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¿Qué hago cuando no puedes escuchar? ¿Qué hago cuando no estas aquí? Parece que todo está desapareciendo
Ahora se ha ido con el viento Papá, ¿puedes escucharme? He estado llamándote ahora
Te necesito ahora, ¿puedes venir? Se que este no es mi final Sin ti aquí, no hay energía
Realmente desearía que regresaras a casa...
— This One is Four You, Yung City.
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Minho se llevó una mano a su zona lastimada, quedando estupefacto por la tremenda cachetada que su omega le acababa de proporcionar. Ve el rostro furioso de Jisung, su omega nunca antes demostraba esta faceta suya, tan molesto que incluso sus feromonas salían agrias.
— ¿Cuando, Minho? — la pregunta lo deja desconcertado, confundido, aun tocando su mejilla rojiza, mientras Jisung respiraba agitadamente.
— Sung...
Pero el omega aprieta sus puños, tensa su mandíbula, furioso, decepcionado, molesto, triste. Triste por la perdida de sus dos hijos, furioso por la mentira, molesto por la traición a él y su familia. Decepcionado porque su pareja le fue infiel y perjudicó a sus niños.
Sus niños.
Sus bebés.
Yeji y Hyunjin.
No puede con la rabia, le deja caer otra cachetada, casi haciéndolo caer. Esta molesto, muy molesto, su corazón se rompe ante el recuerdo de sus dos valientes chicos en esos ataúdes, su bebé más pequeño, su Jungwon, también estaba en el hospital, siendo atendido por la doctora de la familia.
— ¿¡Cuando ibas a decirme que tenias un amante!? — sus palabras queman su garganta, pero finalmente las deja salir.
Estupefacto, Minho retrocede dos pasos, los presentes en la sala quedan sorprendidos, excepto Jiwoo, pues la alfa mantiene una postura casi intimidante, el padre de Minho parpadea, bastante confundido.
