05: ᴜɴᴀ ᴠɪꜱɪᴛᴀ

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Los niños llenaban el hogar con su algarabía, sus risas resonaban por cada rincón, mientras sus diminutos pies marcaban un ritmo frenético en la sala

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Los niños llenaban el hogar con su algarabía, sus risas resonaban por cada rincón, mientras sus diminutos pies marcaban un ritmo frenético en la sala. Luffy había ido a recoger a Kei de la oficina de su esposo, quien se aferraba a él con una insistencia que desbordaba su corta edad. Se negaba a dejar ir a su padre así que Law no pudo negarse a tener a su hijo con él. En el fondo quería que todos notaran que su hijo ya no era un bebé de meses, sino un encantador niño de cuatro años. Y secretamente, el alfa se regocijaba en la similitud entre ambos y lo adorable que era Kei.

Phoebe le había pedido a Luffy que cuidara de Lewellyn, ya que su jefe la llamó de último momento. Con timidez, le pidió el favor a su vecino, quien aceptó de inmediato. Conocía las dificultades de ser padre y empleado al mismo tiempo.

Ahora, Lewellyn tiraba insistente del pantalón de Luffy, lágrimas surcaban sus pálidas mejillas. Pidiendo ser cargado.

— Lewy, ¿Qué pasa?—susurró Luffy, mientras hacía un gesto pidiendo permiso para cargar al niño, cuando esté le permitió hacerlo se escondió en su cuello, inhalando el suave aroma a lavanda.

—Kei me asustó, gruñó y me olió el cuello—, susurró entre sollozos, las lágrimas marcando sus delicadas mejillas.

Luffy acarició suavemente la espalda del niño.—Lo siento, Lewy, descuida, hablaré con él, ¿sí?

Luego, Luffy calmó y arrulló al niño hasta que su llanto se apaciguó. Sin embargo, algo lo inquietaba: Kei no había aparecido como de costumbre, o no estaba con Lewellyn disculpándose.

Con cuidado de no perturbar al cachorro, caminó hasta la sala desde la cocina, solo unos pocos metros. Vio a Kei en su rincón de auto-castigo, de espaldas a ellos, con la cabeza gacha y una crayola en la mano.

—Kei, ¿estás bien?—llamó Luffy—Lewellyn solo se asustó un poco Recuerda lo que hablamos, debes respetar su espacio, cariño

—¡Lo hice!—gritó Kei, un gruñido escapó de él, no tan parecido a un ronroneo como otras veces, sonaba más como un alfa... —¿Podría ser?...—Lo siento, papi, yo... solo quería saber si Lewy olía como a manguito. Su mano me dejó un olor, papi

—Aun así, debes ser cuidadoso con él. No puedes solo gruñirle o tocarlo bruscamente. Anda, pide perdón-, dijo Luffy, acariciando su cabello.

Debería hablar con su esposo sobre esto

Después de horas de juegos y una merienda, Luffy decidió llevarlos al parque para un picnic. Mientras cerraba la puerta de su casa, su celular empezó a vibrar.

—¡Sanji! ¡Cuánto tiempo! ¿De verdad? Genial, nos vemos allá—, exclamó Luffy antes de colgar

Caminaron hasta el colorido parque, donde vieron a Sanji sentado en la banca de siempre, mientras dos niños peleaban por sentarse en sus piernas.

𝐓Ú & 𝐘𝐎: 𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐇𝐎𝐆𝐀𝐑 ||| ʟᴀᴡʟᴜWhere stories live. Discover now