04.

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El señor Lucifer me dijo que fuera a descansar a mi habitación, en la misma que aparecí, pero simplemente no pude, no después de lo sucedido, tenía tantas dudas que quería aclarar y sobre todo saber quién es el dueño de mi alma y el como el señor Lucifer no lo sabía. Esto es tan frustrante.

Suspiro aún mirando el techo, minutos después alguien tocó la puerta y con un solo "adelante" de mi parte, Emma se adentró a mi habitación con una bandeja llena de comida. Me levanto de la cama y la miró con una media sonrisa, ella me la devolvió al instante, y con cuidado dejó la bandeja en la cama.

—El señor Lucifer pidió traerle comida. — Dice Emma parada frente a mí—. Comentó algo de lo sucedido conmigo, después de todo soy su ama de llaves... De verdad lo siento mucho...

Negué aún sonriente y la miré de la misma manera, la verdad no era su culpa, mucho menos de Lucifer, solo fué algo que se le salió de las manos, pero yo me prometo buscar.

Esto es tan intrigante y yo soy tan curiosa como para no dejarlo pasar, quiero descubrir quién tiene mi alma y el porque el señor Lucifer no lo sabía, pero ahora que lo pienso la única forma de descubrirlo es chequeando papeles en su oficina, lo cual es tarea fácil porque ese será uno de mis trabajos.

Ahora que lo noto, el señor Lucifer se ve algo deprimido dentro de su oficina, había notado un cuadro donde había una hermosa mujer rubia y una niña que se parecía a él, tal vez eran su familia y algo les pasó, pero no iba a preguntar ya que no era algo de mi incumbencia, pero esto era clave para darme cuenta que esa montaña de papeles que hay por revisar son el registro de cuántas almas han bajado el infierno en los últimos años y ahí estaría mi registro, del como morí y mi alma terminó en manos de otro demonio.

Si el señor Lucifer nunca revisó esos papeles es por esa razón que no sabía que mi alma ya tenía dueño. Que agobio.

—Esto será irónico, pero por Dios... No entiendo nada de lo que está sucediendo, mi alma la tiene otro demonio y aún así el mismísimo Lucifer no lo sabía, ¿no crees que eso es misterioso, Emma? — la miré algo frustrada y ella asintio.

—Tiene razón... Pero bueno... No debería decirle esto ya que todo esté tema solo lo saben las personas que tienen un papel "importante" en el castillo, pero desde que la esposa del señor Lucifer desapareció y su hija se alejó de él, él ha sufrido una gran depresión, por lo que me hace pensar que no sabía que ya su alma tenía dueño porque no ha revisado los registros por años... Tal vez usted pueda investigar indiscretamente, teniendo en cuenta que su labor será ser la asistente del señor y ver registros será pan comido para usted. — expresó Emma con algo de felicidad—. Aunque debe saber que el infierno está dividido en 7 anillos, los cuales son liderados por otros demonios fuertes, los pecados capitales. Este lugar es toda una jerarquía, de hecho hasta hay humanos poderosos, los Overlords, humanos que consiguieron poder debido a pactar con almas, pero están por debajo de la familia Goetia.

Me quedé mirándola desconcertada y solo suspiré, era como las jerarquías en la tierra, nada cambia.

—Vaya... No es tan complicado de entender, después de todo en vida fuí una princesa, es casi lo mismo, pero diferente... Y más interesante.

—¡Por supuesto! Aquí si usted quiere matar, torturar y secuestrar es permitido, ya que no hay leyes, pero tampoco jugar de listo porque aquí la tonta sería usted. Es algo divertido.

Expresó con algo de malicia, por lo que reí. Creo que esto será más interesante de lo que pensaba.

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Pasaron un par de días, ahora si podía trabajar con tranquilidad, por lo que me encontraba en la oficina del señor Lucifer chequeando algunos papeles mientras que él se encontraba haciendo papitos de hule en su mesa de trabajado.

Había notado que tenía una fascinación por lo patitos de hule, tenía de todo un poco, eran lindos. Me parecía una acción tierna de su parte, pero de igual manera entendía que sufría de depresión y eso me hacía sentir mal de algún modo, después de todo no era un tema que podía hablar con él.

Estaba clasificando los archivos por medio de las fechas de su muerte, o sea, si habían personas que morían entre el 1850-1860. Yo rebuscaba entre las personas que murieron en el 1860, por nombre y género, pero aún así no encontré nada, todos eran casi hombres, y una que otra mujer, pero aún así no había ningún registro de mí. Busqué en tres los demás papeles, pero no había absolutamente nada, por lo qué no me tocó de otra que preguntarle al señor Lucifer.

—Señor... — lo llamé. Minutos después me miró, esperando a que hablara—. Tengo una duda.

—Oh, por supuesto... — dejó lo que hacía y se acercó a mí—. He notado que eres curiosa, pero bueno... ¿Qué quieres saber, Celisse?

Me quedé en silencio por unos segundos, y luego suspiré para poder hablar.

—He estado haciendo mi trabajo por horas, clasificando los archivos de los demonios que murieron entre el 1850-1860, pero por una extraña razón no sale mi registro ahí... ¿Por qué?

El señor Lucifer se quedó en silencio por unos segundos, dudoso, pero un par de minutos después hizo aparecer un archivo en sus manos, lo cual me entregó.

Miré el archivo con mi nombre en la tapa principal algo nerviosa, y cuando lo abrí, estaba vacío, no había nada, eso quiere decir que alguien lo había tomado ya.

—Demonios... — bufé poniendo el archivo en el escritorio y solo me recosté sobre este. He descubierto que la vida me odia, Dios me odia.

Yo no soy la culpable de que mi madre sea una mala persona, ¿por qué me tocaba a mí pagar por ello?

El señor Lucifer me miró confundido y luego tomó el archivo, el cual abrió y su expresión fue igual a la mía, una completa decepción.


—Wow... No me esperaba eso... — dice mientras dejaba el archivo en su lugar—. Tal vez se perdió...

Reí sin gracia y negué. Yo sabía que no era así, no era tan tonta como para no darme cuenta que alguien estaba interfiriendo en mi búsqueda.


—No es así... Sé que alguien no quiere que yo sepa la verdad... No soy tonta para no percatarme de eso señor. — suspiro con cansancio y lo miro—. Me hace pensar lo peor sabiendo que alguien se metió en el castillo del veterano sin siquiera que alguien se percatara de su presencia. Eso da mucho que pensar.


Expresé con sinceridad y seguí ojeando los archivos que me quedaban para después acomodarlos. El señor Lucifer no dijo nada por un buen rato, eso hasta que decidió romper el silencio incómodo que se había formado.

—¿Crees que me he descuidado mucho de este lugar? — al escuchar su pregunta lo miró y me encogí de hombros y él suspiró—. Sé que me descuide mucho de este lugar desde que Lilith se fué... La verdad ni yo sé que hacer.

Dicho esto caminó hacía su mesa de trabajo y tomó asiento el la silla frente a esta.


Lo miró en silencio y luego me levanté de mi lugar para ir donde él estaba y poder hablar, creo que por mucho que quería hablar del tema tenía que hacerlo.


Había notado que estaba deprimido, y le era complicado expresarse, por lo que no dejaría que se ahogara en agonía por lo sucedido con su familia, pero creo que no es correcto evitar a su hija, después de todo él la única persona que le queda.



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Instagram: Smailershimura

Fin del capítulo
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Gracias por leer hasta acá, nos vemos en el próximo capítulo
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~Smailer-Shimura

𝑊𝑟𝑖𝑡𝑡𝑒𝑟: 𝑆𝑘𝑎𝑟𝑙𝑒𝑛𝑡ℎシ︎

OUR DESTINY | 𝑳𝒖𝒄𝒊𝒇𝒆𝒓 𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓Where stories live. Discover now