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Después de esa plática tan profunda sobre mis problemas con Eddie, regresamos a clases, cada uno por su lado, y debo admitir que me sentí mucho mejor, así que regrese con la mente un poco más tranquila al último ensayo antes del juego.

Aunque era tedioso lidiar con las demás chicas del equipo, era un poco desestresante llevar el ritmo de las rutinas y hacer algunas piruetas sencillas, por lo menos me mantenía ocupada y no sobre pensar tanto.

Era demasiada presión la que llevaba en mi vida en este momento, mientras intentaba dar una vuelta de carro, imaginaba que soltaba el peso de lo que llevaba en mi pecho, dos más hasta que alguien grito ¡Cuidado!... Demasiado tarde, pues ya me encontraba en el suelo junto a Billy.

-mi brazo...- musitó mientras su ceño se fruncía por el dolor.

-¡lo siento!... Lo siento tanto...¿Estás bien?- pregunté levantándome como pude y acercándome a él.

-dos vueltas...¡DOS!, ¿Que tan difícil es recordar eso Myers?- el entrenador se interpuso entre Billy y yo mientras me gritaba con su voz llena de furia- para terminar tu numerito, golpeaste a uno de los mejores del equipo, ¡Despierta niña!- dio una palmada fuerte frente a mi rostro.

Tragué saliva  y crucé mis manos, todos habían guardado silencio por la forma en la que él entrenador me había gritado, mi hermano se quedó mirando solamente y Billy se levantó del suelo como pudo.

- no es para tanto... Estoy bien, fue un accidente - Billy habló llamando la atención del entrenador y haciendo que su atención ahora fuera hacia él.

- una más... Y se acabó, ¿Entendiste?- escupió y sin darme oportunidad de responder, se alejo- ¡vuelvan al ensayo! - hablo autoritario antes de alejarse.

-¿Tu estás bien?- Billy pregunto, y aún podía distinguir el lugar donde mi pie le había causado un enrojecimiento en su piel.

-si... Lo siento - musité, ahora era más mi vergüenza que el dolor de la caída.

-tranquila...- susurro y me miró compasivo antes de alejarse para volver al juego.

Me quedé un momento en la banca, limpiando una pequeña herida que se había hecho en mi rodilla después de ese desastre.

El día de nuevo estaba acabando con mi paciencia, pero ahora lo único que me preocupaba era encontrar una forma para escabullirme después del juego y poder ver a Eddie, esto se había convertido en algo muy importante para mí, porque ahora ya no se trataba de despejar mi mente, ahora era una inmensa necesidad de conocer mejor a Eddie.

Cómo caído del cielo, Steve iba caminando con toda la tranquilidad por el pasillo, junto a su compañera de trabajo, la chica que todo el tiempo que me veía parecía querer hacer explotar mi cabeza con su mirada.

-¡Steve!- grité, sin importar que la chica también me viera, era mi única salvación - ¡que bueno verte!- exclamé con alivio.

-¡Hola ___! Lo mismo digo- respondió a mi saludo y la chica solo me miraba con atención, por lo menos ahora no parecía querer matarme- ¿Que ocurre?

Parecía que mi entusiasmo y mi necesidad de hablar con él eran muy evidentes.

-esto va a sonar un poco extraño...- aclaré mi garganta - ¿Irás al partido del jueves?

-¡Por su puesto! Y ella también, no podríamos perdernos de ese evento - sonaba entusiasta como casi todos los alumnos de la preparatoria.

-bueno... Yo no tengo de otra - habló la chica - soy parte de la banda - se encogió de hombros, y por primera vez, sonaba agradable, pero no dejaba de verme extraño.

- genial...- sonreí para ambos y luego regrese mi atención a steve- necesito un enorme favor...- él me miró un poco extrañado pero asintió de todas formas - sabes que Chris es mi hermano... Tengo un pequeño compromiso el jueves... Y necesito irme de ahí antes de que inicie el partido...

- después de terminar tu rutina - interrumpió ella y yo asentí.

-si... Y... ¿Quería saber si tú... Podrías cubrirme?- murmuré con incomodidad, no estaba segura de como podría tomarlo.

Cómo lo esperaba, Steve se quedó en silencio analizando cada palabra, con la boca ligeramente abierta como si quisiera decir algo.

-yo... Bueno- fingió toser- Myers es un tanto especial... Quiero decir... Eres su hermana menor...¿No crees que sería más sospechoso si te viera salir conmigo?- preguntó y en realidad el tenía razón, es que ni siquiera había pensado con claridad aquello.

-yo te cubro- ella habló de nuevo y ambos giramos confundidos al escucharla.

-¡¿Tú?!- preguntó Steve y negaba con la cabeza como si estuviera horrorizado por la idea.

-¿Porque no?- me miró y rió - Steve tiene razón... No se cuál es tu plan, pero estoy segura de que es algo por lo que tú hermano te mataría - soltó y yo solo la miraba en silencio - piénsalo, el es un chico... El más popular entre las chicas... Si tú y yo fingimos ser amigas... Podríamos decir que... Fuimos de compras- levantó una ceja y sonrió un poco

-¿En la noche Robin?- preguntó Steve con sorna y sarcasmo

-ok ,ok... Tal vez no de compras, pero si a una pijamada o...

-¡es una gran idea Robin!- interviene y sonreí, por fin sabía el nombre de ella y ahora me quedaba más que claro que era una excelente chica - mañana podremos inventarnos algo... Pero por ahora... No tienes idea de lo mucho que te agradezco... No se cómo podría pagarte- una sonrisa de alivio se formó en mis labios mientras la tomaba del hombro.

-tal vez pagandome todos los helados que Steve te ha dado como 'cortesía de la casa'- respondió y Steve le dio un ligero golpecito en el hombro.

-¡Robin!- ella comenzó a reír y se encogió de hombros.

-solo bromeó, pero... Entonces mañana te veo después de clases, ¿Bien?- yo asentí al instante y ella sonrió - bien...

...............

Salí casi volando en cuanto la campana anuncio el término de clases, corrí antes de que los pasillos estuvieran imposibles de transitar.

La vi a punto de salir al estacionamiento.

-¡Robin! ¡Hola!- grité agitando mi mano para que me viera.

Ella solo giro, hizo un asentamiento leve con la cabeza y se detuvo al verme.

-ven conmigo o llegaré tarde al trabajo...

-de acuerdo...

Comencé a seguirla hasta el estacionamiento, estaba más seria que ayer y eso me ponía un poco nerviosa.

Little Princess Where stories live. Discover now