𝐨𝐜𝐡𝐨

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Jay había decidido ir a dar un paseo. Aún le daba vueltas en la cabeza lo que había pasado, las palabras de Ni-ki, todo. Caminó por las calles para llegar a la plaza. Entonces su corazón se detuvo unos segundos.

Era él, solo. Lo vio levantarse y mirar algo asustado a los tipos borracque se acercaban, y comenzó a caminar en otra dirección, pero al parecer los tipos querían molestarlo, pues lo siguieron.

—No en esa dirección precioso, recuerda que esa calle no tiene salida —dijo hablando solo, lo vio justamente entrar ahí, así que hechó a correr como pudo. Luego de unas cuadras, la garganta le quemaba y casi le faltaba el aire. Había cruzado las calles a punto de ser atropellado pero no le importo.

Jungwon era más importante, no podía permitir que nada le pasara caminaba rápido, tomó un atajo para evitarse a los tipos borrachos, y cuando lo vio por fin, se acercó a él y lo agarró fuertemente de la cintura. Jungwon chilló, pero él le tapó la boca —Shh... Soy yo.

—¿J-Jay? —su voz quebrada. Él asintió y lo arrastró para que se escondieran tras un auto que estaba estacionado. Se quedaron callados observando a los confundidos tipos que miraban a todos lados, hasta que finalmente se fueron. Suspiraron, Jay aún respiraba algo agitado luego de la carrera.

—¿Estás llorando? Tranquilo, no pasó nada. —lo estrechó entre sus brazo con fuerza. Jungwon lloró silenciosamente en el pecho de Jay.

—¿Puedo quedarme en tu casa? Dormiré en el sofá —preguntó Jungwon tembloroso.

—Claro, avisa a tu madre —dijo Jay. Jungwon lo miró y negó con la cabeza —¿Peleaste con ella?
—No me lo recuerdes, llévame a tu casa, por favor —pidió él. Jay asintió, lo ayudó a levantarse, pasó su brazo alrededor de los hombros de Jungwon, y caminaron hasta su casa.

—¿Jungwon? —la madre de Jay los sobresaltó. El la saludó afectuosamente. No quiso preguntarle el motivo de la hora en que estaba ahí, sabía que la madre de Jungwon era algo complicada, y que recurría a Jay cada vez que necesitaba protección. Así que les ofreció comida, rieron un rato. El se distrajo bastante, lo necesitaba. Jay lo observaba silenciosamente, repentinamente el enojo se había esfumado.

—Tú dormirás en mi habitación, y yo en el sofá ¿está claro? —Jungwon le sonrió, no le gustaba ser molestia. Iba a protestar, pero él negó —Y nada de reclamos.

—Gracias —dijo Jungwon mientras lo abrazaba con toda su fuerza.

Jay le acariciaba el cabello con delicadeza.

—No importa la hora que sea, en la situación que estemos, si necesitas algo me llamas, sabes que siempre estaré dispuesto para ti —susurró Jay en su oído. Le causó un leve temblor el roce del aliento de el cerca de su cuello.

—No me dejes solo —le pidió

—Nunca —aseguró Jay. Le tomó la mano y lo llevó caminando hasta su habitación, entraron y ambos se sentaron en la cama —¿Necesitas algo para dormir?
—Sí —susurró él.

Jay buscó algo en su armario. —Te daré una de
mis poleras, pero creo que te quedaran algo grandes. Creo que mi hermana ha dejado unos shorts deportivos, iré a ver.

Jay trajo exactamente lo que le dijo, lo dejó vestirse tranquilo. Jungwon lo llamó luego de un rato. Lo miró de pies a cabeza y le sonrió. Con todo se veía hermoso, cualquier cosa que usara. Se acercó a él y le besó la frente.

—Acuéstate precioso, necesitas descansar —le susurró Jay.

—Quédate conmigo, estoy seguro que tu madre no se molestará —la petición de Jungwon lo hizo sentir muchas cosas, lanzó un largo suspiro y cerró los ojos un momento. Relájate, se dijo a si mismo.

𝐔𝐍𝐃𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐔𝐑𝐅𝐀𝐂𝐄 ꩜ 𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 ᰔᩚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora