O1. Felipe Otaño

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Contenido explícito.

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Felipe estaba apoyado sobre sus rodillas, y con un brazo a cada lado del rostro de su novia, se sostenía para besarla.

Ambos tenían ya ropa más cómoda, solo iban a ver el partido, y después dormir, así que tan pronto decidieron quedarse, se vistieron para entrar a la cama. Ella con su pijama, una pijama que le gustaba bastante a Felipe, y él con unos shorts deportivos, y su playera del equipo.

—Oh, oh. —dice alejándose de pronto para voltear a ver el televisor, y poner atención a algo así como la entrevista de algún jugador. Quería escuchar, pero también seguirla besando, así que se mantuvo ahí.

Una de las cadenas que Felipe lleva puesta, le choca contra la cara cuando se gira, eso le recuerda muchas cosas. Segundos después de no poder ver siquiera la pantalla, sube las manos hasta los grandes y marcados brazos de su novio, puede sentir que está haciendo fuerza para detenerse, y le gusta toparse con un par de venas marcadas levemente en sus músculos.

Su piel es increíblemente suavecita, voltea a verla riendo, y nota como su piel se eriza.

—Me da cosquillaaaas. —se queja soltando una risita, y volviendo a inclinarse para besarla.

Ahora por todos lados, sin desesperación, con paciencia dejaba besitos en sus mejillas, su frente, su mandíbula. Al llegar a su cuello los besos se volvieron un poco más húmedos, pero seguía besando pacientemente, la chica podía sentir la respiración de su nariz chocarle contra la piel, y eso la hacía sentir escalofríos.

—El partido empezó. —cuando Felipe baja hasta su pecho, alcanza a ver el televisor, y le avisa dando una palmada a su hombro.

A el chico no le interesó mucho, sabe que en los primeros minutos no pasa nada interesante, así que sigue con lo suyo. En cuanto baja un poco más, específicamente a su pecho, da un rápido vistazo, y nota como por encima de la ropa sobresalen los pezones de la chica, le gusta ver sus pechos así, de esa forma puede imaginar y morirse de ansias por lo que le espera ahí abajo.

Por eso no se la alza, dobla sus rodillas para poder ir más abajo, y lleva ambas manos hasta los muslos de su novia, le dan tantas ansias que los aprieta a penas los tiene en las manos. Para ese punto ya está a altura de su abdomen, en serio deseaba besar cada parte de su cuerpo.

La chica solo estaba disfrutando, y una sonrisa se pinta en su rostro cuando siente los dedos de Felipe estirar el elástico que su pijama, para comenzar a bajarla. Ahora solo tenía una blusa de seda color negro, y ropa interior de encaje del mismo color, solo eso, bajo la fija mirada de su novio.

—Dios. —murmura viendo completamente perdido—. Me voy a volver loco.

Ella puede ver su rostro acalorado, y su pecho subiendo y bajando. Así que para quitarle un peso de encima, se alza apoyándose sobre sus rodillas, quedando ambos en la misma posición, y así le es más fácil quitarle la camiseta.

Una vez deja a la vista su torso desnudo, Felipe la toma de la cintura para poder besarla, sentir sus labios contra los suyos es como un alivio.

—... Esta vez no voy a poder controlarme con vos. —advierte estirando una de sus manos para ponerla detrás de la rodilla de la chica, y así medio cargarla.

Una vez la tiene sobre él, se inclina para ponerla contra la cama, y comenzar.

Apurado le saca la ropa interior, mientras ella misma se quita la blusa, y ansioso por lo que viene se coloca bien de nuevo entre sus piernas.

Ve sus pechos, y no espera un segundo más para acercarse, y comenzar a besarlos. Mientras lo hace, estira la mano al buró de noche, y toma su billetera, se la entrega, él no quiere despegarse de ahí, ni dejar de escuchar los jadeos y gemidos que su novia hacía cada vez que lamía sus pezones.

-Ten...t-ten. -murmura ella entregándole un preservativo que sacó de ahí, y lo hace con una voz tan dulce y necesitada.

Felipe lo toma, y vuelve a incorporarse, se baja el short, solo de la parte necesaria para dejar a la vista su miembro. Duro, grande, ella puede ver desde donde está, varias venas que le encantan.

En cuanto se lo coloca, puede sentirlo palpitar, quería estar dentro de ella, no de un condón. Así que escucha a su pene, y rápido sube la vista para mirarla.

Lucía tan acalorada como él, y la imagen le hace querer darle toda de una.

—Ponete en cuatro, quiero darte así. —dice sonando firme—. Por favor amor.

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No doy para más con Felipe, es un chiquito, y me resulta tan tierno que sería súper atrevido escribir más detalles jajaja 😭😭😭 esto lo hago solamente para las que me pidieron segunda parte, y espero les agrade.

El siguiente es de Esteban👏👏👏 y como planeo sea una mini historia, voy a elegir un nombre, para no repetir tanto la palabra "ella."

También si quieren partes como esta, con todos, háganmelo saber, pq tuve muchas críticas con el de Juani, y sinceramente me quitaron un poco las ganas de seguir con contenido así.

Y nada, muchas gracias por el apoyo y los buenos comentarios, me hacen olvidar el hate que me tiraron jajaja😭💗

ONE SHOTS | LSDLNWhere stories live. Discover now