Capítulo 03

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—Quiero besarte, quiero que
Seas mío...

—Tengo algo que contarte, así que te  esperaré para cenar— Hyunjin me dijo al momento que llegué a la cafetería para reemplazarlo, me sorprendió ya que yo también tenía algo que decirle

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—Tengo algo que contarte, así que te  esperaré para cenar— Hyunjin me dijo al momento que llegué a la cafetería para reemplazarlo, me sorprendió ya que yo también tenía algo que decirle.

—Yo también tengo algo que contarte hermanito— Le sonreí moviendo mis cejas, él me vio extraño pero luego sonrió ya que ambos compartimos ese sentido de gemelos.

—Genial, entonces te veo en la cena— dijo antes de darme un beso en la mejilla y despedirse, es sábado por lo que hoy no tuve clases así que me quedé en casa descansando antes de venir a la cafetería, necesitaba dormir ya que la semana pasada fue agotadora, normalmente el fin de semana soy yo quien me encargo de la cafetería todo el día pero hoy necesitaba descansar.

He ido con un psicólogo, le he contado lo que me pasa y siento cada vez que veo al chico de la cafetería al cual aún no me atrevo a preguntar su nombré pero es normal supongo, ningún dueño de algún negocio va por ahí preguntándole el nombre a sus clientes, se asustarían y a lo mejor ya no volverían y si ese chico rubio con apariencia de angel no vuelve yo seguramente me vuelvo loco y no estoy exagerando la psicóloga dijo que es normal aunque yo creo que ella está loca.

Me senté en un cómodo sofá y reí ya que siempre había visto este tipo de escenas en las películas y ahora soy yo el que está en esta situación.

Una joven doctora fue la que me atendió,  se sentó en el sofá personal, vestía un pantalón negro olgado, zapatos blancos, una blusa del mismo color del pantalón y una bata blanca. Cruzó sus piernas, acomodo sus lentes y en sus manos había una libreta y un lapicero, típica escena de película.

—Cuentame cual es tú problema,
querido— Dijo y yo me sentí avergonzado por lo que iba a decir y ella pudo notarlo —Tranquilo que todo lo que digas se quedará aquí, nadie sabrá lo que me cuentes, todo será confidencial— eso me hizo calmarme un poco ya que no quería que nadie pensará que soy un... un... Un... Mierda se me olvidó la palabra pero en fin, respiré profundo y empecé a hablar.

Hay un chico, llega todos los días al lugar donde trabajo y es jodidamente hermoso, lo veo y siento que millones de corazones flotan a nuestro alrededor—
Me detuve un momento y volví a respirar profundo.

—¿Él no corresponde tus
sentimientos?— preguntó ella con tranquilidad mientras anotaba algo en su libreta.

—Él no sabe que yo gusto de él— Reí melancólico —Ni siquiera me he atrevido a preguntarle su nombre a pesar de que lleva semanas llendo a la cafetería pero eso no es el problema— Recordé el motivo principal del por qué vine a este lugar.

—Continúa por favor— Sentí mis mejillas calentarse y es que como le explico que cada vez que le veo los labios me provocan ganas de besarlos con posesión y que en mi entrepierna se forma una erección de solo imaginarme besándolo contra la pared de la cafetería o sobre una mesa.

Yoo...— No quería sonar como un maldito pervertido acosador y terminar en la cárcel o peor aún, en el manicomio, mordí mi labio inferior pensando bien en lo que diría.

Cada vez que lo veo me dan ganas de besarlo pero son ganas que apenas puedo controlar, lo veo y mis labios pican por sentir los de él y son tantas las ganas que me dan de besarlo que...

—¿te corriste solo de imaginar besándolo?— Preguntó ella y la volteé a ver asombrado y con mis mejillas a punto de brotar sangre.

—¿Como lo sabe?—

—Son pocas las personas que vienen a mi con ese mismo problema, no eres el único— Me senté y empecé a tronar mis dedos de los nervios ¿A caso tenía algún tipo de enfermedad?.

¿Estoy loco? O... ¡¿Soy un
pervertido?!—  pregunté y escuché a la doctora soltar una risita.

—No cariño, no estás loco y tampoco eres un pervertido, lo que tienes un tipo de parafilia llamada “Besorexia” eso detona las ganas de besar personas, el deseo puede ser tan fuerte que incluso puedes llegar al orgasmo, las personas que experimentan este tipo de parafilia, pueden llegar a soñar despiertos con besos o buscar desesperadamente oportunidades para besar a otras personas.

—Y eso tiene cura— Pregunté asustado joder ¿Acaso voy a morir si no lo beso? O peor aún ¿Voy a querer besar a cualquier persona que se me cruce? Hay que asco iug no, yo solo lo quiero besar a él.

—La besorexia no tiene cura, solo debes aprender a vivir con ella, tienes que controlar tus instintos o simplemente besar a la persona que deseas.

—Eso me haría un pervertido.

Besorexia (Minlix)Where stories live. Discover now