Prólogo

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---Cada vez que veo tus
Labios me hacen la invitación
A pecar...

La campana de la cafetería sonó una vez más y desde el mostrador pude observar la cabellera rubia despeinada del chico que me ha estado robando suspiros desde meses atrás y por el cual he descubierto que tengo "Besorexia"

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La campana de la cafetería sonó una vez más y desde el mostrador pude observar la cabellera rubia despeinada del chico que me ha estado robando suspiros desde meses atrás y por el cual he descubierto que tengo "Besorexia" .

La besorexia también conocida como  "besofilia" es un tipo de parafilia que detona las ganas repentinas  de besar alguien y no me malinterpreten no me dan ganas de besar a cualquier persona que veo en el camino.

Mi besorexia solo la despierta él.

El chico que todas las tardes entra a mi cafetería y pide lo mismo de siempre.

Una rebanada de pastel de chocolate y un mocha helado por favor—  Por dios sus labios son tan llamativos, solo verle me dan ganas de besar ese arco de cupido tan perfecto que tiene.

—Anotado, te lo llevare a tu mesa, en unos minutos— Le sonrió nervioso antes de empezar a preparar su Mocha helado el cual consiste de una mezcla irresistible de chocolate blanco, shots de espresso, hielo y leche, coronado con deliciosa crema batida y chocolate negro despolvoreado.

—¡Gracias!— Me devuelve la sonrisa y mierda mi corazón esta tan acelerado que creo que me dará un infarto y es que no son solo las ganas de besarle si no también las ganas de que sea solo mío.

Lo veo sentarse en la mesa que está junto a la venta, saca su computadora y empieza a escribir. Lee Felix es un escritor de novelas románticas muy famoso lo que lo hace más interesante.

—Tu pedido— Dejo la bandeja a su lado y cuando estoy apunto de alejarme siento como una de sus manos me toma del antebrazo, giro para verlo y es ahí donde sus ojos azules conectan con los míos y siento como si un rayo impactara en mí, Felix pasa la lengua sobre sus labios y madre mía, siento que tendré un orgasmo solo con verlo hacer esa simple acción.

—¿Hay algo mal con tu orden?— intento que mi voz salga lo más calmada posible aunque por dentro esté gritando de la emoción por tener contacto con su piel y ya le he hecho el amor infinidad de beses.

—No tienes clientes que atender ahora y me preguntaba...

Su mirada cayó al piso y pude notar el sonrojo que apareció en sus mejillas.

—Me preguntaba si ¿te gustaría compartir el pastel conmigo?— Su mirada volvió a subir y esta vez estaba seguro que el que estaba rojo de las mejillas era yo.

Maldita sea como puede ser tan tiene, juro que me estoy resistiendo para no lanzarme a él y comerle la boca y succionar hasta el alma.

—Está bien si no quieres— Soltó su agarre de mí y volvió a acomodarse en su asiento.

—Me sentaré junto a ti pero traeré mi propia rebanada de pastel, no quiero robarte
la tuya—  Le respondí guiñandole un ojo y después regresar al mostrador para tomar una rebanada de pastel y prepararme un americano doble.

—Tengo varios meses viniendo a esta cafetería y aún no se tú nombre— dijo cerrando su computadora y guardarla en su mochila y luego tomar un sorbo de su Mocha dejando la comisura de sus labios con una ligera mancha de crema batida, las ganas de la...

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—Tengo varios meses viniendo a esta cafetería y aún no se tú nombre— dijo cerrando su computadora y guardarla en su mochila y luego tomar un sorbo de su Mocha dejando la comisura de sus labios con una ligera mancha de crema batida, las ganas de lamerle los labios me ganaron, me levante de la silla y me acerque a su rostro quedando a centímetros de distancia de sus labios, lo vi quedar estático en su silla y luego cerrar sus ojos con fuerza.

Mi besorexia ganó, esa necesidad de besearlo me llevó tan lejos que sin evitarlo... uní nuestros labios en un casto beso haciendo que la crema batida desapareciera.

Cuando reaccioné ya era tarde, ya la había cagado, era la primera vez que teníamos una conversación que iba más haya de ordenar y llevar su pedido y ahora estoy seguro que me verá como un pervertido.

—Wow, eso fue...

—Lo siento, yo... yo..— Me sentía tan avergonzado por no controlar mi trastorno que las palabras tampoco querían salir de mis labios, imtente alejarme me levante abruptamente de mi silla pero nuevamente su agarre me detuvo pero esta vez colocando más fuerza y asiendo caer sentado en sus piernas.

Él me devolvió el beso y sentí que miles de mariposas volaron a nuestro alrededor.

Hola he vuelto con una historia Más, he escrito dos versionesUna Hyunlix y una Minlix

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Hola he vuelto con una historia
Más, he escrito dos versiones
Una Hyunlix y una Minlix.
Espero que les guste.

Besorexia (Minlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora