Capítulo 6

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PARTE 1

El lobo amado.

Capítulo 6 - ALIÉNOR

Hemos llegado a Moscú. Está igual, sólo un poco de frío. Ha empezado la estación del año más esperada por muchos, incluso es una de mis favoritas, otoño. Por alguna razón, no estoy segura de qué hacer en lo que me resta de vacaciones.

El Uber nos deja y entro a mi hogar. La casa consta de dos pisos con cuatro habitaciones con su respectivo baño. En el primer piso están la cocina, el comedor, un cuarto de aseo, un baño para las visitas, la sala de estar y el garaje; en el segundo piso están la habitación principal, la de mis padres, a pesar de que han pasado seis meses no puedo creer que no sean mis padres, me enseñaron muchas cosas, la habitación de mi hermana Ava, la habitación de los huéspedes, por si llegan visitas y por último la mía.

Respirando hondo descargo las maletas en mi habitación y mis ojos cansados del viaje encuentran la cama como el único remedio para poder descansar. El avión ha demorado dieciocho horas y seis minutos de vuelo, pues me encontraba en Latinoamérica. Me han encantado sus comidas, sus danzas y sobretodo sus culturas. Son tan diferentes.

Me dirijo a la cama a paso lento, cuando estoy a unos pasos, mi celular suena. La canción Perfect de One Direction suena como tono de llamada, una de mis bandas favoritas, me siento en la cama, descargo mi mochila y rebusco en lo más profundo mi querido celular. La persona que ha estado llamando desde que he llegado a Moscú es un número que no tengo registrado. Le devuelvo la llamada y al primer tono, contestan.

-¿Hola con Aliénor? -es la voz de un chico, la he escuchado, pero no recuerdo a quien pertenece.
-Hola, claro soy yo-le respondo con mi buen humor.
-Soy Max-responde y añade-Era para que le dieras clases a Iker de fotografía.
-Acabo de llegar, estoy muy cansada -digo y caigo en cuenta de que ha dicho el nombre de él y pregunto- ¿Iker?
-¿Lo conoces? -pregunta y añade-Él nos ha hablado de ti.
-¡Cómo! -exclamo lo más audible para él.
-Ustedes fueron amigos, ¿verdad? -dice, hace una pausa y escucho una pequeña discusión con alguien, no le presto tanta atención hasta que el nombre de su acompañante, Iker. Al que tengo que dar clases. Ahora que recuerdo, ellos son más que amigos, eso me puede explicar la situación que he podido escuchar-¿Me puedes ayudar? Supongo que puedes, además te pagaría muy bien.
-¿Cuánto sería? -digo mientras bajo las escaleras para llegar a la primera planta, entrando a la cocina añado-¿Qué días de la semana?
-Serían como 1.910,86 rublos y los días pueden ser los sábados-dice muy animado.
-Perfecto -digo mientras cojo unas fresas del refrigerador, por estar hablando con Max ni me di cuenta de que en momento me lleve una la boca- Las fresas son mis amores -digo alargando la última vocal.
-Ali muchas gracias-dice Max.
-Con mucho gusto Maximiliano -respondo mientras me llevo la última fresa de la decoración a mi boca.
-Me gustaría volver a ser tu amigo-dice una voz grave, Iker.
-No empieces, tengo hambre, no he comido nada desde la cena -hago una pausa, sé que él quiere volver a ser mi amigo hace seis meses vino a verme- Sólo los snacks del avión que no cuentan.

Ha habido días donde no me interesa comer, incluso lo máximo que he durado sin comer son tres días. Casi todas las chicas son hermosas aquí en la ciudad, mi amiga Chris es voluptuosa, una rubia muy sexy. Mi amistad con ella ha tenido muchos tropiezos por el tema de la comida, es lo único. Al lado de Chris soy la rara, lo que puedo lucir son mis piernas, y creo que mi metabolismo, pero mi cabello desde luego que no, es muy diferente al rubio, es blanco y natural.

-Ali, sí vas al bosque es mejor que no estés sola-dice y de nuevo la escucho alegar o pelear con Max-Hablamos luego.
-Adiós-digo y me río al colgar, pues la forma en la que me están mirando mis padres y mi hermana.

FLORAL VIBES © |1|Where stories live. Discover now