Sangre, Sutura y Secretos.

Capítulo 7

Olivia

El silencio que hay me pone un algo nerviosa, todavía no puedo entender como fue que se dieron las cosas, mi pierna duele un poco aunque los analgésicos ayudan bastante.

Inhalo profundo y recuesto la cabeza en el asiento. No quisiera cerrar los ojos para no traer a mi memoria todo lo acontecido hace unos dias, pero estoy algo cansada.

Claramente perdimos nuestro vuelvo de regreso, pasamos más días de lo pensado en esa isla. Por suerte pude comunicarme con Tiffany quien entendió la situación y nos espero.

Lo que es asombroso es que todos los gastos hospitalarios fueron cubiertos por ese hombre.

Y ahora estamos aquí, en un avión privado volando de regreso, esto es una locura de verdad. Todo hecho por el tal Alek Itchenko ¿quien demonios es él?

Es demasiado para procesar. Además ese chico Nikita. Se arriesgo a mucho por nosotras, no tenía porque hacerlo. Y casi muere por eso.

Volteo a ver a mis amigas, que no han dicho una sola palabra desde que volvimos, es un evento bastante traumatico para todas.

Estaré en deuda la vida entera con Nikita. Si no fuera por él, no se donde estarían ahora ellas.

- Mmmhh... - quiero decir algo, pero no se qué. No debería ser tan difícil esto. Decido que preguntar como se encuentran es una buena pregunta, o eso creo porque ninguna responde.

¡Dios! Esto es tan difícil.

- Nos esperan mas de diez horas de vuelo, ¿podríamos hablar un poco?

Nuevamente ninguna respuesta. - vamos chicas, se que es difícil pero...

- Solo quiero dormir un poco más. - Ami que es la reencarnación de la bondad y la amabilidad, ni siquiera puede mirarme, solo se voltea y hace como que esta dormida.

- Solo dales tiempo - Tiffany a mi lado toma mi mano, a pesar de lo malo que fue ser drogada, ella no vivió lo que les tocó a Harper y a Amalia. Ni siquiera lo que pase yo, que solo junte todo el coraje que tenia y fui a buscarlas.

Se que tiene razón, debo darles su espacio, que puedan pensar mejor las cosas, todo está muy fresco en ellas, no estoy segura si llegaron a hacerles algo más, aunque los médicos me aseguraron que más allá de los golpes que eran visibles no sufrieron ningún otro tipo de violencia.

Según las palabras que dijeron, fue que corrieron con mucha suerte porque las encontramos a tiempo.

El cuerpo lo siento pesado, señal que el cansancio está ganandome, no quisiera dormir, recordar todo es algo que no deseo hacer.

Pero no puedo evitarlo, los párpados me pesan y no creo aguantar diez horas despierta.

Hace tres días atrás, una hora del secuestro.

Veo al chico del callejón hablando con unos hombres, y no dudo en acercarme, necesito hacer algo por mis amigas, tengo que encontrarlas como sea.

- Bien necesito que busquen en toda la isla, hasta debajo de las rocas, solo tenemos unas horas. No pierdan el tiempo. - su voz se escucha fuerte y clara, muy seguro de lo que está diciendo. Y no puedo evitar pensar en que haré si no las encontramos, como le explicaré a sus padres lo que pasó.

- Yo iré con ustedes.

- Ni hablar mujer.

- Iré, porque son mis amigas y no puedo quedarme de brazos cruzados. - insisto en que iré, nada de lo que diga me hará cambiar de opinión.