Cap 13 (No me dejaras tranquilo, ¿Verdad?)

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La pesadilla de Douma se despliega en una escena desgarradora, donde yace Shinobu sin vida en sus brazos, su figura frágil yace inmóvil mientras Douma la sostiene con desesperación. Las sombras bailan alrededor de ellos, y de entre ellas emerge la figura imponente de Muzan, su presencia envuelta en un aura de malicia y poder.

Douma: (con voz entrecortada) Shinobu... por favor, despierta. No me dejes solo...

Su voz se quiebra en un susurro lleno de dolor mientras acuna el cuerpo inerte de Shinobu, sus lágrimas mezclándose con la oscuridad que los rodea.

Douma: No puede ser... no puedo perderla...

Muzan avanza con paso lento pero seguro, su mirada penetrante clavada en Douma mientras se regodea en su sufrimiento.

Muzan: ¿Puedes sentirlo, Douma? Esa impotencia... esa agonía. Es el precio que pagas por aferrarte a la debilidad humana.

Douma: (con rabia contida) ¡Cállate! ¡No sabes nada!

Muzan se detiene frente a Douma, su sonrisa burlona resplandeciendo en la oscuridad mientras se inclina para mirarlo directamente a los ojos.

Muzan: Oh, pero lo sé, Douma. Conozco tus miedos más profundos, tus deseos más oscuros. Y sé que nunca serás lo suficientemente fuerte para protegerla.

Douma: (con determinación) ¡Te equivocas! Haré lo que sea necesario para protegerla, incluso si eso significa...

Douma se interrumpe, su voz ahogada por la angustia mientras aprieta con fuerza el cuerpo sin vida de Shinobu.

Douma: ...incluso si eso significa sacrificarlo todo.

Muzan se ríe con crueldad, su risa resonando en la oscuridad mientras se desvanece lentamente en las sombras.

Muzan: Ah, la nobleza de los débiles. Tan conmovedora... y tan inútil.

Douma queda solo en la oscuridad, su corazón lleno de desesperación mientras lucha por liberarse del abrazo helado de la pesadilla.

Douma despierta sobresaltado, su respiración agitada y su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Se sienta en la cama, empapado en sudor, mientras la pesadilla se desvanece lentamente en su mente.

Douma: (jadeando) Shinobu...

Una mirada de angustia y determinación cruza su rostro mientras se esfuerza por sacudirse los vestigios de la pesadilla que lo atormenta. Se levanta de la cama y camina hacia la ventana, buscando consuelo en la luz pálida de la luna que se filtra a través de las cortinas.

Douma: No puedo dejar que eso suceda... No puedo permitir que Muzan... que nadie le haga daño.

Se aferra a esa determinación, prometiéndose a sí mismo que hará todo lo posible para proteger a Shinobu y a aquellos que le importan. Aunque su corazón aún pesa con el recuerdo de la pesadilla, encuentra fuerzas en su resolución.

Douma: No descansaré hasta que pueda garantizar su seguridad... incluso si eso significa enfrentarme a mis propios demonios.

Con esa determinación ardiente ardiendo en su interior, Douma se prepara para el día que se avecina, dispuesto a enfrentar cualquier desafío que se cruce en su camino.

No Descansare Hasta Que Me AmesTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon