Capítulo 3

26 9 17
                                    

PARTE 1

El lobo amado.

Capítulo 3 - ALIÉNOR

La ciudad es muy diferente de noche. Siempre he creído que no se entiende del todo una ciudad a menos que la visites también de noche. Desde la emoción de regresar a casa después del trabajo temprano en la mañana, las calles y los autobuses están llenos de gente, pasos ruidosos y apresurados, hasta salir a comer tranquilamente, el mismo lugar en la calle está empapado de diferentes fragancias. Cada vez más vacío y solitario. O incluso más tarde, cuando los que regresan tarde aceleran el paso o disfrutan de la soledad de la noche, mientras la mayoría de la gente duerme y las persianas los miran en silencio. Al igual que sus habitantes, la ciudad cambia al caer la noche.

Luego de estar 10 minutos con Iker  afuera del bosque.

—¿No vamos a entrar al Bosque?
—La verdad es que no —respondo mirando a través de la ventana.
—¿Quieres ir a otro lugar? —me pregunta.

Recuerdo que hoy habia un toque de Techno en Arma17. Me pongo a mirar la hora y es perfecto para lo que pienso.
—Y si vamos a un rave —respondo.

Me encanta asistir a estos eventos de música electrónica porque puedo ser quien quiera ser, usar mi ropa favorita, bailar al ritmo de la música y expresarme sin ser juzgada, me encanta poder alejarme de la norma y estar con mis amigos, exhausta de bailar sin parar, hizo todo un mes de cardio en una noche y soltó todas las cosas malas que había allí, solo bailando. Esto significa que te encantan las fiestas clandestinas, alternativas, secretas y alocadas donde a la gente le encanta bailar toda la noche con sonidos fuertes, oscuros y repetitivos y ritmos vibrantes como ningún otro género, con todo y luces. 

Cuando lleguamos, veo a Iker con gafas de sol y bailando al son de los sonidos metálicos y secos de la música techno. En ese momento estaba mirando porque aún no había fluido, era nuevo para mí, no sentía que pudiera quedarme allí toda la noche y mucho menos descansar, y me preguntaba por dónde empezaba. Después de un rato nos fuimos a un lado de la pista de baile y hablamos un rato y tomamos un descanso, alrededor de la 1 de la madrugada entró el esperado DJ de la noche y la gente se reunió nuevamente en el centro y sintieron que comenzaba la música. Ya sea que fuera divertido o algo que de repente me acostumbré a escuchar, regresamos al centro y dejamos que la música fluyera a través de mi ser. Empecé a moverme, me relajé más porque mentalmente hice espacio para una nueva atmósfera, me sentí nerviosa y bien, me puse gafas oscuras y comencé a copiar y donar algunos de los movimientos de chicas y chicos. Ese es mi toque personal. Antes de darnos cuenta, habían pasado unas horas más y estábamos descansando y sentados en el suelo junto a nuestros amigos sonrientes que compartieron nuestro cansancio durante 30 minutos, hidratándonos con sus propias botellas de agua. Bailamos hasta el amanecer, estas incursiones son más largas que las noches habituales.

Después de varias horas por fuera, llegó a casa comí algo y bebí algo para recuperar fuerzas, quería dormir pero mi cabeza daba vueltas y todavía escuchaba la música a todo volumen lo cual fue raro pero no me arrepiento de esta nueva experiencia única porque me sentí liberada, como bailar y estar en ese ambiente me haría ver la vida de otra manera, una forma más loca, más divertida, más variada de disfrutarla.

Últimamente he estado utilizando la frase "la energía no miente" creo y siento que son vitales para nuestra vida diaria, nos dicen cosas buenas o malas que van a pasar, intenciones e incluso si estás conociendo a alguien, gente realmente buena. Gente buena o gente extremadamente mala y peligrosa; la gente sí se siente así. Nos conducen como si fuera un mundo de ciegos, donde en el carnaval se presentan todo tipo de energías para que puedan ser detectadas días antes de la fiesta. Desde que salimos de casa sentimos una inexplicable sensación de cosquilleo que yo llamo "ganas de bailar" y desde ese momento empiezas a pensar en esa sensación etérea de "buen rollo" que promete la fiesta, ya sea música o bailar la fiesta. Será un parche y no un mal viaje o algo que no queramos experimentar. 

Desde el momento en que te bajas de tu auto o taxi y caminas hacia el lugar de la rumba, hasta que puedes escuchar el bajo del club lejos de la puerta, todo es energía y emoción infinitas. La energía aquí comienza a influir en tus acciones y pensamientos, y todo puede ser muy feliz o muy "raro" al mismo tiempo, dependiendo de dónde te encuentres. Solo entrar a un lugar donde está por suceder la rumba te hace sentir como si algo estuviera por suceder, y el ambiente puede cambiar la energía y las vibraciones, tanto positiva como negativamente.

Desde que me levante, no he dejando de pensar en lo increible que lo pase en el reva con Iker. Organizo el cuarto, voy al baño y lo primero que hago es verme al espejo.

Cuando me miro al espejo suelo hacer dos cosas: sonreír y arreglarme el pelo, igual que cuando me veo delante de la cámara o me hago un selfie. Nunca antes me había detenido a pensar en como apesar de los años uno puede cambiar tanto, incluso el iris de los ojos. No soy esclava de la forma de mi cuerpo, nunca ha sido un problema para mí, pero cuando me paro frente al espejo veo claramente lo que hay al otro lado y me encanta. Sin embargo, desde que llegué del rave varios días mis iris de los ojos han cambiado, son de un color dorado, tirando a oro.

Llamo al celular del abuelo pero no obtengo respuesta.

FLORAL VIBES © |1|Where stories live. Discover now