9- EL DEPORTE DE MODA DEL RENACIMIENTO: EL TENIS.

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Quizá te llame la atención que tanto en la corte de Enrique VIII como en la de Francisco I jugaran al tenis

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Quizá te llame la atención que tanto en la corte de Enrique VIII como en la de Francisco I jugaran al tenis. Te cuento el porqué.

     La palabra tenis es de origen francés. Deriva de tenez —«tened»—, que era lo que le gritaba el jugador a su oponente cuando le lanzaba el servicio. En la Edad Media, el jeu de paume  era muy distinto al actual. Se jugaba con la mano —de ahí el nombre»–, aunque también usaban guantes.

     Los partidos se disputaban al aire libre. Jugaban en el terreno de un prado o en una calle o en una plaza o en el patio de un palacio o en el foso de un castillo. Los dos campos se separaban por una simple línea —no usaban red— y se enfrentaban jugadores individuales o equipos de dos o más miembros. A veces el juego de pelota tomaba formas más primarias, como la de arrojar la pelota sobre el techo de una casa, a modo de frontón.

     El jeu de paume  fue muy popular, hasta el punto de que en 1397 las autoridades de París prohibieron a los artesanos que jugaran durante los días laborales. Solo podían hacerlo los domingos. En 1485, un concilio eclesiástico prohibió a los clérigos que lo practicasen, «sobre todo en camisa y en público».

     Los aristócratas lo practicaban sin ningún tipo de limitación. En 1316 Luis X, tras disputar un reñido partido en el bosque de Vincennes, tomó un vaso de agua fría y se desmayó. Murió poco después. Lo mismo le ocurrió a Felipe el Hermoso, que falleció de repente tras beber un vaso de agua mientras jugaba a la pelota en Burgos. Habría que ver cuánta responsabilidad tuvo el sobre esfuerzo por el deporte y cuánta los microorganismos del líquido.

     Entre los siglos XV y XVI el juego cambió. Si bien siguieron utilizando la mano, se extendió el uso de raquetas.

     Hacia 1530, Juan Luis Vives imaginaba un diálogo en el que un español que regresaba de París le explicaba a un compatriota que los franceses «rara vez juegan con la palma». «Pero entonces, ¿cómo golpean la pelota?, ¿con el puño?», preguntaba el otro. El primero le respondía: «No, con una raqueta».

     Resulta muy curioso que algunas raquetas se elaboraran con pergamino, aunque las más comunes se hacían con cuerdas de cáñamo o de tripa. Se codificaron las reglas de juego, que guardaban similitudes con las del tenis actual. Los puntos para ganar un juego se contaban por 15, 30, 45. Luego se obtenía una «ventaja», se empataba «a dos» —el actual término inglés deuce  viene del francés à deux—, cada manga contaba con seis juegos, etcétera. La pelota tenía que pasar por encima de una cuerda que separaba ambos campos. Se le colgaban campanillas que sonaban cuando la bola pasaba por debajo. Más adelante comenzaron a utilizar una red que retenía la pelota.

     El terreno de juego también cambió. En lugar del campo abierto típico del «juego largo», se buscaron superficies delimitadas por muros. Así, aprovechaban el rebote de la pelota. Esto dio origen al «juego corto». También habilitaron una zona para los espectadores —la galería— y cubrieron el espacio con un techo. Las pistas cubiertas eran de dimensiones variables —algunas alcanzaban los 30 metros de longitud— y se hicieron habituales en todas las ciudades europeas. En Francia se las llamaba jeu de paume  o tripot —del verbo triper, que significa rebotar—, mientras que en los reinos de la península Ibérica se utilizaba la denominación «trinquete».

     En los siglos XVI y XVII, el jeu de paume  vivió una edad de oro, sobre todo en Francia. Los extranjeros se asombraban por la afición que había a este deporte.

     Un viajero comentaba:

«Los franceses gustan mucho de este juego y se ejercitan en él con una gracia y una ligereza maravillosas».

     Otro bromeaba diciendo que los galos nacían «con una raqueta en la mano» porque también jugaban las mujeres y los niños. Solo en París había 250 pistas. Un embajador italiano calculaba que en todo el reino había 1.800. En cambio, en Londres en el año 1614 solo había catorce.


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📚El tenis, el deporte de moda en el Renacimiento, artículo escrito por Eduardo Juárez para la revista National Geographic Historia, actualizado a 23 de febrero de 2022.

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