"Siempre quise besar tus labios." ⋆ soft. tw: acoso.
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El mejor amigo de tu hermano, ¿Qué podría pasar?
¿Qué podría pasar...?
Él era una constante molestia, no una molestia que tú hubieras escogido, claro está. Tu hermano, Alek, era el mejor amigo de Leon Kennedy ── el mismísimo grano en tu culo.
Ambos eran un par de años mayores que tú. En la actualidad, estabas acostumbrada a sus personalidades molestas e irritantes a tu persona, porque claro, al ojo del resto ── sobre todo las mujeres ── eran unos dioses griegos, dignos de reverencia, flores y halagos.
De todas formas, por más que quieras decir abiertamente que los odias, eso quedó en el pasado. Hubo un tiempo que hicieron una broma que fue lo suficientemente lejos para hacerte llorar, aquello los hizo sentir terriblemente mal, ellos solo querían verte enojarte, no llorar. Debías tener alrededor de unos quince años en el suceso y fue la primera vez que esos dos te dieron un abrazo y se disculparon profundamente, sin necesidad de que tus padres los reprendieran, fue una charla apologética sincera inmediata.
Ahora sus bromas eran menos intensas, pero no significaba que fueran menos molestas.
Tales como cuando vuelves de tu trabajo de cajera, cansada y agotada por el calor y que, a penas abras la puerta una bolsa de agua caiga por tu cabeza. Cosa que lleva a que los salgas persiguiendo con una almohada del sofá por toda la casa.
Igual habían ocasiones que te sentabas con ellos a ver una serie o película en la que todo era tranquilo y no era inusual. O preparar el desayuno, almuerzo o cena juntos, ya que era ocurrente que Leon se quedara a dormir, viviendo a pocas cuadras de tu casa y que usualmente odiara estar en su casa, solo.
Hace unos años empezaste a experimentar sentimientos que no eran relacionados a amistad hacia Leon, pero jamás quisiste pensar mucho en ello, en especial por miedo de la reacción de tu hermano, quien a la vez era tu mejor amigo, al respecto.
Veías a Leon guapo, obvio, ¿Quién no lo haría? Pero te fastidiabas silenciosamente cuando Alek se burlaba de Leon por las mujeres que él besaba en fiestas o lo poco que duraban sus relaciones "amorosas."
Te ponías incómoda cuando tu hermano los dejaba solos y conectaban miradas o tu brazo rozaba con el de él, o tomaban al mismo tiempo el control de la TV.
Sin embargo, desde la perspectiva de él, adoraba ver sus ojos en los tuyos, como tus ojos brillaban como si se tratara del reflejo del cielo en el agua cristalina.
Él a veces podía quedarse viendo con una sonrisa de oreja a oreja como hablabas con tu hermano y hacías cosas simples, como leer un libro, ver la televisión, cocinar... o lo que sea, en realidad, él admiraba las pequeñas cosas de ti en silencio, rogando silenciosamente que algún día, tú puedas hacer lo mismo por él.
