Salvame

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Karila lo supo en el segundo en que pisó el primer escalón de las escaleras y su mirada se proyectó al hombre que la esperaba abajo, sonriendo con la mirada más gentil que podía ver en su vida en alguien, era él.
El día de su boda fue una ambigüedad sin fin, fue de lejos uno de los días más felices de su vida, así como llenó el pecho de aquella princesa de angustia al recordar a sus padres muertos precozmente.
Le incomodaba exageradamente que ellos no hubieran sido capaces de verla casarse.
Y era aquella una de las culpas que llevaba consigo todos los días por haber ido contra sus consejos y sus imposiciones, aunque tenía noción de que se casara con quien querían, ella nunca se habría casado con el hombre que amaba años más tarde.
Por eso eran sentimientos tan ambiguos, sabía que sería infeliz si se casara demasiado temprano, pero tampoco podía dejar de culparse por no haberle dado esa felicidad a sus padres de verla casándose antes de que se fueran.
En la noche que consumó realmente su amor, Karila le prometió Hamid que le daría hijos, y durante mucho tiempo, en las noches cuando se compartieron sus momentos más íntimos, se prometió en una aflicción casi desesperada que le daría la oportunidad de ser un padre, era aquella otra culpa que carga desde el día en que se había casado.
En las comidas familiares con Shaer la hicieron sentir ansiosa, y fue en una de estas donde el padre de Hamid dejó de manera modesta la sugerencia de que Hamid tomara a otra mujer en el matrimonio, lo que sería más fácil para darles nietos casándose con otra.
Karila se sintió tan humillada como mujer y presentía que los puentes de presión sobre su relación se estaban poniendo cada día más cortos.
Hamid no seguía el islamismo como sus padres, no tenía en sí las necesidades de casarse con varias mujeres, se dedicaba completamente a Karila por el amor que tenían desde el día en que se conocieron, su molestía con su padre lo hizo notar ya que no era la primera vez que el mismo hacía apuntes indirectamente molestos y dejara a su esposa desgustada, fue exactamente en aquella época que él decidió quedarse aún más tiempo con su mujer en El Cairo, y dejar que sus padres se quedaran en Irán, cuidando de sus propias vidas.
Fue el período más tranquilo de aquella relación, él finalmente había percibido que su esposa se estaba adaptando al hecho de que merecían ir gradualmente por la vida.
Período en que la princesa se dedicó a formarse en Historia, Filosofía, Política e hizo un pequeño período de artes aplicadas en la Universidad de El Cairo, ella se había encantado con las artes cerca del período en que Hamid fue asesinado, antes que él se fuera, siempre le daba cuadros de regalo, esculturas, obras de artes raras que compraba en subastas.
Siempre fue el mayor incentivo para que ella estudiara y se guste de aquello, se formó en Economía años anteriores y era dueño junto a su padre de mercados de tejidos de lujo en el oriente, Irán, Egipto, Libia, Emiratos y Arabia Saudita eran sus mayores mercados, además de haber trabajado como proveedor de tejido para grandes diseñadores de la región.
El príncipe tenía un negocio sólido por amor a lo que hacía.
Y murió por el amor que sentía por una mujer perseguida.

~Lauren POV~

—La mitad del restaurante principal del hotel explotó junto a cuatro estaciones en los márgenes del Nilo esta mañana, un intento político claro para atacar al presidente de Egipto y al mismo tiempo a la princesa egipcia Karila Aistarabaw I, que todavía está presente en el lugar sin saber noticias o aprensiones, la policía local fue accionada y ya se encuentra en las inmediaciones del hotel, por suerte el presidente no llegó a entrar en el restaurante y nadie resultó gravemente herido por la rápida dispersión debido a los disparos, testigos previos ya señalan ataque terrorista y el Estado Islámico ya asumió autoría del ataque en redes sociales—.
Fruncí el ceño al ver las noticias de última hora de Aljazeera.
Había hecho firmas mensuales hace algún tiempo y en aquella ocasión recibir una noticia así me hizo levantar de la silla en mi cuarto y salir apresurada sosteniendo el teléfono en mano.
Después de algunas traducciones decidí ir al cuarto para leer sola lo que teníamos en manos, y pensé que tendría una calma tranquila, pero la noticia sólo me hizo salir de allí sin saber qué pensar.
Esta mujer va a batir el récord de más intentos de asesinato en poco tiempo, eso es insano.
Lo peor es que esta vez me siento tan extraña sobre la situación...
-Ursel-.
Llamé al bajar los escalones rápidamente, el movimiento de muchos guardias de seguridad eran escasos, ellos estaban saliendo por la sala en un grupo apresurado, armas visibles, los funcionarios de Karila cerraban la mansión y yo me sentía en un cubículo de protección.
-Nada puede suceder,
¿No?-.
Le pregunté a una joven que parecía tranquila.
-La mansión es una fortaleza, nada sucederá a los invitados de la princesa, la situación va a ser colocada en su debido lugar, no se preocupe-.
Su calma me daba escalofríos en la nuca.
Ursel bajó ahogada por las escaleras, se acercó a mí en una agonía sin tamaño.
-¿Viste la noticia?-.
Pregunté al mirarla caminando de un lado a otro ansiosa, los otros historiadores bajaron también, Gold estaba entre ellos.
-Sí, eso es terrible,
¿Piensas que ella tiene condiciones de salir de la situación con tranquilidad?-.
Ursel preguntó a la joven.
-No se sabe con certeza lo que sucedió, nosotros no tenemos noticias, pero todos sus guardias están en camino y ella va a intentar salir del lugar de helicóptero, es todo lo que sé-.
Me crucé de brazos.
Ellos van a mandar un gran grupo de guardias fuerte, no es posible que ella no pueda salir.
La situación me sacaba la paz, cerrada sin poder hacer nada.
Ah, vamos Lauren, aunque las puertas estuvieran abanicadas
¿Ibas a poder hacer algo?
¿Jugar tus libros con los chicos?
¿Debatir con calma sobre cuán perjudiciales son las armas?
Reviviré los ojos irritada y tragué mi voluntad de hablar demasiado.
-Ella es realmente muy perseguida, no creía que era tanto-.
Gold comentó visiblemente sorprendida.
Casi me reí irónicamente de eso, si al menos supiera lo que ya pasé a causa de esta locura de persecuciones con ella, tal vez se prepararía para estar llena de compasión.
-Es mucho más de lo que podemos pensar, ¿Creen correcto que tengamos una reunión para definir nuestro futuro en este país?
No me parece correcto deleitarnos de la protección de una mujer tan apasionada por el mal aquí, podemos estar incluidos en el paquete de la desgracia, no quiero sufrir en carne viva, ella es una mujer increíble, pero nosotros somos americanos en la mira de sus asesinos-.
Aquel era Rudolph, su desesperación era válida, pero...
No parecía que era justo.
-Esa mujer siempre nos dio todo lo que necesitamos, y yo mismo siendo la persona a la que menos le agrada aquí, no tengo nada para clamar de su postura de anfitriona, ella nos da lujo todos los días, si dependemos de dinero ajeno no tendríamos tal oportunidad, creo injusto darle la espalda así sin al menos una conversación, dejen que ella vuelva, que diga el límite de su postura defensiva, no nos podemos ir así sin justificar nuestros temores-.
Ni yo creía que algún día diría eso, aun teniendo tantos motivos para huir pronto de aquí, seguir los consejos de Normani al sentirme intimidada por la situación y correr a mi país.
No quería más...
No puedo entender y tampoco quiero, sólo pretendo no dormir esa noche pensando que la mujer que duerme en la habitación a mi lado está a siete palmos debajo de la tierra.
No quiero eso, y no sé por qué rayos no quiero eso.
-Cuando eso sucede me quedo con dudas... ¿No creen que la leyenda sea verdad?
¿Qué mata a los hombres?-.
La voz de Gold se oyó con cerca de Ursel y me hizo sentir disgustada.
-Eso es mentira...
La gente también inventa una reputación para los que no conocen...-.
Dije metiéndome en la conversación.
Ursel no sabía con certeza en qué creer, eso estaba estampado en su cara.
-No parece preocupada tampoco en deshacer una reputación creada por los demás,
¿Y si estamos durmiendo al lado de una asesina?-.
Él volvió a dar un énfasis que me hizo casi revirar los ojos.
Si, al menos entendiera que no éramos nada en la lista de su rabia, no ellos...
Y yo no quería ser presuntuosa para citarme como una ilustre presencia en la lista negra, aun sabiendo que ella no me gustaba mucho.
-Dudo que una mujer tan elegante y tan exquisita sea una asesina sucia, estamos quedando paranoicos,
¿No lo ve?-.
Dejé una sonrisa forzada a Gold, y pareció que Ursel estaba de acuerdo conmigo, lo que le hizo detener sus pensamientos contra la princesa y se aquietara.
Para mi gran alivio.
Durante la infinita hora y media nos quedamos todos en la sala, turnando quien se sentía por más tiempo en preocupación y ansiedad, o quien clamaba sobre algo bajito, como si todos estuvieran alborotados en su más profundo ser.
Al final conseguí asumir que estaba preocupada sobre su bienestar, no quería que de verdad algo le
pasara.
Que el masoquismo deliberado me matase al día siguiente, era mi actual hecho.

Hidden  (Camren Gip)Where stories live. Discover now