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El Razor Crest estaba sumido en un tranquilo silencio que solo era interrumpido por el suave zumbido de los motores. Din estaba sentado en el asiento del piloto, víctima del agotamiento gracias a la última aventura que había vivido. Su respiración tranquila junto a la de la niña eran las únicas señales de vida en la cabina.

De repente, un sonido estridente cortó la tranquilidad de la nave, haciendo que Din se sobresaltara bruscamente de su sueño. Sus ojos se abrieron de golpe mientras miraba a su alrededor, intentando identificar la fuente del ruido. Por un instante, creyó que era la alarma indicándole la salida del hiperespacio, pero pronto se dio cuenta de que era algo más.

Se acomodó en su asiento, para responder lo que en realidad era una nueva comunicación, pero el peso sobre su cuerpo lo detuvo, la niña estaba dormida sobre él. Mierda ¿En qué momento ambos se habían quedado dormidos? Din estiro su brazo, tratando de presionar el interruptor que conectaría la llamada mientras evitaba hacer caer a la niña y pensaba en recostarla en la cápsula de descanso o simplemente despertarla para que ella misma se fuera a dormir a otra parte.

Sin perder tiempo, activó el enlace de comunicación que parpadeaba insistente en la consola del Razor Crest. Una pequeña figura holográfica se materializó frente a él, un mandaloriano de armadura azul parecía observarlo fijamente, sin entender la escena que tenía frente a él, pero Din no podía culpar a su buir, Björn, de lo que estaba mirando.

"Din..." la voz de Björn estaba entre la confusión y la sorpresa "Hijo... ¿Qué demonios?"

Mando respiró profundo, ¿cómo podía comenzar a explicarle a su padre si el mismo no sabía cómo hacerlo? Bo-Katan se movió ligeramente al escuchar el ruido, sus ojos se abrieron llenos de sueño.

"Vod, ¿ya llegamos?" Preguntó la niña pelirroja con voz adormilada, buscando confirmación de su compañero de viaje. Su rostro aún estaba posado sobre el pecho cubierto de Beskar de Din. Sus ojos verdes adormilados miraron fijamente el visor.

"He... No, falta poco"

Bo-Katan bostezó, frunció el ceño confundida antes de volver a cerrar los ojos, aparentemente despreocupada por la situación, cayendo dormida rápidamente para la suerte o mala de Din Djarin.

¿Cómo iba a explicarle a su padre la presencia de la princesa Kryze en su nave? Bueno, obviamente lo más fácil sería contarle la verdad. Din miró a su buir a través del holograma, sintiendo una mezcla entre ansiedad e incertidumbre. No tenía idea de cómo iba a explicar esta situación, pero sabía que no podría ocultarla por mucho tiempo.

El holograma del mandaloriano se inclinó ligeramente hacia adelante, como si intentara entender lo que veía.

"Din... ¿Quién es esa niña que está contigo?" Preguntó Björn. Aunque la respuesta era clara para el mandaloriano de armadura azul, necesitaba que su hijo se lo confirmara.

Din tragó ruidosamente, sintiendo la tensión acumulándose en sus hombros mientras buscaba las palabras adecuadas para explicar la situación. "Ella es la princesa Bo-Katan Kryze" respondió finalmente, su voz apenas era un susurro tenso "La encontré por casualidad hace dos días en Tatooine. Según sus propias palabras estaba secuestrada hace más de treinta rotaciones"

Björn frunció el ceño ante la revelación, aunque la expresión obviamente fue ocultada por su casco. "Din, eso es imposible" dijo el mandaloriano con firmeza "En Concordia no se ha escuchado ninguna noticia sobre el secuestro de la princesa... además ¿Treinta rotaciones? No creo que..."

"Solo te digo lo que ella me ha dicho, estaba en una celda, un grupo de niktos la tenía prisionera, la encontré luego de que ellos mataran a mi recompensa"

La odisea de Bo-Katan Kryze y Din DjarinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora