar con él. Ahora si me disculpan debo seguir atendiendo a mis pacientes.

Mi intento de huida a través del pasillo se ve interrumpido por que el muy desgraciado es insistente, toma mi brazo logrando con eso retenerme, mis ojos viajan donde está su mano, y este rápidamente la suelta.

- Oye Liv - su tono ahora es más bajo, ya que me está llamando de manera informal - ¿Cuándo podremos tener otra cita? Creo que la pasamos muy bien en la anterior - ¿Qué dice? Solamente él la paso bien, quiero algo que me saque de aquí. - Y me preguntaba si te gustaría salir conmigo nuevamente.

Sangre, Sutura y Secretos.Where stories live. Discover now