19 •| Normalidad no tan normal

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Christopher

No pierdo de vista el instante en el cuál le pide acompañarlo, ella duda pero finalmente accede. Salen del almacén dándome una vista perfecta de sus expresiones y movimientos. Él le murmura algo en voz baja que la hace esbozar una mueca de diversión, se acerca para tocarla y ella —por suerte— lo frena, cosa que lo hace reír como adolescente imbécil.

Mete sus manos en los bolsillos de su chaqueta asintiendo a lo que sea que le esté diciendo y se da vuelta regresando una vez que él avanza hasta su vehículo.

—Pareces un jodido psicópata —me dicen.

—Como vuelva a acercarse a ella después de todo ésto, lo seré.

Banner chasquea la lengua con desaprobación y espero que se apresure a decirme qué notó en el imbécil, que para eso la necesitaba aquí.

—A simple vista es evidente que no es de fiar, pero la forma en que se desenvuelve con Rachel es distinta. Se podría decir que hasta confia en ella, además de sentir una clara atracción por ella. No considero que padezca algún tipo de trastorno, ya que lo hubiese notado con solo observar atentamente sus gestos y reacciones pero al momento de Bratt interesarse en el porqué hacia ésto su respuesta fue cortante y poco sincera. Si demostró que lo hace por mi amiga más sospecho que detrás de eso hay un motivo enorme y muy doloroso.

Asiento comprendido.

—Buen trabajo. Ya te puedes largar; no te soporto.

Blanquea los ojos importándole poco mi orden.

—Quiero pasar tiempo con ella, no seas injusto.

—Lo sé pero hoy no. Necesitamos centrarnos en ésto, luego pueden hacer lo que se les da la gana. Me importa un bledo.

Se encoge de hombros yendo hacia su esposo. En un descuido me percato de que Bratt se encuentra muy cerca de Rachel y me precipito hacia ellos, a éste lo puedo matar con mayor facilidad.

—...Pensé que tal vez podríamos darnos otra oportunidad...—lamenta el llorica.

Estoy a unos pasos cuando la boca de Rachel se abre con incredulidad.

—Bratt... yo creí que todo había quedado claro... —logro escuchar.

Doy zandacas hasta llegar a ella y en cuánto la tengo a mi alcance le rodeo la cintura con el brazo. Los ojos de Lewis flamean al dar con el agarre y el cuerpo de Rachel se relaja.

El que se apoye en mí manda una descarga a mi pecho que apacigua mi inquietud a su rechazo.

—Me hiere que lo sigas eligiendo a él por encima de mí.

Bufo sonoramente.

—Siempre he estado por encima de tí, que ésta vez y las anteriores me elija por encima de cualquiera no debería significar motivo de dolencia para tí —le sonrió secamente—. A fin de cuentas lo de ustedes murió hace... no sé... ¿casi unos 3 años? Desde que está conmigo en realidad, así qué: Superala, traumado de mierda.

—Creo que fue suficiente por hoy, ya es hora de irnos —se interponen los demás al evaluar la situación.

Patrick me comenta algunas cosas de camino a mi auto mientras que Rachel se rezaga a despedirse de sus amigas. Bratt se larga enfurecido, y Parker me da un simple asentamiento justo antes de abordar su auto y marcharse. El Capitán se lleva a las amigas de Rachel, y por último Simón se lleva a la loca pegajosa de su esposa, dejándome solo con mi mujer.

—Te sigo —le hago saber y me responde con una sonrisa.

Lidera el camino de regreso a la mansión, mientras la sigo a una distancia poco pudrente. Conociéndola como lo hago es capaz de aumentar la velocidad y disfrutar de tenerme pisándole los talones todo el camino.

•| 𝑨𝒈𝒐𝒏𝒊𝒂 |• Where stories live. Discover now