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Nuestro tiempo se acabó, tus ojos estan cerrados.
No voy a poder decirte que... necesitaba que supieras.
Esta oscuro.
La luz de la luna no se muestra
Y todo mi amor.
Nunca podría llevarte a casa.
— 6.18.18, Billie Eilish.
Decir que estaba molesta era una palabra sumamente corta, Jiwoo desprendía un aura de fuego puro, y parecía querer matar con la mirada a cualquiera que se interpusiera en su caminó, soltaba unas feromonas bastante agresivas, haciendo retroceder a cualquier enfermero o enfermera omega, incluso a pacientes que venían solamente a sus citas médicas, pero siendo honesta a ella no le importaba. No porque a decir verdad solo se concentraba en una sola cosa.
Investigar acerca de lo que su nieto dijo.
Rápidamente saco su celular para marcar al número de su más fiel servidor.
— Siwon, necesito que investigues más a fondo a Lee Minho, si tiene otra familia, si esta casado con otro omega, ¿como porque? No tengo porque darte explicaciones, haz lo que te digo y te aumentare el sueldo — corto la llamada para dirigirse a otra habitación. En cuanto llegó, vio a Byul-yi revisando los signos vitales de Jisung.
Cerro la puerta con cuidado, acercándose a los pies de la camilla, mirando a su hijo. Se veía tan palido, frío y sobre todo, tenía los labios secos.
— Tardará en despertar — su amiga se colocó a su lado —, tuvimos que ponerle otra dosis, Jiwoo. No es fácil para él procesar esta noticia.
— Para nadie ha sido fácil — hablo entre dientes —. Y todavía tenemos que ver lo del funeral, la misa, las flores... — sus ojos se pusieron acuosos y su amiga le dio un abrazo de consuelo —. ¿Por qué, Byul-yi? ¿Por que la vida se encarga de arrebatarme lo que más amo? Primero fueron mis padres, después mi esposo, y ahora mis nietos... — Byul-yi escuchaba atentamente como su mejor amiga sacaba su dolor —. Solo tenían dieciséis años.
— Aveces nosotros no tenemos el control entre la vida y la muerte, Jiwoo — le dijo ella en un intento de consolarla —, nadie sabe cuando vamos a morir o tendremos más tiempo de vida — Byul-yi le regalo una media sonrisa, separándose del abrazo —, lamento tu perdida, de verdad. Haz pasado por mucho, pero... — miró a Jisung por unos segundos, para después regresar su vista a la alfa —, tu hijo te necesita, tu nieto igual. Se que saldrán de estas dos pérdidas.