03.

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Desperté en una habitación extraña, aún no me levanté de la cama, pero aún así notaba que era lujosa, color rojiza y hacía un frío tremendo, por lo que me levanté y antes que dijera algo una voz a mi izquierda lo hizo. La misma persona con la que vendí mi alma, Lucifer, él se levantó de su asiento y caminó hasta la ventana, luego me sonrió y dijo las palabras que por muy tonto que sonara no creía.

—Bienvenida al infierno, querida.

Apenas terminó de hablar lo miré desconcertada y me levante rápidamente de la cama para poder verme en el espejo que estaba en una esquina de la habitación. No creía el hecho que estuviese en el infierno, no pense que fuera tan pronto, pero... ¿Qué pasó arriba después?, ¿por qué aún sigo viendome humana? Aunque lo único que había cambiado era el color de mis ojos, los cuales eran negros y de pupilas blancas. No se veían tan mal.

Desvíe la mirada del espejo y inspecciono la habitación con algo de desconfianza. Lucifer río por eso.

—Pensé que el infierno sería peor... Se ve ¿bien? Esta habitación. — comente sonriendo de lado. Lucifer se acercó a la ventana y la abrió.

—Bueno, será que es fino porque estamos en mi castillo, afuera si es feito, para el que no sepa vivir. — dice irónico.

Me acerqué a la ventana y sonreí al ver la gran cuidad, era hermosa, diferente a lo que normalmente se decía del infierno, esto era tan impresionante que era difícil de creer.

—Increíble... — murmuré emocionada, pero toda mi emoción se fué a la mierda cuando escuché sus palabras.

—Lo sé. Ahora ponte esto. — me entregó un esmoquin negro y se dirigió hacía la puerta de la habitación—. Eres mi sirvienta, no olvides esa parte. Vístete y llega a mi oficina en 10 minutos.

Dicho esto simplemente abandonó la habitación, dejándome solitaria. Suspiro cansada y me senté en la cama observando el esmoquin, nunca había usado uno, y menos un pantalón, por lo que para mí esto sería extraño, algo nuevo.

Lo que si me preguntaba era que había sucedido en mi antiguo hogar, con mi familia, el como llegué aquí ¿Qué habrá sucedido allá arriba? Aunque la verdad no debería de importarme, después de todo no le importé nunca a ellos, soy tonta al preguntarme si tal vez estarían preocupados, aunque para ellos sería una salvación, descartando la parte en la cual ya no tendrían la fortuna de los De Rumania.

Salí de la habitación sin saber a dónde dirigirme por estos pasillos lujosos y de colores rojizos, eran infinitos. No sabía dónde dirigirme por lo que me guíe por el sonido, y vaya que sirvió, aunque terminé en la cocina, donde varios demonios femeninos me miraron con alerta y otras con una sonrisa agradable.

—¡Una Von Eldrich en el castillo! — exclamó una chica asombrada, iba a negar, pero otra demonio habló.

—Por supuesto que no, ella es Celisse, la nueva asistente del señor Lucifer. Los Von Eldrich son verdes y con aspecto marino, ella se ve como una humana normal, solo que con ojos de color. — se acercó a mí y extendió su mano—. Soy Emma, es un gusto conocerla señorita. — hizo una reverencia y me tomó de la mano—. No presentaré a nadie porque ya es tarde y al señor Lucifer no le gusta las personas impuntual es, por lo que llevele un café y así no se molestará con usted.

Me entregó una taza de café y me guío hasta la oficina de Lucifer. Al ya estar fuera de esta suspiré y toqué la puerta, esperando a que se abriera, pero no pasó nada, por lo que al segundo toque pensé que se abriría, pero siguió igual. No me quedó más de otra que entrar y disculparme después, ya que pensé que seguro no me había escuchado, pero me sorprendió verlo jugar con patitos de hule en una mesa de trabajo. Al notar mi presencia los tiró por una esquina y me miró nervioso.

OUR DESTINY | 𝑳𝒖𝒄𝒊𝒇𝒆𝒓 𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓Where stories live. Discover now