Capítulo 99

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Con la respiración agitada alerte a Hamza qué hizo detener a too el mundo por mi llegada.
-Hamza: Mi señora ¿se encuentra bien? - Respetaba su distancia gracias al arma que llevaba, una gran alabarda.
-Madeline: - Tras recuperar el aliento - Si, si ya estoy... Creo que bien Fiiuuuu.

Notebelnardor en mi brazo y al verlo, desde cuatro cortes cuasi equidistante botaba mi sangre, no era profundo ni tampoco mucho pero si era algo que me dolía pero no me digustaba.

Comencé a limpiarme la herida con unas vendas que Hamza tenía extras y me senté afuera del carruaje para poder ver por donde íbamos y vi la inmensa pradera donde nos encontrábamos campos enormes de hierbas verdes altas que podían cubrirte si te echabas en ellas, siendo movidas por las brisas cabalgantes que descendian y vuelta subían como si de un juego para ellas tratase, unas nubes enormes y esponjosas que parecían tener las mismas texturas que el campo, todo nuestro alrededor era así pero al frente nuestro de vislumbraba una gran torre.

-Hamza: Mi señora es ahí donde vamos a terminar es la Torre de los Gryfos.
-Madeline: es grandiosa y majestuosa.
-Hamza: Si que lo es, vaya dentro y descanse, ahora es cuando Tomaremos velocidad.

Me adentre en el carruaje me acomode y fue como dijo Hamza, el galopeo de las monturas fue tan veloz que por dentro todo el carruaje se sacudía aunque por sorpresa los suministros no se movían estaban inmóviles por lo que decidido sentarme encima de ellos sobre la caja puse la manta donde me sentaba y me puse en posición de meditación.

Quería tomar tiempo para poder estar en sintonia conmigo misma. Mientras hacía eso podía ver todo a mi alrededor lento, entendiendo así que ya me estaba concentrando al igual que los cánticos de aquel libro comencé a recitarlos.

Al abrir mis ojos veía como los tatuajes que descansaban sobre mis muñecas botaban flores reales y una enredadera de una combinación entre dorado y verde que luchaba entre sí pero no se mezclaban nunca las flores tenían colores fuertes, rojizas, moradas y naranjas como algunas amarillas.

Las enredaderas tomaban posición sobre mi cuerpo dejandome encerrada pero aun móvil. Las flores de diferentes tamaños llegaban a cubrir casi todo excepto el centro de mi cuerpo, justo entre mi busto había un espacio abierto al que no cerraba pero formaba un círculo perfecto.

Llegando a la torre, era enorme aunque yo no podía casi moverme. Hamza volteo a verme y se espanto, haciendo que todos los caballeros bajen des sus monturas e intentarán sacarme de esas espinas pero no. No podían.

Intentaron cortarlas pero creían, intentaron abrirlas pero se cerraban, intentaron quemarlas pero rejuvenecian.
Un cantose oyó arriba nuestro y 3 sombras que pasaron por nuestra encima comenzaron a descender los tres gryfos y sus jinetes.
-Nur: Hermano ¿Qué ocurre aquí? los vimos a todos desenvainar sus armas
-Hamza: Nur, Hermano nuestra señora vino con nosotros pero algo me ha pasado y ha entrado en ese especie de capullo. No sabemos si esta bien o no tampoco nos habla.
-Nur: Señora mía, permitame, soy Nur Constance Lider de la brigada del Ala de gryfos.

Hubo un silencio de mi parte, a decir verdad no es que no pueda hablar es que sentía que no necesitaba hacerlo.

Un estruendo se oyó frente al frente de la caravana, una gigantesca criatura de duros y fuertes rasgos comenzó a caminar entre las monturas que se erizaba y gruñian. Fue cuando la sentí, no se me hacía falta abrir los ojos para verle, para captar su presencia, el vínculo que nos une ahora es tan fuerte que casi nos podíamos comunicar sin pensarlo si quiera, con solo estar cerca ya casi éramos uno.
Una Ama y un familiar.

-Charlize: Madeline disculpame por no haber estado.
-Madeline: no fue tu culpa, no hay nada de que te disculpes o pidas clemencia.
-charlize: Lo sé pero siento que pude hacer algo.
-Madeline: Claro que no, mira a Büşra, esta en esa torre durmiente a esperar ¿que? ¿Un castigo?  Ella solo me protegio y ahora está allí. - abrí mis ojos para verle, una mirada melancólica - No me hubiera perdonado qué a ti también te hicieran algo.
-Charlize: Ella era consciente d elo que sucedería, no debió aparecer frente a una persona mucho menos atacarle.
-Madeline: Solo me defendía y ahora mirame estoy aquí en esto.
-Charlize: eres tú siendo tú, esas espinas son tuyas, esas flores también debes entender que protegerse no es huir, te dará miedo pero yo te aseguro que debes  seguir poco a poco.
-Madeline: Pero siento esa sensación y me aterra.
-Charlize: Lo se bien, puedo sentir como te sientes. Es dolorosa esa sensación pero debes soltar esas espinas y guardarlas.
-Madeline: Ayúdame a salir - Extendí mi brazo -.

Me levante, las flores comenzaban a soltar sus pétalos qué eran llevados por esa brisa de las praderas pero aún quedaban esas espinas.

Aquella criatura qué todos apuntaban se fue acercando y achicando, llegando a tener cerca del tamaño del carruaje, empujó a la montura de Hamza qué llevaba el carruaje y su de manera amorfa comenzó a achicar se hasta llegara la forma en la que conocí a mi amiga.

Se posó frente mío, llevaba esa sonrisa y esa forma de extraña de mirarte sin mirar a la que se próximo a estar a escasos centímetros de mi y al compás de mi palpitar comenzó a llevarse una por una de las enredaderas y espinas como si una danza se tratase.

Al abrir nuevamente mis ojos ya no había nada encima mio.
-Charlize: Bien, es hora de volver.
-Madeline: ¿Estarás ahí?
-Charlize: - Señaló mi corazón con la punta de su dedo - Estaré aquí.
-Charlize: un pequeño consejo tocalos tú a los primero.

Termino de decir eso en momento que los pétalos y flores que bailaban en las corrientes galopantes de las brisas caían sobre mi cubriendo como una lluvia que no dejaba ver alrededor y al finalizar, lo primero que veo es la puerta de la casa de Ems.

JourneyHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin