02: ᴜɴᴀ ᴠᴜᴇʟᴛᴀ ᴀʟ ᴘᴀꜱᴀᴅᴏ, ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇʟ ᴘʀᴇꜱᴇɴᴛᴇ

521 29 10
                                    


El niño cerró sus ojos y se sumió en un sueño apacible y tranquilo por el reconfortante aroma de sus padres. Luffy lo había alimentado antes de la llegada de Law, pero este se resistía a tomar un baño, decidido a no dormir hasta que su padre alfa regresara. Kei mostraba una persistencia admirable, heredada de Luffy y su firmeza en esa decisión recordaba a su abuelo Garp y los miles de regaños o golpes cuando era un niño, igual a su hijo. Nada parecía doblegar su determinación.

Finalmente cedió ante la terquedad de su hijo después de una mañana tumultuosa tras la partida de Law hacia su trabajo. Levantarse a las 5:00 AM para preparar el desayuno y almuerzo de su esposo demandaba tiempo, consciente de que debía estar listo antes de las 7:00 y despertar a Law a las 6:30. Luffy experimentó una transformación significativa desde que se casó con Law, absorbiendo muchas actitudes positivas, el mayor siempre lo motivaba constantemente, aunque a veces suele regañarlo. En cierto sentido, anhelaba estar a la altura de su esposo, ser digno de un alfa como él.

Habiendo concluido solo la preparatoria, Luffy se sumergió en el mundo laboral, capturando momentos a través de su lente en lugares turísticos para ganarse unas monedas. Esto le permitía sobrevivir junto a su hermano mayor, Sabo, quien en ese entonces era un joven universitario que también trabajaba en una cafetería local. Las diferencias entre los dos hermanos eran notables: Luffy mostraba una naturaleza desordenada, despreocupada, buscadora de problemas y, lamentablemente, un pésimo cocinero. En cambio Sabo; inteligente, bien parecido, buen deportista y excelente en la cocina, específicamente en la repostería.

Ahí lo conoció a él, en ese parque de diversiones, entre el bullicio de tanta gente, el ruido de los niños y los juegos mecánicos, en una tarde con el viento de un frío diciembre, frente a la rueda de la fortuna. A su lado una mujer, pelirroja, ojos grandes y azules, pecosa, su cabello ondulado y largo balanceándose por el aire, su impecable abrigo beige. Una preciosidad sin duda.

Uno al lado del otro, luciendo como una pareja de alguna portada de revista. Ese alto hombre con tatuajes en manos y brazos, su fina barba y ese cabello negro lo hacían lucir tan intimidante. Su aspecto al igual que la joven mujer, impecable y elegante, pantalones negros, una camisa de lana con cuello de tortuga negro y un abrigo del mismo color.

Entonces cuando cruzaron miradas lo supo, su corazón pegó un vuelco al verlo, su omega lloriqueo y le hizo saber que ese hombre de ahí era para él, su destinado. Quería correr en ese instante y abrazarlo, decirle que lo escogiera, pero la chica de enfrente a tan solo unos pasos lucía un gran y costoso anillo en su dedo anular. Hablando animadamente.

—Law, no puedo hacerlo, en realidad creo que tú tampoco ¿No? —Aria palmeo el hombro del alfa y se cruzó de brazos—, nuestros padres son tan anticuados,— hizo una mueca de negación—, te conozco del tercer grado de preescolar y lo menos qué sientes por mi es amor de pareja y a decir verdad yo tampoco, no eres mi tipo para nada Trafalgar—sonrió y codeo al hombre a su lado.

—Aria-ya, somos amigos y ambos alfas, nuestros padres creen en esa basura de ideología de seguir con el linaje "puro", eso es tan estúpido, no me gusta que quieran decidir por mí, quiero encontrar a mi pareja yo mismo al igual que tú—miro de lado a su mejor amiga—, te quiero, pero, en eso tienes razón, amor u atracción romántica no hay, no quiero atarte a mí cuando puedes ser feliz con quién tú quieras y tampoco eres mi tipo—.Le sonrió con arrogancia mostrando la fila de sus dientes blancos.

—Es hora de tener los pantalones bien puestos cuando los dos renunciemos a este compromiso tan absurdo, incluso Zoro pudo escaparse, ¿porqué nosotros no?—chisto—, bebiendo del vaso de su café.

—Tal vez porque Zoro si los mando a la mierda desde el inicio y se casó con Sanji-ya al día siguiente

—Ese desgraciado tiene demasiadas agallas, lo admiro—silbo—no digas que dije eso, me molestaría y tendría que escucharlo mofarse y no quiero ver su rostro sonriendo, siempre rodeada de alfas molestos—.Recargo su cabeza en el hombro de Law.

𝐓Ú & 𝐘𝐎: 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐇𝐎𝐆𝐀𝐑 ||| ʟᴀᴡʟᴜWhere stories live. Discover now