CAPÍTULO 40

35 3 0
                                    

Decidí salir de allí sin dar explicaciones pensando en algo que quería hacer...

Caminé por las tiendas, hasta conseguir lo que buscaba.

Cuando abrí la puerta de casa, la encontré sola en la sala con un libro entre sus manos y ya mucho más relajada que el día anterior.

Aunque vestía ropa menos formal que cuando llegó no perdía su elegancia, sus gestos finos y por supuesto ese característico aroma maravilloso tan suyo que tanto me conmovía.

Ese reencuentro con ambas... significaba un aluvión de ideas que se balanceaban entre la alegría y la tristeza constantemente que me transportaban de un extremo a otro...

Iba desde la más profunda convicción de saberme afortunada por tener esa familia, hasta el rencor más denigrante y desmedido que sentía por los causantes de esa situación.

Clara levantó la mirada y sonrió:

—Hijita...

Sonreí: —Llegué: por fin en casa. —dije.

—¿Sucedió algo?

—No, pero hoy quería estar aquí, más que nunca...

Marcó el libro con un señalador, lo cerró y me dijo:

—Cuéntame...

—Es un momento muy particular en mi vida. Hace apenas un poco más de veinticuatro horas que he conocido a mi abuela...

Ella me miró con un profundo amor en sus ojos... invadidos de emoción y de sueños que seguramente habían renacido luego de todo lo conversado, el día anterior.

—Abuela...

—Dime, mi amor

—He comprado algo para ti que espero te agrade.

—¿Para mí? —expresó confundida.

—Sí: ¿por qué no? ¿Las nietas no podemos hacer regalos a las abuelas?

Ella rio; —Claro que puedes. Me has sorprendido y siento mucha curiosidad de ver tu obsequio.

—Ten abuela, esta es para ti: quiero que te recuerde siempre el profundo amor que tu nieta siente por ti, a pesar de no haber vivido cerca de ti.

—¡Sol! Es preciosa.

—Ahora tú también tienes algo mío... por suerte tengo la oportunidad de saber que mi abuela se llama Clara, así que esta C de oro pude elegirla yo misma.

—Eres un amor y tu gesto me llena el alma de felicidad.

—Quizás sea justamente eso lo mágico de las almas que se encuentran, se reconocen y eso es todo.

—Entonces voy a pedirte que tú misma la pongas en mi cuello y te prometo que siempre la tendré conmigo: ¡Es hermosa!

¿Sabes que nadie me ha dado un regalo tan importante como este?

La miré emocionada...

—Y, sin embargo, yo creo que es lo justo para ti.

—No te quepa la menor duda... significa que he podido conquistar tu corazón y eso es algo que me hace sentir tan bien que ni te imaginas.

No pudo seguir hablando...

—Abuela, no llores.

—Es emoción Sol, no te preocupes. Siento algo inexplicable cuando te veo y más aún cuando me sorprendes con esto tan maravilloso...

—Es lo que mereces. Me diste tu corazón y yo quise no solo retribuirlo, sino que así como tú querías hacerme comprender lo que eso significaba para ti, yo necesitaba, con esta excusa, expresarte: ¡Cuánto te quiero!

EL MUNDO DE MIS SUEÑOSWhere stories live. Discover now