25. Otp

1.4K 147 64
                                    

5 de mayo

14:55 p.m

Carla.

Intenté taparme la cara con el flequillo que me sobresalía para pasar desapercibida. Miré a Sarian de reojo, que estaba en mi misma situación, y Ana bueno, ella estaba grabando.

¿El qué? Os preguntaréis, pues bueno, no creo poder describirlo bien con palabras. Imaginad a cinco chicos recién salidos del Foster's Hollywood, con un par de copas de vino de más, abrazados por los hombros cantando "Que viva España" de Manolo Escobar a todo pulmón.

En medio del metro de Londres.

A las tres de la tarde.

Me dieron serias ganas de tirarles por las vías sin ninguna piedad.

–¿Les paramos?– preguntó Sarian, dándome un ligero codazo.

–Ni se te ocurra. Esto se queda para la prosperidad.– rió Ana, aumentando el zoom del vídeo.

Lo peor de todo esto, es que ella no era la única persona que estaba grabándoles.

–Dios mío...

–¡La gentee canta con ardooor!– entonó Carlos.

–¡QUE VIIIVA ESPAÑA!– gritó Blas.

–¡La vida tiene otro sabooor!– volvió a cantar Carlos.

–¡¡Y ESPAÑA ES LA MEJOR!!– gritaron todos, a la vez, mientras David bailaba con la barra sujetamanos del metro.

Solo matadme.

A Ana la faltaba hacer la croqueta por el vagón de metro mientras se reía.

Suspiré, pensando en cómo habíamos acabado así. Al parecer, era una buena idea quedar todos para ir a comer y después al centro comercial para buscar ropa apropiada para el juicio. Pero, como ya he dicho antes, son poco tolerantes, y dos copas de más (a parte de la tarta al Whisky) y parece que están poseídos.

Y todavía quedaban tres paradas para llegar.

Entonces noté que David comenzó a aproximarse hacia nosotras, en especial hacia mí. Negué con la cabeza mientras retrocedía, pero dio un par de zancadas y en seguida estuvo a mi lado, me rodeó con su brazo por los hombros, y me llevó el puño a la boca como si fuera un micrófono. Vi que uno de los móviles que no eran de Ana comenzaron a grabarme.

–Oye, te puedo denunciar por esto, guarra.– le dije en perfecto español a la chica que estaba grabando. Me miró confusa y la hice señas para que guardase el teléfono. Con cara de sorpresa, lo hizo.

–¡Cántanos, Carla!–dijo David, agitándome por los hombros.

–No, verás...

–¡Demuestra tu patria española!– gritó Dani.

–Yo es que soy más de Italia.

Oh, mamma mía!– gritó Carlos.

Pizza forno di pietra de Buitoni.– dijo Blas con acento italiano, imitando el típico gesto de la mano con los dedos juntos, hacia delante y hacia atrás.

–¡No! Surtido Cassa di Mamma de Dr. Oetker.– contradijo Álvaro, encarándose a Blas.

Miré a Sarian con súplica, pero se había unido a Ana y se, con cariño, descojonaban de mí sin ningún tipo de piedad. El tren paró y pude leer en la estación que era nuestra parada. Cogí a David por la cintura y le arrastré fuera, sabiendo que los demás le seguirían. Y en ese preciso momento, con mi novio ido abrazándome por los hombros mientras inventaba palabras en italiano, me cuestioné seriamente qué estaba haciendo con mi vida.

Total disaster. /\- SDE3 ~ David (Auryn)Where stories live. Discover now